Lluvias dejan sectores incomunicados e instituciones sin actividades escolares en el estado Sucre

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La Universidad Politécnica suspendió actividades hasta nuevo aviso, mientras se requiere maquinaria pesada para atender las fallas de borde en la carretera nacional troncal 9, a la altura del municipio Arismendi. Habitantes de diversas comunidades de la capital sucrense afirman que el colapso de los drenajes ha derivado en la proliferación de zancudos. 

Cumaná. La incidencia de las lluvias que provocaron el desbordamiento de ríos, especialmente el Manzanares de la ciudad de Cumaná, dejó varios sectores incomunicados, fractura en carreteras, caída de puentes y la suspensión de actividades en varias instituciones educativas del estado Sucre.

Es así como la Universidad Politécnica Territorial del Oeste del estado Sucre (Uptos), ubicada en el sector Cantarrana de Cumaná, informó a la comunidad a través de una circular que las actividades académicas-administrativas estarán suspendidas a partir de este 31 de octubre, “hasta nuevo aviso”.

El comunicado firmado por el rector Enry Gómez, asegura que las lluvias caídas en la capital sucrense hicieron mella en la institución lo que derivó en que las  áreas del alma mater no se encuentren en condiciones para la actividad universitaria y, solo funcionarán las dependencias administrativas.

Aunque la Zona Educativa no divulgó información sobre una posible suspensión de clases, extraoficialmente se conoció que las actividades educativas fueron canceladas este lunes solo en los planteles afectados por las lluvias en el municipio Sucre como: la U.E Padre Alcalá, Fe y Alegría San Luis y Madre Alberta Jiménez, mientras que en la U.E Nuestra Señora del Valle, no habrá clases por 48 horas.

El parque de recreación Guaiquerí de Cumaná, fue cerrado hasta nuevo aviso por el desbordamiento del río Manzanares. Las disposiciones del director del Instituto Nacional de Parques y el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) en Sucre, Daniel Franco, pretenden resguardar la integridad de los visitantes, debido a que el parque está ubicado en las riberas del río que mantiene altos niveles y se ha desbordado en algunas comunidades. 

Precisamente en el municipio Sucre, tras la anegaciones, se agudizan los problemas sanitarios por el colapso del sistema de drenaje y las mayores afectaciones se registran en sectores como Puerto de la Madera, Cantarrana y Campeche así como la zona rural y agrícola de la parroquia San Juan.

Alfredo Suárez, habitante de una de las comunidades afectadas, dijo a Crónica.Uno que tuvo que sacar a los niños a casa de su hermano porque en medio del aguacero perdió todos sus enseres. El río Manzanares, alcanzó más de un metro de altura y tumbó la pared periférica de su casa.

El pozo séptico explotó, las puertas de la nevera se rompieron y perdimos todo al igual que 20 viviendas”. Como él, muchas familias esperan la atención gubernamental.

Sectores incomunicados

La situación vial ha empeorado en San Juan de Unare, municipio Arismendi, en la que el río Unare creció y arrastró la tubería de agua potable, al tiempo que dejó una falla de borde en la carretera nacional.

En ese caso, la mayor afectación la tienen los habitantes de las zonas rurales de la parroquia Antonio José de Sucre del municipio Arismendi, las cuales que quedaron incomunicadas y sin suministro de agua.

La alcaldía de la localidad confirmó en sus redes sociales, los deslizamientos de tierra, socavamientos, caída de alcantarillado, múltiples fallas de borde, pérdidas a nivel agrícola, daños en el tendido eléctrico y caída de árboles que obstaculizan el tránsito que requieren maquinaria pesada.

En el sector Tataracual, más de ocho comunidades quedaron incomunicadas por la caída del puente del sector Bejucal, una problemática que ya había sido alertada por la población pero que no fue atendida oportunamente por los entes gubernamentales.

Tomás Bello, alcalde del municipio Montes, aseguró que fue reestablecido el servicio de agua en la jurisdicción, además de remover las rocas de la carretera nacional Cumaná-Cumanacoa.

En el puente de Río Seco, ubicado en la troncal 9, efectivos de Protección Civil confirmaron el colapso de sus bases; Mientras que en río Bautista, en la parroquia Punta de Piedra del municipio Valdez, dos viviendas quedaron inhabitables por fallas en sus estructuras.

En el municipio Mejía (San Antonio del Golfo), también se registraron deslizamientos de tierra. El alcalde Jordan Sifontes, informó que el domingo pasado realizaron labores de limpieza y despeje de la vía.

Sostuvo que entre las comunidades de La Soledad y La Cuchilla, un deslizamiento impedía el transito vehicular. Por lo que fue utilizada una retroexcavadora para hacer el trabajo que incluyó limpieza de cunetas, poda de árboles, limpieza de varias quebradas.

Además, en la quebrada que se encuentra en las adyacencias de la UE. Luisa Amelia Blanco de Ramírez, en San Antonio del Golfo, se realizaron labores de limpieza con un camión tipo volteo  para sanear el lugar.

Sin balance oficial

Desde la crecida del río Manzanares el viernes pasado, no se ha generado un balance oficial de los daños causados por las lluvias en la entidad. A través de sus redes sociales el gobernador Gilberto Pinto, garantizo atención inmediata a los afectados.

“Instruí a Fundasalud Sucre la ejecución de una ruta de evaluación y despistaje de síntomas epidemiológicos y además la realización de jornadas de fumigación para velar por la salud de las familias sucrenses en especial a las afectadas por las precipitaciones”, agregó Pinto en su cuenta en Twitter.

Sucre se encuentra entre los 12 estados que Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), emitió una Alerta Hidrológica por 48 horas.

Las entidades que podrían ser afectadas son Anzoátegui, Sucre, Monagas, Miranda, La Guaira, Aragua, Carabobo, Amazonas, Zulia, Trujillo , Táchira y Mérida.

Según el Inameh, “persisten niveles elevados y crecimiento del caudal de los ríos en Anzoátegui Monagas y Sucre generado por las precipitaciones, típicas de la época de año”.

Todas las entidades se encuentran en Alerta Naranja por las lluvias, lo cual significa que la población deben estar preparada y alejarse de las zonas de riesgo y vulnerabilidad.


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