Los residentes de este poblado dicen que no consiguen comida. Se les va la electricidad y piden auxilio porque están a merced de los grupos civiles armados.

Caracas. En una destrucción total quedó la zona de Turmero en el estado Aragua. Una semana de saqueos y protestas dejó en la ruina a comerciantes y a los pobladores en estado de angustia, pues ahora no tienen nada de comida.

“Lo que pasó en Turmero no se compara con lo que viví durante el Caracazo”, expresó Maritza de Ramos, habitante.

La mañana de este viernes salió a comprar víveres y lo que encontró fue desolación en las calles. Contó que las urbanizaciones están asediadas por los grupos civiles armados, que se pasean por las calles en motos de alta cilindrada y sin placas. En las noches imponen el terror. Disparan hacia las casas. Hay constantemente tiroteos y ya no queda nada qué saquear.

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Desde su urbanización vio cómo destruían unos galpones de pollos vivos.

No es la gente de los barrios, son los colectivos armados los que han robado todos los negocios. Ahora no tenemos nada. No hay ni siquiera donde comprar frutas. Esto es espantoso y muy triste. Ir a Maracay tampoco resulta porque allá también saquearon todo y lo otro es que las vías están cerradas. Da temor estar así. Los niños y los viejitos van a sufrir con este desastre.

Lo que más le angustia es cuando llega la noche, pues lo que escuchan son intensos tiroteos y gritos. Por eso, dijo, los vecinos están organizándose en turnos de tres grupos para resguardar las urbanizaciones ante los ataques de los colectivos armados.

Hay zonas en donde el servicio eléctrico va y viene y eso aumentó el estrés de los vecinos, quienes no pueden hacer ni operaciones bancarias.

El poblado está casi desierto. Los niños no van a los colegios y el transporte público es casi nulo en Turmero. Quienes logran sacar las unidades cobran más de Bs. 2000 para ir a Maracay.

Como dejaron a Mariño y a todos los alrededores de la avenida Casanova Godoy no tiene nombre, ahora toca defender nuestros hogares y a nuestras familias, sentenció.

Foto: Vecinos


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