Ángelo Vásquez, un niño de tres años secuestrado por el Conas el pasado 2 de agosto, apareció la tarde del 11 de septiembre en un centro comercial. El niño había sido apartado de su madre como medida de presión para que su padre, el sargento primero de la FANB, Luis Colón, entregara unas supuestas armas robadas de Fuerte Tiuna.

Caracas. La diputada Delsa Solórzano, quien denunció los hechos los últimos días, informó que el niño Ángelo Vásquez fue abandonado en un centro comercial en Miranda y, luego, fue trasladado a un centro de cuidado. Desde allí le avisaron a su madre, Yudeyxy Vásquez, quien días antes había solicitado hablar del caso con el presidente de la República Nicolás Maduro.

En Miraflores me dijeron que podían asesorarme legalmente, pero yo quiero hablar con el presidente Nicolás Maduro si es necesario. También en las fiscalías 22 y séptima del Ministerio Público, en Ocumare del Tuy, prometieron ayudarme, señaló Vásquez el 9 de septiembre.

Además de consignar la denuncia en la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional (AN), acudió al Palacio de Miraflores, al Ministerio de Interior y Justicia, a la Dirección de Protección de los Derechos Fundamentales de la Fiscalía y al Consejo de Protección de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes (Cpnna) en busca de ayuda.

No descansemos hasta obtener justicia. Seguiremos trabajando por los derechos humanos sin ningún tipo de distingo. Este hecho tiene que ser investigado a fondo. No puede quedar impune”, expresó Solórzano .

Igualmente, la diputada aseveró que su trabajo da frutos porque denuncian y actúan sin miedo. “La opresión y las amenazas no pueden derrotar la necesidad de luchar por la obtención de la justicia. Seguiremos adelante. Cada ciudadano de Venezuela cuenta incondicionalmente con nosotros”, agregó.

La expareja de Vásquez había sido implicada del hurto de tres armamentos pertenecientes a la instalación de Fuerte Tiuna en la madrugada del 30 de julio. El 2 de agosto de 2018, cinco funcionarios funcionarios vestidos de civil y armados ingresaron a la vivienda de Vásquez, ubicada en los Valles del Tuy, en búsqueda de Luis Colón. Al no saber el paradero del militar, fue presionada por los agentes, quienes tomaron al menor y amenazaron con no devolverlo hasta recibir información sobre la ubicación de Colón y las armas hurtadas.

“Me amenazan con quemarme la casa, me dicen que son capaces de matar a mi hijo y que si los denunciaba o hacía algo regresarían a buscar a mi hija de dos años también”, había escrito Vásquez en una publicación de Facebook, fechada el 23 de agosto.

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