“Me fui por mi cuenta cuando vi que estaban deportando a la gente”

Luis Ramírez cuenta que en el barrio La Invasión “hay mucha gente pobre que trabaja y que le tiene miedo a los paracos porque ni la misma Guardia (Nacional) podía detenerlos”

Lorena Evelyn Arráiz/@lorearraiz

San Antonio del Táchira. El 25 de agosto, luego de observar cómo sacaban a sus vecinos de sus casas para deportarlos a Colombia, Luis Alberto Ramírez le dijo a su mujer que debían irse para no correr la misma suerte de sus amigos y así lo hicieron.

“Me fui por mi cuenta cuando vi que estaban deportando a la gente y no les daban chance de sacar ni la ropa. Me fui a donde un militar y le dije que era colombiano y que me iría por mi cuenta. Le pedí a mi prima, que es venezolana, que guardara mis cosas y que las buscaría cuando esto pasara (…) ahora estoy en Cúcuta y le pido al gobierno del presidente Santos que no nos abandone, que nos ayude porque aquí yo ya no tengo a nadie”.

Luis Alberto Ramírez Piñango, de 38 años, vivía en La Invasión, el sector de donde deportaron a la gran mayoría de los colombianos y cuyas imágenes de las personas sacando sus enseres atravesando el río Táchira no han dejado de ser mencionadas por la opinión pública internacional.

Trabajaba como mesonero en un restaurante de San Antonio del Táchira y se enamoró de una paisana suya que vivía en la misma zona. Aunque no se casaron, tienen 12 años juntos. Tampoco tienen hijos por lo que Luis Alberto se siente “aliviado”.

“No me imagino cómo hubiese sido eso de tener hijos venezolanos y nosotros colombianos; en el barrio vivía mi prima con una tía y esa es la familia que me queda porque mis padres murieron cuando era niño y luego de estar por muchas partes me quedé viviendo en Venezuela, porque Julia se amañó en Venezuela”, contó.

Sus dos únicas parientes sí tenían cédula venezolana y por eso se quedaron.  El hombre acota que una de ellas es del consejo comunal y es chavista, pero comenta que había mucha gente que apoyaba al Gobierno y  con la deportación masiva de sus familiares, amigos y afectos, se “le voltearon al Gobierno”.

Luis Alberto se encuentra en una escuela municipal. No quiere dar grandes detalles porque teme que si regresa a Venezuela, lo tengan en una lista. “Una foto mía puede significar que me apunten como paraco o delincuente, ese gobierno (el de Nicolás Maduro) dice que todos los que vivimos en “La Invasión” somos paracos, pero ahí hay mucha gente pobre que trabaja y que le tiene miedo a los paracos porque ni la misma Guardia (Nacional) podía detenerlos porque ellos sí mandan ahí y todo el mundo lo sabe”.

El hombre aún no sabe qué hará en su país, pero está claro que puede salir adelante. “Yo tengo dos manos, solos necesito que me ayuden a conseguir empleo; mi mujer y yo no le tenemos pereza al trabajo y solo queremos que nos ayuden de esa manera para poder alquilar algún lugar para vivir, por eso el presidente Santos debe hacer algo urgente para ayudar a tanta gente pobre que ahora está sin ropa ni siquiera”.


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