Mecanismo de facilitación de Noruega arrancó en enero de manera secreta

Fernando Martínez Mottola y Gerardo Blyde revelaron detalles de cómo surgió y evolucionó la iniciativa impulsada por el Reino de Noruega para coadyuvar en la búsqueda de una salida a la crisis de Venezuela. Aquí les contamos el proceso. Aunque la delegación de Maduro se levantó hace 8 semanas, ni sus voceros, ni los de la oposición, ni los noruegos dan por cerrado el proceso.

Caracas. En enero de este año, cuando un sector de la población comenzaba a movilizarse en todo el país en cabildos abiertos convocados por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el gobierno del Reino de Noruega, con una sólida trayectoria en negociaciones y pacificación de conflictos en el mundo, puso su mirada sobre Venezuela. Sin embargo, no fue sino hasta el 17 de mayo cuando ese interés por Venezuela se hizo oficial.

Tras la juramentación de Guaidó como presidente encargado de la república, conforme al artículo 233 constitucional, el 23 de enero, ocurrieron dos fenómenos político-diplomáticos de trascendencia. Uno público y comunicacional; el otro discreto y a puertas cerradas.

Por un lado, Estados Unidos encabezó una lista de gobiernos del orbe que expresaron su reconocimiento a Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Con el paso de los días esa lista creció hasta alcanzar casi 60 países.

Por el otro lado, misiones de contacto comenzaron a pedir reuniones a Guaidó con un propósito común: presentar propuestas de mediación o facilitación para un diálogo político de alto nivel entre su gobierno interino y la administración de Nicolás Maduro, con miras a buscar una solución a la crisis venezolana.

Sin informar a la opinión pública de estas iniciativas, Guaidó se hizo acompañar y asesorar en estos encuentros del ingeniero Fernando Martínez Mottola, exministro de Transporte y Comunicaciones en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y ex presidente de Cantv.

Comenzaba así un proceso que terminaría con dos delegaciones formalmente conformadas, sentadas cara a cara en una misma mesa, con la facilitación de Noruega. Un proceso estructurado en cinco fases: exploratoria, conformación de agendas, negociación, acuerdos y seguimiento de los acuerdos. Las primeras tres fases avanzaron hasta julio sin mayores contratiempos. Pero el 7 de agosto, cuando comenzaban a perfilarse definiciones en el tema electoral y en otros asuntos, la delegación de Maduro se levantó. Pese al tiempo transcurrido, ambas delegaciones se niegan a dar por culminado el mecanismo.

Este jueves, durante un foro organizado por Espacio Abierto, con participación del historiador Pedro Benítez y moderado por el dirigente político Luis Manuel Esculpi, Martínez Mottola y Gerardo Blyde contaron detalles hasta ahora desconocidos de esa facilitación.

Primera fase: exploración
construcción de agendas
En un foro organizado por Espacio Abierto, Martínez Mottola y Blyde ofrecieron detalles del proceso de facilitación de Noruega. Foto Maru Morales P

Era finales de enero de 2019. “Venían misiones de todas partes para ver cómo estaba la cosa y hacían propuestas. De la propuesta de los noruegos me llamó la atención que ellos planteaban una metodología, una cronología, un mecanismo un poco más riguroso que las demás misiones que estábamos recibiendo”, contó Martínez Mottola en el foro. Dieron luz verde para que la misión avanzara.

Dijo que del lado del gobierno interino, en esa primera fase del proceso, sólo él y Guaidó estaban al tanto de lo que ocurría. Los noruegos aplicaron un “mecanismo pendular de consultas, un ir y venir para ver si había posibilidades de acuerdo entre las dos partes”. Por el lado de Maduro se entendían con Jorge Rodríguez; por el de Guaidó, con Mottola.

Esta etapa exploratoria duró hasta finales de marzo aproximadamente. Los facilitadores sondeaban si había puntos de acuerdo, cuáles eran los objetivos de cada sector y cuáles las líneas rojas que nadie estaba dispuesto a traspasar: “Seis o siete semanas después ellos dijeron: ‘Nosotros vemos la posibilidad de un acuerdo’. Al presidente y a mí nos sorprendió que esa fuera la visión de esos señores que son expertos en esto”.

Segunda fase: construcción de agendas

“Terminamos la fase exploratoria y comenzamos la construcción de la agenda. Se incorporó Gerardo Blyde y Michael Penfold, que estuvo con nosotros, pero luego se tuvo que retirar por razones personales. Discutimos durante semanas”, contó Martínez Mottola.

Aunque el 21 de marzo el Sebin se llevó preso al jefe de despacho de Guaidó, Roberto Marrero y el 23 de marzo, en pleno proceso de conversaciones de los noruegos con Rodríguez y Martínez Mottola –aún por separado–, el primero acusó al segundo de ser parte de un “estado mayor terrorista” que pretendía “asesinar a líderes sociales y políticos”, el mecanismo continuó.

“El concepto fundamental de la agenda que construimos es uno: el cambio político, la reinstitucionalización de la democracia en el país. El país tiene muchos problemas importantes, pero fuimos a esa mesa a discutir el cambio político. No nos vamos a sentar para discutir otros problemas, por importantes que sean, porque ningún problema se va a resolver si no hay cambio político”, señaló el exministro.

Eso dejó por fuera otros temas que en la mesa de negociación de República Dominicana dispersaron la conversación, como el canal humanitario o los presos políticos. Aquí enfocaron la discusión en lograr un mecanismo que garantizara equilibrio de poderes, elecciones presidenciales libres y respeto a esos resultados.

“El único tema colateral que entró es el de las sanciones, que se incluyó porque es el punto de la otra parte. Ellos dijeron: ‘Bueno, y después que restituyamos la democracia, ¿qué pasa con nuestra sanciones?’. Por eso es un punto de la agenda”, aclaró.

Gerardo Blyde acotó en el foro de esta semana que el tema de las elecciones parlamentarias tampoco entró en agenda porque de acuerdo con la Constitución, el Poder Legislativo es legal y está vigente hasta 2021: “La AN no es negociable porque sus elecciones corresponden constitucionalmente el año que viene, y los diputados que resulten electos toman posesión el 5 de enero de 2021. Eso no es negociable”.

En esta fase, aunque no lo expresaron en el foro, Guaidó y Martínez Mottola conversarían también con los líderes de los tres partidos que encabezan la directiva de la Asamblea Nacional: Leopoldo López de Voluntad Popular, preso en su casa para entonces; Manuel Rosales, de Un Nuevo Tiempo y Henry Ramos Allup, de Acción Democrática.

Primero Justicia no fue consultada en ese momento, tal y como lo dejó en evidencia su coordinador nacional, Julio Borges, desde el exilio un par de meses después cuando Noruega informó públicamente del mecanismo. A la postre, el partido aurinegro ha dado su pleno respaldo a la iniciativa.

Los equipos negociadores

Así llegamos a abril, con el llamado a la insurrección cívico-militar de Guaidó, el 30 de ese mes y la posterior detención del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano (AD). Pese a cualquier pronóstico, esos eventos tampoco frenaron el proceso.

A comienzos de mayo se conformaron los equipos negociadores con miras a iniciar las rondas de conversaciones cara a cara: Martínez Mottola (jefe de la delegación) y Gerardo Blyde llamaron a Vicente Díaz, que participó en Dominicana, y al segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González, por el lado de la alternativa democrática.

El delfín del PSUV, el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez; el ministro Jorge Rodríguez (jefe de la delegación); el canciller de Maduro, Jorge Arreaza; el secretario del Consejo de Derechos Humanos, Larry Devoe, y Félix Plascencia, viceministro de Exteriores, integraron la delegación madurista.

Tercera fase: la negociación

“Fueron seis reuniones y un embarque”, resume Martínez Mottola, en referencia a la última reunión pautada para el 7 de agosto pasado y a la que la delegación de Maduro no acudió.

El 29 de mayo pasaron de los encuentros por separado de las misiones con los noruegos, a sentarse todos en la misma mesa.

“Nosotros hicimos una propuesta completa sobre cada punto por escrito, la presentamos y consignamos ante los noruegos. La delegación de Maduro respondió seriamente, por escrito (esto habría sido en la siguiente reunión). Ellos leyeron su respuesta y aunque no la consignaron, nosotros pudimos saber qué pensaban sobre cada punto y vimos su contrapropuesta”, indicó el negociador.

Si bien hubo diferencia de criterios en algunos puntos, Martínez Mottola destacó que no eran abismales: “No eran diferencias muy relevantes. En la mayor cantidad de puntos estábamos de acuerdo. Había otra cantidad significativa de puntos en los que no estábamos de acuerdo pero, o era fácil lograr un acuerdo, o no eran puntos tan relevantes como para romper el proceso”.

El 29 de junio muere, producto de las torturas de sus captores de la Dgcim, el capitán Rafael Acosta Arévalo. El hecho retrasó el reinicio de las conversaciones por una semana a instancias de la delegación opositora que repudió y denunció el hecho como un asesinato.

El 7 de julio, Noruega anunció que el mecanismo se mudaba a Barbados a partir de esa semana. “Lo que quedaba era ponerse de acuerdo en la esencia de la propuesta y nosotros elaboramos esa propuesta ya con los puntos esenciales. Esa contrapropuesta esencial se la mostramos a ellos y ellos estuvieron dispuestos a discutirla. Eso es esencial para entender dónde estamos parados”, sostiene Martínez Mottola.

Cuarta fase: la que no fue, los acuerdos
delegación de la alternativa democrática
El 16 de septiembre, en respuesta a la instalación de una mesa de diálogo paralela por parte de Maduro, Guaidó reveló la propuesta que llevó a Barbados. Foto Maru Morales P

Para el 11 de julio el Reino de Noruega informó que las partes iniciaban consultas con los distintos sectores a su favor para posteriormente retomar las conversaciones.

“Ellos se llevaron la esencia de nuestra propuesta. No se la entregamos, pero se la mostramos y les dijimos: ‘Vamos a Barbados el 7 de agosto a discutir esto’. Y ellos dijeron: ‘Sí, estamos de acuerdo con discutir esto”, contó.

Esa propuesta que la delegación de Maduro dijo estar dispuesta a discutir era la que Guaidó revelaría semanas después, el 16 de septiembre:

-Separación del cargo de presidente y presidente encargado de Maduro y Guaidó, respectivamente.

-Conformación de un consejo de gobierno de transición plural, equitativo y con participación de todos los factores políticos y representación del sector militar.

-Renovación del CNE, convocatoria a elecciones presidenciales libres y reinstitucionalización del Estado (renovación del Poder Judicial y el Poder Ciudadano).

-Gestiones para salir del aislamiento económico de Venezuela producto de las malas políticas del régimen (sanciones).

-Defensa del Esequibo

-Ingreso de la ayuda humanitaria

“Llegó el día, nos montamos en el avión rumbo a Barbados con la última respuesta de ellos que era debatir esa propuesta esencial que hicimos. Y ellos, que habían dicho que no se pararían de esa mesa jamás, se pararon y no fueron a la reunión”, dijo Martínez Mottola.

El primer argumento esgrimido por la delegación de Maduro para no asistir, fueron las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos un par de días antes. Pero en cuestión de horas cambiaron ese tema por otro: acusaron a Guaidó de regalar el Esequibo.

“Todo el mundo sabe quién entregó el Esequibo, pero además en la propuesta nuestra por escrito está, autorizado por Juan Guaidó, la defensa del Esequibo por ambas partes pase lo que pase, y ellos nos pidieron que la sacáramos. Esa propuesta agrega que se comprometa la FAN en la defensa del territorio nacional y a cumplir con el 328 constitucional. Eso está escrito y consignado”, replicó Blyde este jueves en el foro.

El proceso no está muerto
los equipos negociadores
Gerardo Blyde fue uno de los redactores de la propuesta presentada por la oposición en durante proceso de facilitación de Noruega. Foto Maru Morales P

Aunque han pasado ocho semanas desde el “embarque” de la delegación oficialista, tanto Maduro como Arreaza y Jorge Rodríguez han insistido en que el proceso para ellos no ha muerto. La última afirmación en ese sentido la hizo Maduro ayer: “Si se reactivara la iniciativa del diálogo de Oslo, estamos preparados para asumirla”.

Del lado opositor, Stalin González fue quien anunció y ha sostenido que “el mecanismo de Barbados está agotado”; sin embargo, ha matizado que si la delegación de Maduro se presenta con una respuesta en mano, por escrito, a los planteamientos que quedaron en la mesa, volverían a sentarse.

Martínez Mottola no pierde la esperanza: “Nuestra propuesta está sobre la mesa y cumple con la prédica que ha sostenido el presidente Guaidó de poner fin al sufrimiento de la población. Pensamos que es una propuesta aceptable en la que no hay vencidos ni derrotados y nadie sale humillado. Estamos en un veremos. Ojalá la conciencia prive y podamos seguir transitando este camino”.

Blyde apuntó: “Lo que esperamos es que la delegación de Maduro consigne respuesta escrita a todos nuestros puntos. No estamos dispuestos a volver a un punto cero ni a unas conversaciones generales. Cuando se pararon de la mesa teníamos que decidir cuestiones de fondo”.

Entretanto, el gobierno del Reino de Noruega no ha dado por concluido el proceso y en la página web de su Cancillería, donde se han colgado todos los comunicados oficiales respecto a la facilitación, no hay uno que indique el cierre. La delegación opositora ha confirmado que mantienen el contacto con los facilitadores.


Participa en la conversación