Médicos de Sucre instan a autoridades tomar previsiones para evitar aumento de la malaria con las lluvias

aumento de la malaria

Los especialistas señalan que toda la atención se centra en la COVID-19 y se olvidan otras patologías cuyos síntomas se confunden con el coronavirus. En el estado hubo un descenso de los casos de paludismo o malaria y en 2019 se contabilizaron más de 12.000 contagios y se trata de evitar un aumento.

Cumaná. La llegada de la temporada de lluvias trae consigo el aumento de enfermedades como el paludismo o malaria. De ahí, que médicos del estado Sucre insten a las autoridades a tomar previsiones para evitar un incremento de esta enfermedad.

Rafael Peroza, presidente del Colegio de Médicos de la entidad, llamó la atención de las autoridades sanitarias del ejecutivo regional para que se haga el necesario saneamiento de la ciudad, específicamente de caños y quebradas, posibles criaderos del vector.

“Ciertamente hay una disminución notable en los casos diagnosticados como paludismo, pero ese descenso puede ser endosado a que aún no llegan las lluvias, factor ambiental que muy probablemente condicione la proliferación del mosquito transmisor de la enfermedad, es decir, aumento de los casos de malaria”, dijo el médico.

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El paludismo puede ser una enfermedad mortal. Foto referencial.

El representante gremial recuerda que el paludismo es una enfermedad que puede ser mortal. Refiere que la transmite un parásito identificado del género Plasmodium, este es huésped del mosquito tipo Anopheles hasta que, por medio de una picadura, pasa a la persona”.

Insiste en que las autoridades regionales deben hacer una limpieza exhaustiva de la ciudad para evitar que los diagnósticos de paludismo que puedan presentarse y se compliquen con el incremento de COVID-19.

“Llama la atención que hoy todo está centrado en el coronavirus y se olvidan de brotes de otras patologías con carga viral, como el chikungunya y otras, que pueden confundirse con sintomatología inicial de COVID-19, pero que no son diagnosticados como tal. Deben tomarse las previsiones para que no haya nada que lamentar a posteriori”, acota Peroza.

Médicos sin Fronteras es un aliado

En medio del aumento exponencial de casos positivos de coronavirus que mantiene al estado Sucre en cuarentena radical al alcanzar la cifra de 892 contagios, se siguen registrando otras patologías que mantienen en jaque la salud de sus habitantes.

El contagio por el COVID-19 está arropando el diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades como hepatitis A, tuberculosis, y paludismo, entre otras, aseguran representantes del gremio médico. Patologías que en su mayoría se registran en municipios foráneos a la capital sucrense como Benítez, Bermúdez, Cajigal, Mariño y Valdez, “aunque en Cumaná, municipio Sucre, las cifras de incidencia de estas enfermedades endémicas también son considerables”.

Para algunos especialistas que laboran en el hospital central de Cumaná, entre ellos epidemiólogos, infectólogos y bionalistas “esta es una realidad que no se puede ocultar, pese a que desde 2013 las unidades de epidemiología no presentan estadísticas actualizadas en torno a estas enfermedades o, por el contrario, son muy herméticos con las cifras y el acceso a la información pública no es posible”.

Varias ONG y organismos internacionales que ejecutan y llevan a cabo proyectos de prevención y control de estas enfermedades concentran sus esfuerzos, ante las tendencias regionales y mundiales, en la carga de casos y muertes por aumento de la malaria o paludismo.

Médicos sin Fronteras (MSF) es uno de esos aliados. Es una organización internacional médico-humanitaria con presencia en más de 70 países y trabaja en Venezuela desde 2015. Sus proyectos se encuentran actualmente en Caracas y en los estados Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Miranda y Sucre.

En el caso específico de Sucre, sus condiciones climatológicas y ambientales hacen que sea de las entidades con mayor incidencia de malaria. “Su clima y vegetación hacen que la zona sea perfecta para la proliferación del mosquito Anopheles, el transmisor de la enfermedad”.

De acuerdo con el informe más reciente de MSF, tan solo en 2019, esta organización médica apoyó en esta entidad del oriente venezolano con la realización de más de 20.000 pruebas diagnósticas para paludismo y más de 12.000 resultaron ser positivas.

Desde el año pasado esta organización trabaja junto con el Programa Malaria de la Dirección Regional de Salud Ambiental en siete centros asistenciales de las poblaciones rurales de cinco municipios: Andrés Eloy Blanco, Andrés Mata, Bermúdez, Benítez y Cajigal, con apoyo al Hospital de Cumana, en el municipio Sucre.

Líneas de acción

Médicos Sin Fronteras, en estos cinco municipios, trabajó en los centros de las comunidades de San Vicente, Agua Clarita, Guaca, Putucual, Caño Ajíes y Coicual, y el Hospital de Yaguaraparo en una estrategia para la reducción y el control de la malaria.

Refieren que dirigieron los esfuerzos al diagnóstico y tratamiento temprano; fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y actividades de control vectorial; y promoción de la salud.

El reporte destaca que hoy los ambulatorios de esas localidades cuentan con el soporte de la organización, para brindar a los pacientes una respuesta oportuna contra el paludismo.

“Cada uno de los centros recibe no solo suministros de pruebas rápidas, tratamientos para malaria y mosquiteros para ser distribuidos, sino también medicamentos de atención primaria para asegurar tratamiento urgente de otras enfermedades prevalentes en el área, equipos médicos básicos como tensiómetros y termómetros e insumos específicos para programas de salud sexual y reproductiva. Además, apoyan la formación de personal médico y no médico sobre prevención y control de infecciones”, detalla la organización.

Ana Teresa Afonso, referente médico del proyecto en la región, explicó:

El impacto de las actividades de soporte médico a los centros apoyados ha sido determinante para el manejo de la malaria en el estado, pues hemos visto una marcada disminución de casos y su gravedad, también justificada por una mayor adherencia al tratamiento y a las medidas preventivas.

Disminución de casos en medio de la pandemia

Mientras MSF registra más de 12.000 diagnósticos positivos de paludismo en Sucre en 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) entre enero y mayo de 2020 reportó 104.005 casos de malaria en Venezuela, lo cual representa una disminución de 58 % respecto al mismo período en 2019.

La más reciente actualización epidemiológica sobre malaria en el contexto de la pandemia de COVID-19, la OPS señala que los primeros factores que contribuyen a la disminución de casos en Venezuela son la reducción de la movilidad por restricciones de transporte hacia las áreas endémicas, ocasionada por la falta de combustible y la pandemia en sí misma.

No obstante, para la OPS existe “la preocupación de que estos mismos factores puedan afectar la distribución de medicamentos, el acceso al diagnóstico y la notificación de casos a corto plazo”.


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