Zoom e Italcambio tardan hasta 48 horas en hacer efectivas las transferencias, situación que afecta a quienes buscan protegerse de los efectos de la inflación. Al menos 70 % de los migrantes venezolanos destina una cuarta parte de sus ingresos al envío de remesas a sus familiares, cifra que se ve amenazada por la crisis del COVID-19. El Banco Mundial calcula que la llegada de remesas a América Latina y el Caribe se reducirá 19,3 % este año.

Caracas. Aunado a que ha tenido que dejar de trabajar por la cuarentena, arriesgándose a ser desalojado por falta de pago del arriendo, Reinaldo Durán, inmigrante venezolano en Quito, se enfrenta a otro dilema: cómo enviar a Venezuela el poco dinero que aún le queda para ayudar a su familia.

La inactividad de empresas que no son de sectores esenciales también tiene efectos fronteras afuera. Desde que partió a tierras ecuatorianas hace dos años, Reinaldo envía las remesas a través de dos “cambistas” de confianza que le reciben los dólares y hacen la transferencia en bolívares a la cuenta de su hermana en Charallave, estado Miranda. 

Sin embargo, desde principios de abril Reinaldo, y al menos dos amigos que viven con él, han tenido que reducir sus envíos, pues los cambistas no tienen suficientes bolívares para hacer las operaciones. 

Nos dicen que por la cuarentena no han podido abrir más el negocio en Venezuela, y por eso no están teniendo casi entrada de bolívares. Como somos clientes fijos, nos ofrecen cierta cantidad que pueden transferir y nosotros les damos el equivalente en bolívares, señala.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que la cifra más reciente de migrantes y refugiados venezolanos ya supera los 5 millones en todo el mundo. 

De ellos, al menos 70 % destina una cuarta parte de sus ingresos a sus familiares que dejaron en casa, según la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), compuesta por agencias de la ONU, la Cruz Roja y otros organismos.

La opción oficial no es la más rentable

Pese a la flexibilidad cambiaria impuesta por el Gobierno desde 2019, con una tasa de cambio similar a la del mercado, aún hay migrantes que prefieren enviar sus remesas por canales no oficiales porque las transferencias las hacen de forma inmediata y no cobran tantas comisiones.

El costo promedio de enviar 200 dólares a Latinoamérica fue de 5,97 % en el primer trimestre de 2020 y podrían elevarse debido a las dificultades operativas que enfrentan los proveedores de estos servicios, como el cierre de oficinas y acceso a dinero en efectivo, según el Banco Mundial.

“El año pasado me enteré, gracias a una prima, de que por Western Union la tasa era más alta que con quien yo siempre envío. Fui a una agencia de aquí de Lima y apenas hice el pago ya el dinero estaba en Venezuela, pero allá tenían que esperar de 24 a 48 horas para que le transfirieran a mi esposa”, señala Mayker Peña, migrante que reside en Perú, quien ahora tiene que enviar remesas así, de nuevo, porque su cambista también está corto de bolívares.

Además del tiempo de espera, quienes reciben el dinero tienen que dirigirse a la agencia Zoom, empresa aliada de Western Union en Venezuela, para dar sus datos personales y bancarios. O al menos ese era el procedimiento antes de la cuarentena.

Tanto Zoom como Italcambio, que trabaja con el proveedor MoneyGram, suspendieron sus servicios presenciales tras el decreto de estado de alarma. 

Dos días después, Italcambio informó que sus clientes podrían recibir sus remesas directamente en sus cuentas luego de registrarse en su página web. Zoom se apegó a ese mecanismo a mediados de abril, pues antes solo atendía requerimientos a través de su centro de llamadas.

Dinero con menos valor

Sin embargo, la inflación y el alza constante del dólar paralelo juega en contra de quienes no tienen más opción que enviar sus remesas por una de estas vías. Entre el 20 de marzo y el 20 de abril, el dólar en el mercado negro registró un alza de 95 %, al pasar de 71.842,92 a 140.102,32 bolívares. 

Aunque con la nueva modalidad que están implementando las casas de cambio se evita el traslado de los usuarios a las agencias, el tiempo de espera por la transferencia de bolívares se mantiene entre 24 y 48 horas, solo en días hábiles.

El Lunes Santo le envié 30 dólares a mi mamá por Italcambio para que comprara un combo de comida que vimos por Instagram, pero cuando los recibió ya esos bolívares valían menos de lo que le mandé y el combo ya había aumentado a 35 dólares, señala Rebeca Acosta, venezolana radicada en Bogotá.

Debido a eso, Rebeca tuvo que enviarle 10 dólares más por otras vías, a una tasa menor, a costa del dinero que tiene guardado para emergencias y pago de renta, pues no está trabajando debido a la pandemia.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé que en Latinoamérica y el Caribe se pierdan más de 14 millones de puestos de trabajo, solo entre abril y junio, como consecuencia de la pandemia global de coronavirus. 

Remesas en caída libre

La mayoría de los gobiernos latinoamericanos han implementado cuarentenas y medidas de distanciamiento social, lo que limita el funcionamiento de empresas y organismos y el desplazamiento de personas, situación que a la larga, según la OIT, hará que aumente el desempleo y la población en riesgo, especialmente la del sector informal, que en Latinoamérica y el Caribe es de por lo menos 140 millones de personas (54 % de la población).

El impacto de estas medidas en el flujo de remesas en la región aún está por verse. Aun así, la firma Ecoanalítica calcula que, debido a la crisis sanitaria, la entrada de remesas a Venezuela este año será de unos 1500 millones de dólares, muy por debajo del estimado anterior al COVID-19, que era de 3500 millones.

El Banco Mundial calcula que la llegada de remesas a América Latina y el Caribe se reducirá 19,3 %, en contraste con el 7,4 % que creció en 2019 y que se tradujo en un flujo de 96.000 millones de dólares. En 2019, los países con ingreso medio y bajo recibieron 554.000 millones de dólares en remesas, cifra que podría reducirse a 445.000 millones debido a la pandemia.

En 2019 entraron poco más de 3115 millones de dólares por remesas a Venezuela, siendo el país latinoamericano con mayor crecimiento de estas respecto a 2018 (28,1 %), seguido de Brasil (15,5 %) y Honduras (14 %), de acuerdo con cálculos hechos por el Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del centro de análisis Diálogo Interamericano.


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