Jairo Fuenmayor, expresidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, explicó que la capacidad del Estado es nula para brindar servicios de tratamientos para fertilidad, pues no cuentan con tecnologías ni equipos.
Caracas. Durante dos años Jazmín Gómez*, junto a su esposo Juan*, intentó quedar embarazada sin éxito. Tras someterse a varios exámenes médicos, recibieron el diagnóstico que tanto temían: problemas de fertilidad.
Su única opción era someterse a un tratamiento de fertilidad, pero pronto se dieron cuenta que acceder a uno sería una batalla cuesta arriba. Al pronóstico negativo lo combatieron con una firme esperanza y el apoyo de círculo más cercano.
En Venezuela, la crisis del sector salud, devenida en emergencia humanitaria compleja, ha ocasionado que los tratamientos de fertilidad sean prácticamente inalcanzables para la mayoría de las personas. Expertos advierten que el Estado no cuenta con los recursos ni la tecnología para ofrecer estas opciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló en abril de 2023 que una de cada seis personas en el mundo sufren de infertilidad. A propósito de la cifra la OMS instó a los Gobiernos de los países miembros a aumentar el acceso a los tratamientos de fertilidad en las mujeres.
Jairo Fuenmayor, expresidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela y especialista en ginecología y obstetricia,, explicó que la capacidad del Estado es nula para brindar servicios de tratamientos para fertilidad, ya que no cuentan con los equipos que se requieren y las mujeres que necesiten estos servicios deben acudir al sector privado.
No hay consultas de fertilidad en ningún hospital. La fertilidad artificial es un procedimiento médico muy complejo que requiere una serie de medicamentos y aparatos de alto costo. Esto se han vuelto prácticamente inaccesible para la población en el sector público”, indicó.
Fuenmayor aseguró que los tratamientos de baja complejidad podrían realizarse en los hospitales, pero se necesitan algunos recursos que no están disponibles en los hospitales. Mientras que los tratamientos de alta complejidad no existen a nivel público.
“En los hospitales no hay ni siquiera lo más básico para examinar a las pacientes, como son exámenes hormonales que deben realizarse en los servicios de laboratorios o equipos para un ultrasonido”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la infertilidad como una enfermedad que afecta a millones de personas en edad de procrear. A pesar de la magnitud del problema, las soluciones para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la infertilidad, son inaccesibles para muchos, debido al costo y la limitada disponibilidad.
Servicios sin consultas
Jazmín y Juan intentaron su suerte en varios hospitales públicos de Caracas pero se toparon con salas cerradas y escases de información. En el Pérez Carreño ni siquiera hay consultas de fertilidad. En el Vargas directamente no funciona el servicio de ginecología.
A pesar del anuncio presidencial de un “Programa Especial de Fertilidad”, anunciado en octubre 2023, los especialistas aseguran que no se ofrece en la realidad. Ante esta situación, muchas parejas como Jazmín y Juan sólo tienen una opción: acudir a clínicas privadas donde un solo intento de fertilización in vitro puede costar hasta 12 mil dólares, completamente fuera de su alcance.
“No tenemos consulta de fertilidad en el servicio desde hace 10 años. Por ahora solo consultas ginecológicas y las citas ya están lejos”, explicó la enfermera, desde la recepción del servicio, a quienes se acercan a preguntar en el Hospital Miguel Pérez Carreño.
Además, los pacientes deben llevar los insumos para que le tomen la muestra de citología o biopsia y deben procesarla en otro lugar porque el hospital no tiene reactivos.
Por su parte, en el Hospital José María Vargas desde enero de 2024, no funciona el servicio de ginecología porque no tienen consultorio para atender a las pacientes. Quienes acuden a la sala 13 se topan con un cartel que dice: “no hay citas hasta nuevo aviso”.
No estamos atendiendo a las pacientes porque el hospital está en remodelación desde que iniciamos 2024. No sabemos cuándo volverán a funcionar los servicios adecuadamente. Las pacientes de ginecología las refirieron a otros centros”, dijo una doctora del hospital a Crónica.Uno.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha clave para recordar los logros y avances en materia de igualdad entre hombres y mujeres, pero también para reivindicar los muchos derechos que quedan todavía por conquistar y los que se tienen.
Sin embargo, en 2020, la ONG Avesa, publicó que ocho de cada 10 mujeres no puede acceder a tratamientos médicos ginecológicos especializados en Venezuela, lo que violenta los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Información poco clara
El servicio de Ginecología del hospital Universitario de Caracas se ubica en el piso cuatro y recientemente fue remodelado. Sus paredes pintadas, las puertas nuevas y la iluminación dan cuenta de ello. Aunque, los trabajos de restauración siguen en el área de atención al paciente.
“Sí hay consultas de fertilidad, pero las mujeres deben verse primero por triaje para que les envíen los exámenes que debe hacer y luego el doctor la remite a fertilidad, pero las citas para las consultas de fertilidad están para dentro de cuatro meses”, dijo una persona encargada de dar información en el piso cuatro del hospital.
El 25 de octubre de 2023, el mandatario Nicolás Maduro, anunció el Programa Especial de Fertilidad en los hospitales para aquellas personas que no pueden costear los montos de los tratamientos en el sector privado. “Este Plan de Fertilidad viene atado a lo que es la planificación familiar y a todo el programa que lleva el Ministerio del Poder Popular para la Salud”.
Sin embargo, un médico del servicio, afirmó que en el lugar no hay tratamientos de fertilidad actualmente. “En estos momentos solo tenemos consultas, pero los tratamientos que requiere cada paciente deben hacérselo en el ámbito privado y los exámenes que se piden también”.
Tratamientos de fertilidad
Fabiola Galviz, especialista en ginecología y reproducción humana, mencionó que hay un problema de fertilidad en el hombre o mujer cuando la pareja lleva alrededor de dos años sin usar métodos anticonceptivos y no logra un embarazo.
Para diagnosticarlo es necesario realizar unos exámenes en el hombre y la mujer. Una vez recibido el diagnóstico se programa el tratamiento, el cual puede ser de alta o baja complejidad”, puntualizó la especialista.
Galviz explica que los tratamientos de baja complejidad consisten en un monitoreo ovulatorio en el ciclo menstrual de la mujer y se indica a la pareja cuál es el momento de tener la relación sexual. “Si la mujer no ovula, se puede realizar una estimulación ovárica o la inseminación artificial”.
Asimismo, señaló que los de alta complejidad son aquellas técnicas de reproducción asistida. “La fertilización in vitro con transferencia embrionaria. Además, se pueden utilizar células reproductivas de la pareja, pero también se puede optar por usar la de algún donante. En estos tratamientos se requiere de laboratorios y biólogos”.
Opciones privadas
Fuenmayor indicó que los pacientes que requieran tratamientos de fertilidad deben ir a clínicas privadas y pagar el precio del tratamiento, los cuales varían de acuerdo con el tipo, sean de baja o alta complejidad.
“La población femenina que tienen acceso a la salud de alta calidad es del 10 %. De manera tal que aquellas personas que están dentro de ese grupo son quienes tienen posibilidades para acceder a los estudios y tratamientos de fertilidad en las clínicas privadas”.
Crónica.Uno consultó varios lugares privados para conocer el costo de los tratamientos médicos, en Caracas:
Embrios (Clínica Caracas):
- Consulta de fertilidad: $130
- Baja complejidad: $4000
- Alta complejidad: $10.000
Centro Médico Docente La Trinidad:
- Consulta de fertilidad: $100
- Baja complejidad: $3000
- Alta complejidad: $9000
Fertilab (Clínica El Ávila):
- Consulta de fertilidad: $200
- Baja complejidad: $6000
- Alta complejidad: $12.000
*Se usaron nombres ficticios a petición de las fuentes para resguardar su identidad y confidencialidad.
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