Ni la lluvia interrumpió el cine itinerante para niños y niñas en lo más alto de San Agustín del Sur

San Agustín

El primer Festival de Cine Cumbe San Agustín presentará varias propuestas en diversos espacios de la comunidad: Teatro Alameda, Centro Cultural Parque Central, Bulevar San Agustín, Plazoleta de Marín, en la zona Guaguancó de Colores y en la Fila de Marín, en lo más alto de la parroquia.

Caracas. Las nubes grises y la brisa fría amenazaban con suspender la proyección de una película infantil en Filas de Marín, una comunidad de la parte alta de San Agustín del Sur, en el municipio Libertador de Caracas.

Más de 20 niños y niñas de la comunidad se agruparon en un pequeño callejón a la espera de la película, que se proyectó la tarde del miércoles, 25 de mayo.

Foto: Gleybert Asencio

Este lunes, 23 de mayo, inició el primer Festival de Cine Cumbe San Agustín, que presentará varias propuestas de cine hasta el sábado, 28 de mayo, en diversos espacios de la comunidad: Teatro Alameda, Centro Cultural Parque Central, Bulevar San Agustín, Plazoleta de Marín, en la zona Guaguancó de Colores y en la Fila de Marín, lo más alto de la parroquia.

La vista de Fila de Marín es privilegiada. Como si fueran parte de un marco se pueden ver las torres de Parque Central y el cerro El Ávila. Dentro de ese cuadro más de 20 niños y niñas de la comunidad esperaban ver un Gato en París, una película de animación producida por Francia y Bélgica en 2010.

Foto: Gleybert Asencio

Este largometraje fue uno de los aportes de la Oficina Cultural de la embajada de España en Venezuela, quienes participan como parte de los patrocinadores del festival.

—París es la capital de un país que ¿se llama?, preguntó uno de los organizadores del evento.
—¡Franciaaa!, gritaron los niños.

Foto: Gleybert Asencio

Graciela Burgos es habitante de la comunidad. Su familia es parte de los más de 300 núcleos familiares que los vecinos calculan en Fila de Marín. Se enteró de la actividad a través de los grupos de Whatsapp de la comunidad y llevó a su nieta Noah, de nueve años de edad.

“Mamá, hoy también van a suspender el cine”, le dijo Noah a su abuela, a quien le dice mamá. Horas antes de la proyección de este miércoles también llovió en la zona. Ella casi llora cuando se suspendió la del martes, contó Graciela.

Foto: Gleybert Asencio
No todos pueden ir al cine

“Algunos sí, algunos no”, precisó Jennifer Esqueda, vecina de la zona, sobre las posibilidades dentro de la comunidad de que las familias puedan llevar a sus hijos a ver películas en salas de cine pagas.A una familia con más de dos niños pequeños creo que se le complica más, agregó.

En la actualidad, los costos de las entradas de cine pueden variar entre seis y 17 bolívares. En San Agustín es la primera vez que en la zona se organizan proyecciones de cine itinerante. La última vez que Jennifer llevó a sus hijos al cine fue solo a su hijo mayor, de 14 años de edad, y ocurrió hace dos años, cuando era emigrante venezolana en Colombia.

Foto: Gleybert Asencio

Desde que regresé lo he llevado a pasear a otros lados, pero de verdad no los he llevado al cine. A nosotros, gracias a Dios, no se nos complica tanto, comentó Jennifer, quien desde que regresó, hace un año, montó una barbería en la comunidad junto con su esposo.

Bárbara, de cuatro años de edad e hija menor de Jennifer, fue quien acudió a la proyección de Fila de Marín. La niña se sentó en primera fila con una tiara plateada sobre su cabeza. No se la quiere quitar, dijo Jennifer acerca de la tiara. Mientras esperaban la proyección, los pequeños conversaban entre ellos.

Foto: Gleybert Asencio

En el cine itinerante no había asientos, pero sí mucha emoción. La bulla y la euforia de los niños y niñas no dejaba a los organizadores dar las instrucciones ni la explicación sobre la película. “Vamos a hacer silencio para dar inicio a la proyección”, pedían los organizadores.

Mientras tanto, algunos niños bromeaban con frases como “¡apaguen la luz!”. La luz del sol aún no desaparecía a pesar de que ya faltaba poco para el anochecer.

Foto: Gleybert Asencio
La lluvia no opacó la actividad

Pero las nubes grises empezaron sus primeros goteos, cuando Ángel Barazarte, organizador del evento y vecino de la comunidad, decidió anunciar que la actividad debía ser suspendida, tal cual como ocurrió el día anterior.

“Nos van a tener que disculpar, pero vamos a tener que recoger los equipos”, explicó a los pequeños, quienes, desilusionados, se dispersaron por el callejón. Hasta que Emilio Mujica, otro de los organizadores, propuso mover los equipos a un espacio cerrado de la comunidad llamado Club Alegres All Stars, el cual tiene más de 50 años en la comunidad.

Foto: Gleybert Asencio

Alegres All Stars, es la sede de un club de bolas criollas fundado por el padre de Ingrid López, vecina de la comunidad. En ese espacio pequeño, decorado con afiches de figuras deportivas como Miguel Cabrera y Lionel Messi, se juega dominó, se bebe cerveza, se organizan eventos culturales y, “de vez en cuando”, se baila.

Pero esta vez sirvió para que los niños y niñas de la comunidad pudieran ver la película, incluso con mucha más oscuridad. Este aspecto le daba más ambientación de cine, que en la calle frente al club donde se esperaba que fuera la proyección.

Foto: Gleybert Asencio
Más cine en la comunidad

Para este jueves y viernes, en Fila de Marín se proyectarán otras dos películas: Misión H2O y Campeones, respectivamente. De igual forma continuará el cine itinerante en los demás espacios habilitados para el festival.

Queremos implementar un cronograma de proyecciones de por lo menos una vez al mes, para darle continuidad al trabajo que vienen realizando las organizaciones culturales que hay en la comunidad”, comentó Jesús Paicosa, organizador y vecino de la comunidad sobre los planes a futuro luego de que culmine el festival.

Foto: Gleybert Asencio

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