La madre de Osleyner Díaz, de cinco años, padece de cáncer y por lo comprometida que está su salud tuvo que permitir que el pequeño viviera con su padre, Alfredo Machado. El hombre está detenido.

Caracas. Cuando los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron a la casa encontraron el cadáver de Osleyner Ismael Díaz Mejías, de cinco años, en la cama.

La inspección de la vivienda, ubicada en la calle Prado de Parque Caiza, municipio Sucre, estado Miranda, se hizo a pedido de la familia materna del niño, tras la alerta hecha por el padre, quien estaba a su cargo.

El pequeño tenía varios hematomas en el cuerpo y en el ojo derecho, además de una herida abierta en la cara. Su papá, Alfredo Machado, declaró a los funcionarios que al despertar, la mañana del miércoles, 8 de junio, encontró al niño sin signos vitales. Sin ofrecer más información. 

La versión que Alfredo dio a la policía fue que al ver al niño muerto, pidió ayuda a los vecinos, pero nadie lo ayudó. Por eso caminó desde Parque Caiza hasta Las Tapias, en La Dolorita, donde vive mi familia, para avisarnos lo que había pasado. Mientras dejó al niño solo en la casa, contó Rachel Díaz, tía materna del niño.

A Rachel le llamó la atención que los funcionarios dijeran que el niño estaba vestido y tenía puesto los zapatos, en vez del pijama. Eran casi las 7:00 a. m. cuando Alfredo llegó a La Dolorita a pedirle ayuda a la familia materna.

La autopsia practicada, en la morgue de Bello Monte, determinó que el niño murió a causa de taponamiento cardíaco por hemopericardio ocasionado por un traumatismo torácico severo. Lo que ocurre cuando se ejerce una presión excesiva en el área del corazón. Como consecuencia de esto, el cuerpo no recibe suficiente sangre y el resultado es la muerte. 

Autopsia del pequeño de cinco años.| Foto: Cortesía Rachel Díaz

El padre del niño, de 42 años, está detenido en la subdelegación de El Llanito del Cicpc. Fuentes extraoficiales informaron que el hombre confesó que cometió el homicidio.

Rachel Díaz.| Foto: Yohana Marra

Solo quiero que se haga justicia por mi niñito, pidió su tía.

Bajo cuidado del padre

Desde hace siete meses Osleyner vivía con su padre. La mamá del pequeño, Génesis Díaz, de 30 años, tiene cáncer de cuello uterino y su salud está comprometida

Por las complicaciones médicas, Génesis no pudo hacerse cargo de su niño, por lo que decidió dejarlo, temporalmente, al cuidado de su abuela y tías maternas.

Pero la situación económica afectó cada vez más a la familia. A raíz de estas dificultades, la abuela y tías del pequeño se vieron obligadas a pedirle a Alfredo que se hiciera cargo del niño.

Mi mamá cuidaba al niño, pero mi hermana se complicó y mi mamá se dedicó a su cuidado. Mi hermana mayor se encargaba de todos los trámites del cáncer de mi hermana (Génesis) y yo trabajo para ayudar a cubrir los gastos de la enfermedad, agregó Rachel.

Alfredo vive en una casa, en la zona rural de Parque Caiza, propiedad de su pareja que falleció. Trabajaba en las caballerizas de la zona. 

Yo hablaba todas las noches con mi sobrino por el celular de su papá, él me decía que estaba bien. Pero desde hace una semana perdí el contacto con él porque su papá dijo que el celular se le había dañado, pero cuando la policía verificó él tenía su celular en buen estado, contó Rachel Díaz, tía materna de la víctima.

La víctima tenía hematomas en su cuerpo.| Foto: Cortesía Rachel Díaz

Alfredo no reconoció legalmente a su hijo. Pero cuando el niño cumplió dos años empezó a tener contacto con él.

Rachel Díaz no compartió con el padre de su sobrino, quien no se casó con su hermana. Por lo que poco conocía de su conducta o carácter violento. Aunque vecinos del ahora acusado notaron algunos antecedentes de su agresividad.

Alertas de violencia

En marzo, Norelis Muñoz, una vecina de la zona, vio algunos hematomas en la espalda del niño y otro más notorio en el ojo. El pequeño alegó que un cerdo lo había tumbado, y arrastrado, mientras estaba en las caballerizas. 

Yo insistí porque noté que él estaba muy nervioso. Y me confesó que su papá le había pegado porque, supuestamente, comía muy lento. Cuando hablé con Alfredo me dijo que le había pedido perdón al niño y que no volvería a pasar.

Norelis le daba trabajo a Alfredo en unos terrenos de su propiedad, trataba de ayudarlo porque sabía que no tenía recursos económicos y le parecía excelente empleado.

Contó que el 23 de diciembre de 2021 falleció Aura, de 60 años, quien era pareja de Alfredo. Desde entonces el niño vivía solo con su padre

Denuncia al consejo comunal

Los vecinos aseguran que días previos al asesinato del pequeño, lo escucharon llorar. Norelis en muchas ocasiones se encargó del cuidado de Osleyner, lo sacaba a pasear con su hija y hasta le celebró su cumpleaños. 

Con tristeza sacó su celular para enseñar varias fotos que tenía de él. Mostró imágenes de los paseos al Ávila, de las salidas a bordo del carro de Norelis, las fotos con su torta de cumpleaños y al niño cuando comía en su casa. 

Hace como cinco días Alfredo me dijo que tenía una situación difícil y yo me ofrecí para cuidar nuevamente al niño. Tenía una semana que no nos quería enseñar al niño, pensé que ni siquiera estaba en la casa y nosotros no teníamos contacto con la familia materna

Los vecinos ya habían notificado al consejo comunal de la zona la presunta situación de violencia que vivía el niño. 

De acuerdo con Carlos Trapani, coordinador general de la organización Cecodap, aún son insuficientes los fondos, políticas públicas y acciones del sistema de protección para prevenir la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Por estos motivos las familias no denuncian las situaciones de violencia contra los menores de edad.

Norelis también contó que a Alfredo lo denunció un vecino, hace mucho tiempo, porque lo agredió. Le pegó con un tubo en la cabeza durante una discusión.

Alfredo por cualquier cosa perdía la paciencia. Una vez le dije que tratara de controlar un poco su temperamento y esos momentos de rabia repentinos

Osleyner no asistía a la escuela. Sus familiares y vecinos lo describieron como un niño dulce, amoroso y tranquilo. Hasta días antes de su asesinato manifestó su deseo de volver a ver a su mamá.


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