Residentes de Coche y Caricuao denunciaron que, aunque están censados por los consejos comunales, no han recibido su primera bolsa por vivir alquilado o “ser escuálidos”.

Caracas. Desde abril, los consejos comunales comenzaron el censo en los hogares para la repartición de las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento (Clap). Y aunque la idea del programa —que arrancó por mandato del presidente Nicolás Maduro— es garantizar los productos básicos a través de la distribución casa por casa, hay quienes, después de seis meses, aún no reciben su primer paquete.

Así es el caso de algunos residentes de la comunidad La Floresta, en Coche —específicamente de quienes hacen vida en los cinco edificios que componen el Conjunto Residencial La Floresta— que han visto con impotencia cómo sus demás vecinos de la zona reciben el esperado paquete, mientras a ellos los ignoran.

A pesar de que en reiteradas ocasiones han recogido firmas para acceder a las bolsas, Zoraida Bravo, habitante del conjunto residencial, indicó que los representantes del consejo comunal encargados de la repartición alegan que ellos no pueden recibir los paquetes debido a su postura política.

“Son apenas 10 personas que integran el consejo comunal, pero los que vivimos en los edificios no hemos recibido las bolsas aunque estamos censados. Los del grupo comunal sí las reciben, y se las dan a otras personas, pero ellos escogen a quién entregarlas. Hemos hecho reuniones, recogido firmas, pero ellos nos dicen que como somos de La Floresta, somos escuálidos, y por tanto, no merecemos el beneficio”, afirmó Bravo.

De acuerdo con el testimonio de Bravo, ella y otros vecinos han sido testigos de cómo los miembros del consejo han llegado a rifarse la comida entre ellos. Algo que no se explica, pues indicó que todos los edificios del conjunto residencial fueron censados en dos ocasiones, apenas el Jefe de Estado dio la orden en el mes de abril.

“La primera vez nos pidieron copias de la cédula de identidad. Fueron casa por casa en cada edificio. Y luego en el segundo censo verificaron cuántas personas vivían en cada apartamento y qué necesidades habían”, relató.

Los Clap están integrados por los consejos comunales, las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCh), representantes del Frente Francisco de Miranda y Unamujer, pero desde su creación se ha denunciado la repartición discrecional de las bolsas, otras no llegan los días señalados o con otros artículos diferentes a los prometidos.

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A principios de esta semana la diputada, Mariela Magallanes, comentó que residentes de diversas comunidades acudieron a la Asamblea Nacional (AN) a cuestionar el sistema de los Clap porque en la distribución hay discriminación política.

Además del obstáculo mencionado, otra traba para la asignación de la bolsa es no ser dueño de la propiedad en la que se vive. Las personas alquiladas no se benefician de los paquetes.

Erika Omaña, vecina de UD4 en Caricuao, relató en una entrevista telefónica que no ha recibido el primer combo de productos básicos porque vive alquilada.

Omaña, que se desempeña como manicurista, tiene dos años como inquilina en el apartamento, y agregó que desde el primer censo para la repartición de la comida fue “aceptada” por los miembros del consejo comunal. Luego, en el segundo censo de verificación, no hubo mayores problemas.

Pero en el reparto, el panorama se pintó negro para ella: “La primera bolsa se la dieron a la dueña de la vivienda. Ese día ni estuve porque estaba trabajando. Pero la segunda vez, estando presente me indicaron que no me tocaba porque yo vivo alquilada y la bolsa le corresponde es a la dueña de la casa”.

Y aunque apuntó que son varios los vecinos que tampoco han recibido el beneficio, muy pocos están dispuestos a hablar porque no saben dónde denunciar la situación.

“No sabemos a quién dirigirnos, porque el consejo comunal no nos explica nada. No tenemos información. Y no es justo que luego por la televisión el presidente diga que los Clap funcionan cuando hay muchos que no hemos visto la primera bolsa”, sostuvo.

Además, hay oportunidades en que las bolsas son repartidas en horarios en los que no todos los vecinos se encuentran en sus casas.

“Muchos trabajamos y llegamos en las noches, luego de la repartición. Y si no retiran las bolsas, los del consejo comunal se quedan con ellas”, añadió la vecina de Caricuao.

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Poco control

Aunado a los obstáculos están los precios. Las bolsas de los Comités arrancaron con un costo de 1.500 bolívares, que subía a 2.000 bolívares si  incluía pollo, sin embargo, quienes logran acceder a los paquetes tienen que pagar más por ellos cuando les llegan.

En algunas comunidades como Antímano, los vecinos están cancelando más de 4.000 bolívares por dos kilos de harina precocida de maíz, un kilo de azúcar, una pasta y un pollo. Para algunos, estos productos se quedan cortos para las familias con más de cinco integrantes.

La diputada Magallanes expresó el pasado martes que entre las denuncias presentadas al Parlamento se encuentra la venta de artículos con sobreprecio y la falta de transparencia en el manejo de los recursos, pues al vender las bolsas sin factura no existe una supervisión del dinero que reciben los Clap.

Foto referencial: Miguel González


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