Oliveros asegura que ya pasó el peor ciclo de contracción económica pero no ve crecimiento en 2020

ciclo de contracción económica

El economista explica que la mayor apertura cambiaria y comercial, la convergencia de tasas oficiales y paralelas —que fueron prácticamente equiparadas en enero de 2019— son medidas pragmáticas con las que el gobierno de Nicolás Maduro ha conseguido estabilidad política.

Caracas. Venezuela ya transitó los primeros 59 días en su séptimo año de contracción económica. Según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2018 la caída del Producto Interno Bruto (PIB) se ubicó en 52 %. Este 2020 no será la excepción y ya firmas como Ecoanalítica advierten una contracción en el PIB de 10 %.

En 2019 se acentuaron los cambios en la política económica de Nicolás Maduro. Las medidas contemplaron relajación en el control de precios y una mayor permisibilidad en el uso del dólar y otras monedas extranjeras. El economista Asdrúbal Oliveros es tajante y advierte que esa “apertura” no generará crecimiento, al menos no en este momento, donde explica que los mayores disparadores como el gasto, el crédito y el consumo, no están presentes en el modelo venezolano.

Los seis años de recesión dejan a su paso cierre de industrias, caída en el consumo, inflación, una sostenida devaluación del bolívar, una marcada pérdida de poder adquisitivo, entre otros. Este 2020 la nación sigue en hiperinflación, la cuarta más larga del mundo, aunque a un ritmo menos acelerado que en 2018 y 2019. Por ahora, los especialistas explican que uno de los mayores dolores de cabeza es la apreciación de la moneda, que deriva en que los costos internos suban mucho más rápido que el tipo de cambio y que a los productores les cueste el triple producir un artículo. 

El Estado se sostiene del negocio del petróleo, el oro y minerales. En 2019 las autoridades mostraron una incipiente disciplina fiscal en el manejo de las finanzas públicas. “Este es un gobierno que está gastando mucho menos, algo que no se veía antes”, indicó Oliveros en el foro Perspectivas Económicas 2020 de Venamcham realizado este 27 de febrero en Caracas. 

La caída de la producción petrolera, que en un año se ubicó en -41 %, mermó los ingresos del Gobierno y lo que entra se ha destinado a la compra de alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y combustible, ambas estrategias de contención social, asegura el economista. 

En Venezuela también existen mercados ilícitos con ganancias que no son insignificantes. En 2018 el contrabando de oro generó $2711 millones, gasolina entre $1860 – $2791 millones, estupefacientes $2650 millones, subsidio cambiario $3446 millones y la sobrefacturación $3711 millones.

A juicio de Oliveros esta mayor apertura cambiaria y comercial, la convergencia de tasas oficiales y paralelas, que fueron prácticamente equiparadas en enero de 2019, son medidas pragmáticas con las que el gobierno de Nicolás Maduro ha conseguido estabilidad política.

La sobrevivencia de Maduro se sostiene en la ventas de euros en efectivo a la banca (€700 millones en 2019), la restricción del crédito, disminución del gasto, la contracción de la industria manufacturera impulsada por una política de importación. Medidas adoptadas en 2019 que marcaron una diferencia con la narrativa socialista.

Oliveros deshace los mitos que se gestan alrededor de la economía venezolana. Uno de ellos: que la administración de Maduro y sus colaboradores no pueden sacar el dinero del país debido a las sanciones de EE. UU., el especialista explica que sí hay manera de hacerlo a través de “mecanismos muy sofisticados”. Algunos de los destinos que citó son: Líbano, Rusia, China, Hong Kong, España y Turquía. Aliados como Rusia y China son algunos de los que más apoyo han mostrado a Maduro desde que la comunidad internacional le dio la espalda al mandatario.

Ecoanalítica estima que este año la inflación cierre en 2700 % y que la variación en el tipo de cambio se ubique en 2500 %.

Otro mito que desmontó el sociodirector de la firma es el auge de negocios de artículos importados, llamados bodegones. Según Oliveros, el movimiento de containers es casi del mismo tamaño que las importaciones, en ese sentido, acotó que no se trata solo de “Oreos y Nutella”, sino de una “política más amplia y profunda”.

Este 2020 no tendrá el “peor ciclo de contracción”, afirma el experto, no obstante, advierte que la economía venezolana no entra todavía en una senda de crecimiento. Para Oliveros, tampoco habrá un colapso inminente por la vía financiera mientras la dolarización se expanda en el país, dejando al paso una marcada desigualdad entre la población, donde apenas 15 % puede mantener su nivel de consumo.


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