El informe de la organización tiene los resultados de 2018, año que dejó 228 millones de casos y mató a 405.000 personas.
Caracas. De acuerdo con el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay un aumento de malaria en la Región de las Américas debido al incremento en la transmisión de la enfermedad en Venezuela.
El municipio Sifontes, ubicado en el estado Bolívar, es el número 1 en cargas de casos de aumento de malaria en el país y también en Las Américas, según la Organización Panamericana de la Salud.
Solo en el municipio Sifontes se presentó casi un tercio de los casos venezolanos. En 2019 llevan un acumulado de 84.924.
El informe de la OMS tiene los resultados de 2018, pero son las cifras más cercanas que le dan un estatus serio a la epidemia que dejó, durante ese año, 228 millones de casos y mató a 405.000 personas.
Venezuela presenta en estos momentos 51 % de los casos de la región. Supera con creces a Haití, que tiene 2 % de los contagios, a Guyana (4 %) y a Nicaragua (6 %).
El informe de la OMS señala, como dato relevante, que se registraron descensos en todas las regiones de análisis, excepto en Las Américas, debido precisamente al aumento de malaria en Venezuela. Y en la Región del Mediterráneo Oriental por los casos de aumento en Somalía, Sudán y Yemén. Las muertes estimadas por la enfermedad disminuyeron de 585.000 a 405.000 —con la excepción ya mencionada— entre 2010 y 2018.
Sin embargo, el reporte positivo que da el informe de más de 230 páginas es que, en el ámbito mundial, la red de eliminación se está ampliando, con más países avanzando hacia el objetivo de cero casos autóctonos. En 2018, 49 países reportaron menos de 10.000 de estos casos, frente a 46 países en 2017 y 40 países en 2010.
El número de países con menos de 100 casos autóctonos —un fuerte indicador de que la eliminación está cerca— aumentó de 17 países en 2010 a 25 países en 2017 y 27 países en 2018.
Paraguay y Uzbekistán obtuvieron la certificación de eliminación de la enfermedad por parte de la OMS en 2018, y Argelia y Argentina lograron la certificación a principios de 2019. En 2018, China, El Salvador, Irán, Malasia y Timor-Leste reportaron cero pacientes autóctonos.
No obstante, el año pasado la malaria atacó a 228 millones de personas y mató a unos 405.000, principalmente en África subsahariana.
En 2018, se estima que 11 millones de mujeres embarazadas se infectaron con malaria en áreas de transmisión moderada y alta de enfermedades en África subsahariana. Como resultado, casi 900.000 niños nacieron con bajo peso.
Inversión inadecuada
Otro punto desarrollado por la OMS es el financiamiento que están haciendo los países para controlar el vector. Destacan los investigadores que la inversión es inadecuada, “siendo una barrera importante para el progreso futuro”.
Durante 2018, el financiamiento total para el control y la eliminación de la malaria alcanzó un estimado de 2,7 millones de dólares, muy por debajo del objetivo de financiamiento de 5000 millones de dólares de la estrategia global.
En Venezuela no hay inversión oficial, salvo el fondo que se aprobó por el Plan Maestro: cinco millones de dólares para la malaria, tuberculosis y VIH-Sida.
Aquí la malaria se mantiene activa. Según el reporte mundial anterior de la OMS (2018), los casos de paludismo aumentaron 886 %. En 2017 murieron 456 pacientes, según el organismo. El Gobierno no publica la data oficial. De acuerdo con la OMS Venezuela contabilizó 52 casos. Al cierre de la década supera los 400.000.
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