Como ya lo hiciera en una entrevista a The Wall Street Journal a principios de mes, la Fiscal General considera que la Constitución de 1999 es “inmejorable”.
Caracas. La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, vuelve a pronunciarse y nuevamente lo hace para marcar distancia del Gobierno. Luego de cuestionar de viva voz los fallos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra la Asamblea Nacional y de criticar la actuación de policías y jueces durante la actual ola de protestas, ahora se opone a la propuesta del presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), por considerar que lejos de ayudar a superar la actual crisis, la agravará.
Los cuestionamientos a la iniciativa presidencial los expresó la jefa del Ministerio Público en una carta que le dirigió al ministro de Educación, Elías Jaua, quien preside la Comisión que se encargará de definir las condiciones para elegir a los miembros de esa instancia, en la cual rechazó la invitación a participar en una reunión para analizar el planteamiento que se celebró el jueves en el Palacio de Miraflores.
“Para resolver la crisis indudable y sin precedentes que atraviesa el país no es necesario, pertinente ni conveniente llevar a cabo una transformación del Estado en los términos que supondría una nueva Constitución”, afirmó la funcionaria en su misiva a Jaua, en la cual advirtió que la Constituyente “lejos de coadyuvar a la ansiada reconciliación nacional, generaría un alto grado de incertidumbre, habida cuenta del riesgo y la desconfianza que se produciría en los ciudadanos ante la eventual pérdida de las conquistas logradas con la Constitución de 1999, aunado al tiempo y recursos humanos que exigiría convocar de nuevo al Poder Constituyente”.
Ortega Díaz reiteró las declaraciones que le dio al diario estadounidense The Wall Street Journal a principios de mes, donde aseguró que la Constitución de 1999 es “inmejorable, además de ser el mayor legado del presidente Hugo Chávez”.
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Otros argumentos
Pero las razones esgrimidas en la carta no son las únicas por las cuales la Fiscal no ve con buenos ojos la realización de una nueva Constituyente.
“Aunque han dicho que la Constituyente no disolverá a ningún poder, tampoco lo han descartado y eso es una amenaza tanto para la Asamblea Nacional como para la Fiscal por sus posiciones”, afirmaron fuentes cercanas al MP.
En una entrevista para el Diario Las Américas, el abogado y constituyentista de 1999, Herman Escarrá, negó que la intención de la iniciativa presidencial sea cerrar el actual Parlamento dominado por la oposición sino “buscar la paz”, pero no descartó que el tema se plantee.
“El objetivo no es disolver ningún poder, aunque seguramente alguien lo planteará, pero para que eso se apruebe, la mayoría debería estar de acuerdo. Ya tuvimos el antecedente de 1999, donde el extinto Congreso y la Constituyente convivieron durante meses apenas a unos metros de distancia”, declaró.
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