Pacientes deben llevar hasta la sutura para poder ser intervenidos en hospital central de Margarita

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José Antonio Narváez, presidente del Colegio de Médicos del estado Nueva Esparta, calculó que el paciente o sus familiares deben disponer de al menos $300 para adquirir el kit de insumos y este pueda ser admitido en el área quirúrgica del hospital central de Margarita.

Porlamar. Ni siquiera los cambios de director, que fueron dos en menos de 15 días, han logrado sacar de la crisis al hospital central de Margarita doctor Luis Ortega, ubicado en Porlamar, y en el que son atendidos tanto los pacientes que pagan al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales como los que no.

El presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, José Antonio Narváez, considera que la situación en el hospital central sigue siendo precaria en sus condiciones, al igual que la red ambulatoria de la entidad.

Refirió que siguen sin insumos, sin medicamentos y sin material médico quirúrgico, así que estos deben ser costeados por los mismos pacientes o sus familiares.

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La carencia de insumos conlleva al uso de métodos rudimentarios.  Foto: Cortesía.

Insistió en que no es posible que los pacientes tengan que llevar hasta el hilo de sutura para poder ser intervenidos en el principal centro de salud de referencia de la región neoespartana.

Narváez calculó que para que un paciente pueda ser admitido en el área quirúrgica debe disponer de al menos 300 dólares para comprar el kit de insumos mínimo, y no se incluye el costo del proceso posoperatorio.

Hasta para atender un paciente con herida abierta es necesario que lleve el hilo de sutura”, apuntó.

La docente Ysaura Salazar contó que para ser intervenida de apendicitis debió esperar por la respuesta de la gente a través de las redes sociales para reunir todos los materiales médico quirúrgicos que le exigieron.

“Hasta la sutura y el alcohol tuve que llevar para evitar que de la apendicitis, por la larga espera, se convirtiera en peritonitis. Gracias a la respuesta de la gente hoy estoy recuperada de mi problema”, confirmó ya reincorporada a sus labores en el municipio Tubores.

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La larga lista de insumos que deben comprar los pacientes para ser operados. Foto: Dexcy Guédez.

El presidente de gremio médico también hizo hincapié en que la fuga de personal médico y paramédico sigue siendo importante en el sistema sanitario regional, y calculó en 60 % el déficit de las distintas especialidades médicas.

Mencionó, por ejemplo, que hace más de cuatro años en el hospital central Luis Ortega no se cuenta con el servicio de Medicina Crítica, como tampoco de Terapia Intensiva para adultos y niños. Los servicios de Neurocirugía y Urología son inexistentes, mientras que las fallas en servicios como Pediatría, Medicina Interna, Cirugía y Ginecobstetricia son casi absolutas.

Todas esas carencias que atentan contra la atención de los pacientes es un deber indeclinable que deben atender las autoridades sanitarias del estado y, como mínimo, deben tratar de solventar esas situaciones”, remarcó Narváez.

Igualmente, abogó por la reapertura de ambulatorios como el de Salamanca, Juan Griego y Manuel Antonio Narváez, ubicado en la Sierra, que cuentan con infraestructura necesaria para aliviar el trabajo en el hospital Luis Ortega. Sin embargo, en la actualidad estos no prestan servicios quirúrgicos, de laboratorio y de rayos X. El principal centro asistencial de la entidad tampoco cuenta con ellos.

No se ataca el problema de fondo

El presidente del gremio médico insular aseguró que el gobernador Morel Rodríguez ha atendido la red ambulatoria, pero a nivel de pintura y mejoras de la infraestructura, mientras el problema de fondo, que es la atención de los pacientes, no ha variado.

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José Antonio Narvaéz, presidente del Colegio Médico de Nueva Esparta, aboga por la reapertura de los ambulatorios en la isla. Foto: Dexcy Guédez.

“Sigue siendo caótico asistir al hospital central o a los ambulatorios en los que los pacientes se encuentran desasistidos y no consiguen la respuesta necesaria que aspiran para solventar sus dificultades y patologías”, enfatizó.

Narváez hizo especial mención a que el hospital Luis Ortega es el único centro en el que atienden a los pacientes traumatológicos, lo que a su modo de ver ha generado un retardo en los casos de emergencia, que tardan hasta cuatro meses en recibir atención.

“Aspiramos que se puedan reabrir los distintos ambulatorios como hace al menos cinco años atrás, cuando en la Clínica Bolivariana de El Espinal se solventaban algunos problemas traumatológicos y se evitaba el colapso total del hospital Luis Ortega”, acotó.

Consideró que la solución debe ir por esa vía para aliviar la deuda quirúrgica de los neoespartanos tanto en el área de Traumatología como de Cirugía que, en los actuales momentos, ronda 80 %.

Confirmó que entre esos se encuentran pacientes que tienen patologías quirúrgicas selectivas, pero que ha sido imposible operarlos en el hospital Luis Ortega, ya que por su situación el centro está solo para atender las emergencias del día a día, mientras que los ambulatorios están cerrados.

El ocaso del plan Barrio Adentro

Por otra parte, el presidente del gremio médico neoespartano expresó que el sistema Barrio Adentro, que fue creado por el gobierno de Hugo Chávez para atender la situación en el nivel primario de la salud que es precisamente la fase preventiva, ya no está cumpliendo con la labor inicial.

Las medicaturas rurales, si bien están atendiendo a la población, no cuentan con los insumos y medicamentos necesarios para garantizar una atención medianamente aceptable. El ofrecer, por ejemplo, la leche materna para que las madres acudan con sus hijos para ser evaluados periódicamente y recibir la desparasitación, ya no está entre sus servicios”, enfatizó Narváez.

Sostuvo que el plan Barrio Adentro ya no dispone de incentivos de ningún tipo, ni siquiera para las mujeres en proceso de gestación a las que antes proveían de ácido fólico, hierro y una alimentación adecuada durante todo el embarazo, para que los niños nacieran en perfectas condiciones.

“Ya no son una alternativa porque no funcionan de manera adecuada por falta de insumos y medicamentos. Por eso ya la gente no acude a buscar la atención en esos sitios y mantiene congestionado el hospital central que antes estaba aliviado”, señaló el gremialista.

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El sistema Barrio Adentro prácticamente no funciona. Foto: Dexcy Guédez.
Nada ha cambiado

El gremio de la enfermería coincide en que la situación en hospitales y ambulatorios de Nueva Esparta sigue siendo crítica.

Joel Graterol, presidente del Colegio de Profesionales en Enfermería de la entidad, refirió que, ante la falta de material médico quirúrgico, medicamentos e insumos, las redes sociales se han convertido en grandes aliados de los pacientes y sus familiares.

Ratificó que para ser admitido en la emergencia del hospital Luis Ortega es imperativo que se cumpla con la adquisición de una larga lista de insumos que no existen en el centro asistencial dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. La más básica exige un kit de laparotomía, un kit de paciente, siete monos quirúrgicos, siete batas, siete tapabocas N95, 10 pares de guantes quirúrgicos N° 6.5 y 7.5.

Igualmente, exigen cuatro batas de cirujanos, seis paquetes de compresas, siete soluciones fisiológicas 0,9 %, una sonda de Foley, un jabón Clorexidina número 12, alcohol, agua oxigenada, tres suturas de nylon y adhesivo.

También solicitan macrogoteros, yelcos y hasta los tubos para los exámenes de sangre.

Cobros bajo cuerda

El testimonio de una mujer de la tercera edad, que pidió el anonimato, revela que algunos “profesionales” de la Medicina que la atendían por la fractura de un dedo de la mano derecha, debido a una caída, le llamaron de urgencia al hospital Luis Ortega.

Entusiasmada por encontrar una posible solución a su caso, se movilizó desde el municipio Península de Macanao hasta el centro asistencial de Porlamar, en el que recibió la peor decepción en medio de su situación: “Me pidieron 1200 dólares para corregirme el hueso del dedo que se me montó de tanto esperar por una operación. ¿De dónde los voy a sacar si apenas tengo para comer? Me resigno a morir con el dedo montado”, subrayó la denunciante.


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