El cardenal Baltazar Porras dijo que el documento enviado por la máxima autoridad de la iglesia católica es un nuevo recordatorio de los esfuerzos de El Vaticano por “mediar” en la crisis venezolana.
Caracas. “La carta no es nada nuevo”. Esas fueron las palabras que el cardenal Baltazar Porras pronunció este miércoles en referencia a una carta enviada por el Papa Francisco a Nicolás Maduro el pasado 7 de febrero, en la que uno de los puntos más resaltantes es que el pontífice no llama a Maduro “presidente” sino “señor”, al tiempo que le reclama por la falta de “gestos concretos” en procesos de diálogos anteriores.
La carta la hizo pública este 13 de febrero el periódico italiano Corriere Della Sera, esta refleja la voluntad del Pontífice de lograr una solución pacífica a la crisis política venezolana. A su vez, el Papa critica a Maduro por no haber cumplido con compromisos adquiridos en procesos de diálogos anteriores.
Según la traducción italiana del texto original, el Papa lamenta que el régimen venezolano echase a perder mediaciones anteriores a cargo de varios exmandatarios americano y el español Rodríguez Zapatero, en las que participaba colateralmente un representante del Vaticano.
“La carta no es nada nuevo, es la postura que ha tenido el Vaticano y creo que los hechos demuestran eso: la buena voluntad de intervenir y de acercarse, que sí ha existido, aunque ya sabemos cuál ha sido el resultado“, dijo Porras y aprovechó para aclarar lo que recientemente fue definido como una postura de “neutralidad positiva” por parte de El Vaticano:
Cuando decimos que no estamos ni con uno ni con otro eso no significa que nos estemos lavando las manos, sino que creemos que la función primordial es la de unirnos, de que los venezolanos somos los unos y los otros“, sostuvo el cardenal.
Reclamo por promesas incumplidas
Desde inicios de 2019, ha sido una constante por parte de Nicolás Maduro el llamado a un nuevo diálogo con la oposición nacional, una postura que, según Porras, el Vaticano podría apoyar a pesar de las críticas señaladas en la misiva papal.
“El Vaticano siempre ha estado dispuesto a ayudar y a intermediar”, dijo el cardenal, quien se apresuró a añadir que la carta del 1° de diciembre de 2016 “aún no ha tenido respuesta”.
La carta a la que se refiere Baltazar Porras fue una enviada por Francisco a Maduro en finales del año 2016. En ella pedía el cumplimiento de 4 puntos para ayudar al éxito de un diálogo con la oposición que en ese momento se estaba llevando a cabo. Los puntos en cuestión solicitados entonces y que aún no se han cumplido son: liberación de presos políticos, calendario electoral actualizado, entrada de alimentos y medicinas al país y respeto y restitución a las competencias de la Asamblea Nacional.
El Papa también se refiere a esto en la carta del 7 de febrero de 2019, cuando dice que “desafortunadamente, todos [los intentos] fueron interrumpidos porque lo que se había acordado en las reuniones no fue seguido por gestos concretos para implementar los acuerdos”.
El Sumo Pontífice agrega en la misiva reciente que está a favor de la mediación pero no de un “diálogo”, sino de más bien “lo que ocurre cuando las diferentes partes en conflicto ponen el bien común por encima de cualquier otro interés y trabajan por la unidad y la paz”.
La Iglesia presente en los diálogos anteriores
Porras recordó lo que ha sido la presencia de El Vaticano, principalmente a través de enviados especiales en los procesos de diálogo que han ocurrido en Venezuela en los últimos años, siendo el primero de ellos el de finales de 2014 luego de las protestas de ese año.
La más notable de esas participaciones recientes, que Porras dijo “han existido con el mismo esquema desde el 2002”, fue la del año 2016, cuando el Papa Francisco nombró al entonces nuncio apostólico de Argentina, el monseñor Emil Paul Tscherrig, como representante para el diálogo. Al final, las mesas de discusión no tuvieron resultados positivos por falta de muestras de voluntad por parte del Gobierno.
Lo mismo ocurrió a finales del año 2017 y enero de 2018, cuando un nuevo intento de diálogo se llevó a cabo en República Dominicana. La falta de “gestos concretos”, como reza la nueva carta del Papa Francisco, también terminó por dejar congelado aquel intento de llevar a las partes a un acuerdo.
Participa en la conversación