Este lunes asesinaron a cinco pescadores, en lo que ya se cuenta como el cuarto asesinato masivo de este año. La producción de pescado en el Zulia ha bajado 70 % como consecuencia de la paralización de las embarcaciones.

Maracaibo. Los pescadores del lago de Maracaibo siguen mirando la muerte de frente al ejercer su oficio. De nuevo ha ocurrido un asesinato masivo, el cuarto en lo que va de año, y el luto se apodera del sector Santa Rosa de Agua, al Norte de la capital zuliana.

Otra vez de luto en Santa Rosa de Agua

El pasado lunes, un grupo de piratas del lago torturó y asesinó a cinco pescadores residentes de Santa Rosa de Agua. Aproximadamente 28 hombres se encontraban en plena faena, cuando estos piratas, acompañados de presuntos pescadores de la Costa Oriental del lago, los despojaron de, al menos, 20 embarcaciones y torturaron hasta matar a cinco de ellos. Familiares explicaron lo sucedido:

Ellos salieron a las 6:00 de la tarde de Santa Rosa y en la noche fueron sorprendidos por los piratas armados cuando estaban cerca de Punta de Palma, en el municipio Miranda”. Los 25 sobrevivientes al ataque retornaron a las costas marabinas el martes en la madrugada luego de ser remolcados, porque los piratas también se llevaron sus motores.

Juan Manuel López, uno de los sobrevivientes de la llamada “Masacre de la vereda del lago”, ocurrida a principios de año, fue tajante: “Estamos aterrorizados. Hace una semana que no salimos a pescar porque esa es la orden que dieron los piratas después de la matazón del lunes. Nos mandaron a guardar todo, nadie habla, nadie sale”.

El hombre de apenas 27 años, de los cuales tiene 18 en el agua del estuario marabino, ya cuenta una semana sin pescar. Aseguró que la producción de pescado y, sobre todo, de camarón, que está de temporada, ha bajado 70 % porque no pueden salir a pescar.

“Tenemos que agarrar lo poquito que se acerque a la orilla para medio comer nosotros. Esta semana hemos hecho una sola comida al día y es fuerte porque si nosotros no salimos, no comemos, pero ahorita estamos entre el hambre y la muerte”.

El abuso y la delincuencia andan al garete por el lago de Maracaibo, según comentó otro pescador que prefirió el anonimato para evitar represalias.

Esa gente no respeta nada, porque no solamente está en el lago, muchas veces se le meten a uno en las casas y se llevan desde la comida, hasta las redes y todo lo que se atraviese, aquí nadie hace nada, ni el gobernador ni el alcalde, y mucho menos el jefe de los guardacostas, todos se hacen de la vista gorda, porque todos comen del mismo plato, son igual de delincuentes”.

Mensualmente los pescadores deben pagar 1000 bolívares soberanos en efectivo a “los cobradores” de los piratas del lago, de quienes solo saben que el jefe es un hombre que vive en La Cañada de Urdaneta. Por ese pago gozan de seguridad para pescar, y deben portar en sus peñeros una calcomanía de un cristo rojo. Pero, además, si se topan en el agua, los malhechores los despojan de entre 10 y 20 kilos de camarón diarios, cuando su producción es de 35 kilos; es decir, prácticamente los dejan sin nada.

Los que se dedican a este oficio desde hace más de dos décadas siguen sintiendo el  miedo de sus inicios, pero ahora es peor:

“Ahora esos bichos son más desalmados, porque antes te amarraban y te tiraban al lago, más nada, ahora te aplican el psicoterror. A estos los rociaron con gasolina, les caminaron por encima desnudos en la playa, les sacan los ojos o les cortan los miembros, es una cosa terrible”, dijo Alfredo Gómez, pescador hace más de 35 años.

Lo único que les queda a los pescadores de la cuenca norte del lago es encomendarse a Dios o al santo que más le tengan fe. Así lo hace Israel Medina, de 70 años. “Nadie sabe cuándo le va a llegar el momento, porque uno paga porque lo exigen, pero eso no te asegura nada. Yo cargo en mi embarcación a San Benito para que me acompañe, igual me han llegado armados, pero si uno no se alza, no pasa nada”.

Keila Martínez es la otra cara de la moneda: la familia. Es madre, hermana y esposa de un pescador.

Nosotras, las mujeres quedamos en la nada cuando ellos se van, se los encomendamos a Dios y a los parientes que ya están muertos para que hagan la migajita y puedan regresar con vida. Cuando vemos que llegan en la mañana los contamos desde lejos a ver si vienen completos, nos invade el miedo de que un día no regresen más”.

Las mujeres cuentan a lo lejos a sus hombres cuando regresan de un día de pesca

Hasta el momento los pescadores no han recibido órdenes de los piratas de volver al mar, por ello la producción de pescado ya se ve afectada y se verifica en los comercios cercanos como el Mercado Las Pulgas, donde queda ya muy poco producto para ofrecer al consumidor. Sin embargo, ante este nuevo echo, los pescadores siguen exigiendo vigilancia, aunque pocos creen que las autoridades metan su mano en esta guerra entre bandas.

Víctimas fatales

Tres de las cinco víctimas fueron identificadas como Alexis Villasmil (38), su primo, Denys López (28) y Wilmer Enrique Morán Polanco.  Sus cadáveres fueron rescatados este miércoles, cuando apenas comenzaban a descomponerse, y fueron trasladados a la sede de Guardacostas en el sector Capitán Chico, al norte de la capital zuliana. Aún buscan a Rogelio Martínez y a Alexander Ríos.

Fotos: Mariela Nava


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