La delegada sindical del Sindicato Venezolano de Maestros, Griselda Sánchez, indicó que 60 % de los planteles de educación básica, media y diversificada en Caracas atendió el llamado a paralización de actividades.

Caracas. Con amenazas y amedrentamiento los supervisores circuitales, movimientos bolivarianos y las UBCh de las comunidades intentaron frenar el llamado a paro que convocaron el pasado lunes las federaciones y sindicatos de docentes para este jueves. Los maestros dejaron las aulas vacías en rechazo a la violación de la contratación colectiva y por las condiciones indignas, humillantes y degradantes en las cuales se ejerce actualmente el trabajo del educador.

La delegada sindical del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), Griselda Sánchez, indicó que 60 % de los planteles de educación básica, media y diversificada en Caracas atendió el llamado a paralización de actividades.

Entre marchas, concentraciones, asambleas sindicales, pancartazo se llevó acabo el paro nacional del magisterio. La clase de hoy la damos en la calle, escribió en Twitter el Movimiento de Educadores Simón Rodríguez.

En la parroquia La Vega, el liceo Bolivariano Elba Hernández de Yánez, de un poco más de 50 maestros, solo acudieron 16.

Un grupo estuvimos en la institución para entregar las actas de la asamblea de padres donde se estableció por votación unánime la suspensión. Le planteamos a los 342 representantes el conflicto en que estamos ante la violación de las cláusulas de la contratación colectiva, el seguro de HCM que no nos cubre nada, tampoco el funerario. Nos dijeron que nos apoyan en todas las decisiones que fuésemos tomando ante lo que podría ser la radicalización del conflicto, explicó Yanira Romero, docente de ese plantel.

Romero denunció que desde tempranas horas de la mañana la supervisora circuital estuvo en el liceo, así como los consejos comunales y las UBCh:

Hoy estuvo la supervisora, solicitó el acta con el número de padres que asistieron a la asamblea. Lo que nos dice el equipo directivo es que necesitaba el nombre del personal que no asistió al plantel porque estos tendrán su sanción.

Raúl Parra, delegado sindical del Sinvema en las parroquias Caricuao, Antímano y Macarao, indicó que de 24 escuelas en Caricuao, 17 acataron el paro. Al igual que en La Vega, los supervisores circuitales levantaron actas y “enviaron mensajes por Whatsapp amedrentando”.

En la Unidad Educativa Claudio Feliciano, donde los movimiento bolivarianos de familias, la gente del PSUV, las UBCh, se acercaron al plantel para agredir, gritar y burlarse de los docentes que estaban allí el miércoles. Llamaron a la policía alegando que la directora estaba secuestrada, pero los maestros solo querían reunirse con ella para entregar el acta, relató Parra.

En el liceo Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, ubicado en Los Rosales, el paro se cumplió de manera contundente, aseguró Carlos Garrido, delegado sindical del Sinvema en esa institución. De 54 docentes, solo 4 acordaron no unirse a la convocatoria.

Las aulas permanecieron vacías durante la jornada de paro.

Esta mañana hice un recorrido por El Valle y liceos como Fray Pedro de Agreda, el Cárdenas Saavedra, Diego de Lozada y estaban sin actividades. Tengo reportes de la parroquia San Pedro y en el caso del Leopoldo Aguerrevere, Humberto Parodi, tampoco dieron clase, señaló  Garrido.

Para Garrido, se trata de una “lucha justa” por las reivindicaciones socioeconómicas, pero también por la condiciones laborales del personal docente y de los estudiantes. Es la dignificación de la profesión del educador, es decirle al Gobierno que al docente no se le mendiga. Es demostrarle al Estado y sus instituciones que sus líderes se formaron en nuestras aulas de clases y que fuimos nosotros sus educadores, dijo.

Desde el pasado 7 de enero los maestros de aproximadamente 15 planteles iniciaron paros y asambleas permanentes en reclamo al desconocimiento que mantiene el Ministerio de Educación del tabulador salarial y a las cláusulas de primas, bonos, aumentos salariales convenidos en la segunda convención colectiva. Desde agosto de 2018, tras la reconversión monetaria, el docente VI pasó de percibir 12,57 salarios mínimos a 1,48.

El 14 de enero el personal docente de las escuelas de Fe y Alegría también protestó por salarios y cumplimiento de la contratación colectiva.

El salario de un docente no pasa de 5000 bolívares en un contexto en el que la hiperinflación pulveriza los sueldos. Según estimaciones de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, la inflación de 2018 fue 1.698.488,2 %.

Según la Coalición Nacional Sindical del Magisterio, en cada escuela faltan por lo menos tres maestros. La diáspora, que han calificado como “inédita”, ha dejado fuera de las aulas a unos 60.000 docentes.


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