Pese a los obstáculos temporadistas coparon el litoral aragüeño tras la reapertura de playas

litoral aragüeño

Las principales playas de Ocumare de la Costa y Choroní estuvieron muy concurridas tras siete meses de cuarentena y sin cumplir con las medidas para evitar contagios por COVID-19. Algunos propietarios de viviendas ubicadas en el litoral aragüeño denunciaron el cobro en dólares por parte de efectivos militares para permitirles el paso hacia sus propiedades y playas.

Maracay. Después de siete meses de restricción, cientos de turistas abarrotaron las playas del litoral aragüeño el pasado fin de semana, luego que el Ejecutivo de Nicolás Maduro anunciara el domingo 18 de octubre la reanudación del comercio y de otras actividades económicas que incluye a los clubes y playas, durante la llamada semana de flexibilización 7×7 plus.

Largas colas se generaron en las alcabalas establecidas en las principales vías que conducen a Ocumare de la Costa y Choroní, lo que significó para muchos turistas y propietarios, más que un viaje de placer, una odisea.

“Fue un desastre. Los guardias solo dejaban subir cinco carros cada cierto tiempo y por eso pasé horas en la alcabala”, comentó uno de los viajeros que prefirió no identificarse.

litoral aragüeño
En el litoral aragüeño, la prevención contra el COVID-19 estuvo ausente / Foto: Cortesía

Las denuncias sobre el cobro ilegal que realizaban militares en las alcabalas no se hicieron esperar.

Se supone —dijo otro turista— que el paso está permitido. Pero piden dinero para dejarnos pasar, denunció un viajero que posee una propiedad en Ocumare de la Costa y que no ha podido corroborar el estado de su vivienda.

Quienes lograron llegar a las playas de Aragua, también debieron enfrentar otros obstáculos. Sobre todo quienes viajaron a la parroquia Choroní.

Las lluvias del domingo ocasionaron derrumbes en la vía hacia el litoral aragüeño, particularmente en el sector Río Hondo, en donde los propios conductores se dieron a la tarea de retirar los árboles y escombros que cayeron de la montaña.

El mal clima del domingo también originó la crecida del río Choroní y su desbordamiento en Puerto Colombia, sin que se hayan registrado daños materiales o pérdidas humanas.

Maduro autorizó reabrir las playas y otros sitios esparcimiento, asegurando que “la curva de contagios por COVID-19 se aplanó y está descendiendo de manera sostenida”. Y aunque se supone que los vacacionistas debían cumplir con las normas de bioseguridad para evitar posibles contagios, pocos turistas acataron tales medidas.


Participa en la conversación