En el Internado Judicial de Carabobo no se garantiza la alimentación de los privados de libertad, por lo que sus familiares deben proveerlos. Prohibieron las visitas, los alimentos son entregados en la puerta de la cárcel.

Valencia. Familiares de los reclusos que permanecen en el Internado Judicial de Carabobo, mejor conocido como Penal de Tocuyito, manifestaron su temor ante la falta de las medidas de higiene en ese recinto y porque los reos puedan contraer el COVID-19. Indicaron que no les han permitido la entrega de alimentos, y les han solicitado que les lleven tapabocas y guantes.

El aislamiento social decretado por Nicolás Maduro ha sido llevado a todo nivel. Sin embargo, el hacinamiento que hay en el Penal de Tocuyito pone en riesgo todas las medidas de seguridad. La población penal de este reclusorio de acuerdo con la ONG Una Ventana a la Libertad es de 7632 personas.

En estos centros penitenciarios se han presentado casos de enfermedades respiratorias que habían sido erradicadas de Venezuela como la tuberculosis, también se han dado casos de escabiosis. El agua potable y de alimentos que debe ser garantizado por el Estado venezolano es nulo.

Ana Rivas fue a visitar a su hijo que permanece recluido en el Penal de Tocuyito y aseguró que tenía ocho días sin poder llevar alimentos a su hijo. Viajó desde Tinaco, en el estado Cojedes, y logró llegar porque un ciudadano que está exceptuado de las restricciones de movilidad le dio el aventón.

No sé cuántos días serán. Nos dijeron que 40 días. Pero que no permiten la visita. Yo estoy sin trabajo. Y allá adentro vendo torta y mangos para sobrevivir. Yo afuera y mi hijo allá adentro. Yo en el saco de comida le traje comida hecha, mangos y comida cruda”, manifestó Rivas que usaba tapabocas.

Soleris León acudió al Penal de Tocuyito para llevar alimento a su hermano, al igual que a Rivas no le permitieron la visita.

 Nos dijeron que es por la cuarentena. Hay que ponerse guantes, tapabocas. Si uno no les trae comida ellos no comen”.

León indicó que los custodios le informaron que deben llevar guantes y tapabocas para los reclusos, pero la falta de transporte les imposibilita a los familiares asistir regularmente para llevar insumos a sus familiares.

“Uno hace el sacrificio. Uno se va caminando, porque si uno no viene a traer la alimentación a nuestros familiares, no pueden comer”, subrayó León.

Los familiares coincidieron en solicitar a las autoridades gubernamentales que les garanticen la alimentación y los medicamentos para los reclusos que tienen algún malestar de salud.


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