Policías de La Guaira afirman que es difícil controlar a quienes acuden a las playas en cuarentena

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Uniformados han desalojado a más de 2000 bañistas de varias playas del Litoral Central. Los infractores no fueron multados, tal como establece el decreto 043-2020 de la Gobernación de La Guaira, el cual estipula sanciones pecuniarias de entre dos y ocho millones de bolívares. Solo tuvieron que escuchar charlas orientadoras sobre la aplicación del decreto durante las semanas de confinamiento por la COVID-19.

La Guaira. En los primeros tres días de esta semana de cuarentena radical, efectivos de las policías regional y municipal desalojaron a aproximadamente 2000 personas que se bañaban en las playas del Litoral Central.

En medio de las estadísticas preliminares de la Policía de La Guaira, trascendió que los infractores, entre los que destacan mujeres, niños y personas de la tercera edad, no tuvieron que cancelar las multas del decreto N.º 043-2020 impulsado por el gobernador Jorge García Carneiro, las cuales oscilan entre dos y ocho millones de bolívares. 

Los retenidos en las playas de Catia La Mar, Maiquetía, Macuto, Caraballeda, Naiguatá, Anare, Punta Care y otros poblados de la costa este fueron conminados a escuchar charlas orientadoras para prevenir el coronavirus (COVID-19). 

La inconsciencia de la gente es muy grande, pero no los sancionamos con multas, porque esa es la orden superior. Los sacamos de las playas, les explicamos que no pueden estar allí cuando hay cuarentena radical y que el decreto existe desde el año pasado”, comentó un agente de la policía estadal que custodiaba los espacios de playa Q-lito en Catia La Mar.

El mencionado cuerpo de seguridad ha desplegado diariamente más de un centenar de efectivos para el cumplimiento del referido decreto en las 64 playas aptas de la entidad federal. Sin embargo, en los predios de las comisarías parroquiales, se admite que por más persuasión que exista, todos los días habrá quien se atreva a ir a la playa en un estado con 170 kilómetros de costa marina. 

“Aquí no hay casi diversión y con esto del COVID-19, uno escucha a la gente que por el calor o lo que le dé la gana, volverán a las playas. Entonces, es difícil controlar, y eso lo saben perfectamente los jefes”, dijo un funcionario policial en la comisaría de la urbanización Guaracarumbo, cerca de Catia La Mar.

El estrés del encierro

En un recorrido de Crónica.Uno por algunos de estos balnearios, se verificó la presencia de bañistas que continúan defendiéndose con el argumento de  “quitarse el estrés del encierro”. Llegan en pequeños grupos y generalmente, cuando avistan las patrullas, autos y motos policiales se apresuran al abandono del agua y la arena del mar.

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Foto: Cortesía Mirna Montemayor

Cuando son retenidos, no siempre los trasladan al puesto policial más cercano. En algunas ocasiones, se reúne al lote infractor para abordarlo sobre la importancia de las medidas de protección contra el coronavirus y que no incurran nuevamente en violentar la prohibición de bañarse en las playas durante las semanas de confinamiento.

Sabemos que no nos van a multar y tampoco a matraquear; eso último se lo hacen a los que vienen de Caracas. Este fin de semana, que supuestamente sigue la cuarentena, los verás pidiéndoles dólares a esos chamos”, dijo Josefina Rueda, quien se bañaba junto con sus dos pequeños en playa Verde, en Catia La Mar.

Otros vecinos de Josefina manifestaron que conocían a funcionarios policiales que custodian la zona. “Hay algunos de ellos que son hasta nuestros vecinos en los bloques de Mare Abajo (cercana parroquia Urimare), y sus familiares también se bañan un rato en la playa para no sentirse encerrados”, indicó Carmen Mayoral, de 62 años y jubilada del Puerto de La Guaira.

En las proximidades del terminal terrestre de La Zorra, en Catia La Mar, había otro pequeño grupo que relajaba tensiones y no perdía de vista la posibilidad de huir ante la llegada de la policía local. 

Vivo enfrente, en el sector Catamare, y he venido varias veces a la playa de La Zorra. Aunque la policía ronda siempre, nos dejan tranquilos por algunas horas, y eso es suficiente”, refirió Marverlis Sánchez, que estaba acompañada de su esposo, Daniel Pérez.

Pérez adelantó que será inevitable que miles de temporadistas visiten las playas del Litoral Central en el asueto de Semana Santa: “Eso será imparable y no niego lo de esa cepa de Brasil, pero me parece que el gobierno lo que quiere es controlar a la gente por la falta de gasoil y sus consecuencias sobre el traslado de la comida”.

Este miércoles 10 de marzo, el gobierno nacional reportó 40 nuevos casos de COVID-19 en la región, con lo que el total de contagios ascendió a 8333. Distrito Capital y los estados Miranda, Zulia y Táchira superan al Litoral Central en las estadísticas oficiales al respecto.

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Foto: Cortesía Mirna Montemayor

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