Los puntos de venta y el pago móvil se afianzan como los principales canales de pago en bolívares de la población, según cifras del BCV. La transformación digital, la inflación y la escasez de efectivo de los últimos años caracterizan la caída del uso de cajeros y oficinas bancarias.

Caracas. La disminución física de la banca, por la crisis económica venezolana y los avances tecnológicos, también se notan en la forma como pagan y operan su dinero los venezolanos.

Las transacciones en cajeros automáticos y oficinas bancarias ya no son ni la sombra de lo que eran hace más de 10 años, cuando entre ambas ocupaban más de 42 % de las operaciones y servicios de pago en el país.

En contraste, hasta noviembre de 2022, entre ambos canales apenas superaban 1,2 % de las transacciones, según las últimas estadísticas publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV). La transformación digital de la banca y la creación de métodos recientes como el pago móvil, parecen estar detrás de esa extinción.

El BCV estimó en su último reporte que, de enero a noviembre de 2022, en Venezuela se registraron más de 5837 millones de transacciones. Los puntos de venta (POS) siguen afianzándose como el principal canal de pago de la población (52 % de las transacciones hasta noviembre), con picos en ciertos momentos recientes.

El auge de los POS

Entre finales de 2016 y principios de 2017, por ejemplo, las estadísticas del BCV muestran que los POS comenzaron a ser parte de más de 60 % de las transacciones, al tiempo que iba cayendo el uso de cajeros automáticos.

En ese momento, la escasez de dinero en efectivo ya era un hecho y, junto con los agresivos aumentos de precios se registraban, obligó al Gobierno a poner a circular nuevos billetes de más alta denominación.

En junio de 2017, las transacciones en cajeros automáticos cayeron por primera vez a menos de 10 % y ya para mediados de 2018 apenas rondaba 1 % de las operaciones de pago. Antes de la reconversión monetaria de ese año, por cada 100 bolívares que circulaban, había apenas un bolívar en efectivo. 

Foto: Luis Morillo

La imposibilidad de hacer pagos en efectivo llevó a la población a profundizar el uso de los puntos de venta y, de 2017 a 2019, alrededor de seis de cada 10 operaciones se hacían por POS, lo que también aumentó su demanda. La consultora Albusdata estima que en los 10 años el número de puntos de venta en el país se incrementó 143 %.

De hecho, ante la imposibilidad de generar ganancias con préstamos de dinero, los bancos encontraron un modelo de negocios en la venta y alquiler de puntos de ventas a personas y comercios, de la mano con la informalidad en ascenso de la economía.

El lento ascenso del pago móvil

Las autoridades comenzaron a implementar el pago móvil interbancario a finales de 2017 en respuesta a la crisis del efectivo y a que la inflación y el alza del dólar hacían estragos con los bolívares de la población, pues los pagos a otros bancos tardaban hasta un día en procesarse.

Sin embargo, no fue sino a finales de 2019 que el pago móvil empezó a tener peso en las operaciones. Ya al año siguiente, dos de cada 10 transacciones en bolívares se hacían con ese método.

La posibilidad de hacer operaciones entre varios bancos, y de forma inmediata, hizo que fuese más ventajosa a la hora de lidiar con cinco años consecutivos de hiperinflación venezolana. De hecho, las operaciones vía web (como las transferencias) fueron disminuyendo mientras aumentaba el uso del pago móvil.

Las cifras del BCV disponibles se limitan a las operaciones y transacciones hechas en bolivares, por lo que no muestran el panorama completo de los pagos en Venezuela.

Aunque firmas privadas como Ecoanalítica han hecho proyecciones al respecto. Desde 2019 hasta principios de 2022, la consultora estimó en más de 60 % las operaciones que se hacían con monedas extranjeras, lo que favoreció la disminución de la inflación, pero medidas como el IGTF le pusieron freno y en noviembre pasado los pagos en divisas apenas llegaban a 45 % del total en el país.

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