La misión técnica que se encuentra en Venezuela tendrá que evaluar si existen las condiciones para que la alta comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pueda venir al país a constatar “las graves violaciones de los DD. HH.” que reconoció el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la Asamblea General de septiembre de 2018.

Caracas. Cuando el país cumplía cuatro días con el servicio eléctrico interrumpido, llegó a Venezuela el equipo técnico de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (Acnudh), Michelle Bachelet.

El 6 de marzo Bachelet informó que una misión de su oficina vendría a Venezuela “para hacer una evaluación del país”, dijo, “entretanto, continuaremos monitoreando la situación”.

Cinco días después, el canciller del gobierno de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, los recibió en un encuentro de “coordinación e información sobre las políticas de Derechos Humanos y protección social en Venezuela”, escribió Arreaza en su cuenta en Twitter. Allí informó que el equipo se reunirá con instituciones del Gobierno y Poderes Públicos.

Encuentro entre el canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, y la comisión técnica de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos.

La misión está compuesta por Birgit Gerstensberg, representante para América del Sur de la Oacdh, Carlos de la Torre, oficial a cargo del escritorio de Venezuela de la sección de la Acnudh, y José María Aranaz, jefe de la división de las Américas, Europa y Asia Central de la Acnudh. Estarán en Venezuela hasta el 22 de marzo.

El 13 de marzo este equipo sostuvo un encuentro con la directiva de la Asamblea Nacional y los presidentes de las comisiones. Allí recibieron informes de las comisiones de Política Interior, Medios, Controlaría, Desarrollo Social, Política Exterior, Ayuda Humanitaria, Justicia y Paz.

Pero ¿qué hace una misión técnica de la Oacdh a Venezuela?

En diversas ocasiones la oposición venezolana, desde el Parlamento, ha reiterado el llamado a Bachelet para que venga al país a constatar las violaciones de Derechos Humanos. En noviembre del año pasado fue el quinto llamamiento, ese mismo mes, Nicolás Maduro también envió una carta a Bachelet donde le dice que en su visita a Venezuela podrá “conocer de primera mano” los esfuerzos para garantizar los DD. HH.

Cuatro meses después, Bachelet dijo: “He sido invitada a Venezuela”. Pero para venir quiere asegurarse de que pueda desempeñar su papel como alta comisionada, hablar con todos los actores y reunirse con quien necesite hacerlo. “De otro modo sería inútil”, expresó, “creo que sería un fracaso de mi función, tengo que estar segura de que puedo realizar un informe completo, no uno sesgado”.

Para eso, Bachelet envió a Venezuela una misión técnica. Jo D’ Elia, director ejecutivo de Civilis Derechos Humanos, precisa que este equipo evaluará si existen condiciones para lo que podría ser una visita de Bachelet.

Las condiciones son: garantía de poder hablar con todos los sectores, tocar los temas, moverse a los lugares convenientes, hablar con las poblaciones afectadas. Es decir, una visita abierta, libre y plural, dijo D’Elia. Destaca que se trata de una misión técnica preparatoria y exploratoria.

Durante su estadía en el país la misión determinará si Bachelet podrá dialogar con víctimas de violaciones de derechos humanos y la sociedad civil, precisa el director del Consejo de Derechos Humanos de la UCAB, Eduardo Trujillo Ariza.

Para los venezolanos es fundamental que la visita se realice bajo esas garantías, que la oficina pueda cumplir su mandato. Poder velar por la protección de los derechos humanos de todos sin distinción alguna, agregó D’Elia.

Aclaró que el Consejo de Derechos Humanos ya reconoció la crisis en Venezuela y que, en todo caso, la visita de Bachelet —que puede o no suceder— sería para reafirmar los datos que ya tiene la oficina.

La oficina tiene el mandato de hacer seguimiento y preparar un informe sobre la situación venezolana. El 27 de septiembre de 2018 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU emitió un dictamen que exige investigar y discutir la situación de Venezuela en las próximas sesiones.

El organismo internacional reconoce las graves violaciones de los derechos humanos en el contexto de la crisis política, económica, social y humanitaria. Estas fueron documentadas en 2018 en el informe “Violaciones de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela: una espiral descendente que no parece tener fin”.

En el proyecto de resolución de ese consejo –Promoción y protección de derechos humanos en Venezuela– se exhortó a Nicolas Maduro a que acepte la ayuda humanitaria, lo instan a cooperar con la Oacdh y se solicita a Bachelet a que prepare un informe exhaustivo por escrito sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela.

En el próximo periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, del 25 de febrero al 22 de marzo de 2019, se espera que el 20 de marzo Bachelet presente una primera actualización de ese informe.

En Venezuela desde 2015 la sociedad civil ha venido denunciado la crisis humanitaria compleja, una situación que se ha extendido a diferentes planos de la vida. Ese agravamiento tiene capítulos, es un deterioro constante. Empezamos por la salud, alimentación, colapso de los servicios básicos en términos de suministros. En este momento vivimos una crisis de mayor envergadura que afecta al servicio eléctrico, añadió D’Elia.

Los venezolanos viven en hiperinflación mientras se pierde la capacidad de adquirir bienes básicos. La tasa de inflación anualizada de 2019 respecto a 2018  fue 2.259.981,8%, según estimaciones de la Asamblea Nacional. El acceso a la luz tampoco es una garantía: al menos 60 % de la asistencia médica disponible en 2011 se perdió entre 2012 y 2017, indicó el reporte nacional de Emergencia Humanitaria Compleja. Otros 3,4 millones de venezolanos, cifra de la ONU, han salido del país en busca de refugio y una mejor calidad de vida.


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