¿Qué hacer con los bolívares ante la alta inflación?

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Las opciones que tienen las personas para invertir son muy limitadas  y las vías que quedan son: remodelar, pagar servicios o comprar algunos bienes o dólares

Mayela Armas/@mayearmas 

Caracas. El valor del bolívar pierde fuerza a un ritmo vertiginoso por el salto en los precios. Semanalmente, los venezolanos tienen que destinar gran parte de sus ingresos a la compra de alimentos, medicamentos, productos de aseo y pagos de servicios, pero si le quedan bolívares en el bolsillo no tienen idea de qué hacer con ellos.

En 2008 el Gobierno le quitó tres ceros a la moneda y prometió “el bolívar fuerte”. Tras esa medida, las autoridades aseguraron que en 2010 se comenzaría a tener inflación de un dígito, pero a lo largo de los años sucedió lo contrario, los precios se dispararon. En 2014 la inflación cerró en 68,5% y en el primer semestre de 2015 diversas firmas calculan que ha estado por encima de 70%, porque el Banco Central oculta la información.

Ese comportamiento responde a los desequilibrios económicos. Frente a una baja producción, el Gobierno inyecta más bolívares a la economía y esa mayor cantidad de dinero circulando presiona los precios. ¿Por qué sucede eso? El Banco Central imprime bolívares para cubrir el déficit del Gobierno, pues la administración de Nicolás Maduro tiene un gasto muy superior al ingreso que recibe por la venta de petróleo y los impuestos.

Parte de esos bolívares que están en la calle se terminan volcando en el mercado paralelo y, por ello, el dólar negro supera los 600 bolívares. Además, el Ejecutivo restringe la entrega de dólares a las industrias para la compra de materia prima para producir, y muchos de los que necesitan divisas para importar terminan yendo a ese mercado.

Ante ese entorno, el analista y director de la firma Econométrica, Henkel García, asevera que “nunca el bolívar había estado tan débil”.

¿Cuáles son las vías que hay para invertir los bolívares?

Para los analistas quedan pocas opciones y estas son algunas:

Remodelaciones. Realizar mejores en la casa es una alternativa para Henkel García, quien agrega que “remodelar es una manera de invertir los bolívares y más sí se consiguen los insumos”. Los precios de muchos materiales de la construcción están controlados. No obstante, las empresas estatales que los producen tienen problemas operativos.

Salud y educación. La economista, Anabella Abadi, comenta que los bolívares disponibles se pueden invertir en salud, lo que significa hacerse los chequeos médicos y los exámenes regulares. También sugiere hacerlo en educación como en postgrados u otros cursos.

Adelantar compras. Eso significa adquirir aquellos bienes esenciales que se necesitan y más cuando hay una severa escasez. Los analistas señalan que esas compras dependen de las prioridades de las personas, pero añaden que mientras más se adelanten, mejor.

Adquirir equipos. En Venezuela no solo hay fallas de suministro de alimentos, medicinas, jabón o pañales, también hay ausencia de equipos para el hogar. Sin embargo, comprar un electrodoméstico todavía puede ser una alternativa. Henkel García indica que las personas tienen que sacar cuentas, pero puede ser que el costo del equipo en el país llegue a tener un precio menor que comprándolo fuera.

Comprar dólares. Para muchos todavía es una vía tanto por los esquemas oficiales como por otros mercados. En febrero el Gobierno creó el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) para permitir a las personas comprar libremente dólares, a una paridad que hoy se encuentra en 199 bolívares, sin embargo, la oferta ha sido muy limitada para los particulares. Henkel García, dice que pese a las restricciones, las personas pueden seguir intentando a ver. Por su parte, Anabella Abadi, señala que aunque el precio del dólar paralelo es alto, la expectativa es que no baje.

Las limitaciones  

Hasta hace algunos años los venezolanos podían orientar parte de sus ahorros a comprar vehículos o viviendas, pero actualmente ello es imposible.

La producción de carros en un año ha bajado 66%, de manera que la disponibilidad de automóviles es mínima y cuando se consigue el carro su costo es alto. En vivienda hay más limitantes. Si bien hay un plan oficial de producción de casas, no todos pueden acceder a él y las viviendas viejas tienen elevados precios, de manera que los ingresos y el crédito no son suficientes.

Mantener los bolívares en cuentas de ahorro tampoco es una vía. La tasa de interés para esas cuentas es de 12,5%, mientras que la inflación de 12 meses es mayor a 100%. Anabella Abadi, apunta que “las personas no se pueden quedar con los bolívares en la mano, porque pierden valor y la alternativa de ahorro no es viable”.

Foto: Cristian Hernández


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