Este miércoles, 30 de marzo, se conoció extraoficialmente que 11 monos, de la especie capuchino, murieron en el Parque del Este, por el ataque de un enjambre de abejas. Inparques no ha ofrecido información oficial de los hechos.

Caracas. La masificación de la venta de alimentos, la falta de implementos de trabajo para los cuidadores de la fauna y la escasez de profesionales especializados son algunas de las fallas que hay dentro del Parque del Este y que ponen en riesgo todo el ecosistema dentro de este emblemático espacio natural, incluso al grupo de monos que allí vivía y que murió el domingo, 26 de marzo.

Valentina* llegó al Parque del Este a las 3:00 p. m. del domingo. Estacionó su carro y caminó hacia la zona de exhibición de animales. En el camino vio algo que atrajo su atención: un grupo de personas corría como si huyeran de algo.

Al lado de Valentina pasó una señora con una niña agarrada de la mano a quien le decía: apúrate, que los monos alborotaron un enjambre de abejas.

Este miércoles 30 de marzo, el periodista Román Camacho reportó, de manera extraoficial, que 11 monos, de la especie capuchino, murieron en el Parque del Este, por el ataque de un enjambre de abejas, conocidas como abejas africanizadas.

Camacho aseguró, en su cuenta de Twitter, que uno de los monos capuchino sobrevivió y que fue traslado al Parque Zoológico de Caricuao, en donde hay atención médica especializada. Crónica.Uno acudió este jueves al zoológico, para tener declaraciones oficiales pero la respuesta de un alto funcionario fue no tengo autorización para dar información.

Este viernes, de forma extraoficial, se conoció que el mono que había sobrevivido falleció en el Zoológico de Caricuao.

El área donde estaban los monos se encuentra restringida.| Foto: Ivanna Laura
Otros datos

Desde el Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques) explicaron que un segundo mono también había sobrevivido al ataque. Era conocido con el apodo de malandro, por su gran tamaño.

Sin embargo, malandro falleció el lunes, 27 de marzo. Hasta este jueves, 30 de marzo, la información extraoficial es que solo un mono quedó vivo.

Desde la jubilación de una ingeniera en producción animal y zootecnista –quien pidió no ser identificada por medidas de protección– no ha habido nadie que se ocupe de forma fija de toda la fauna del parque.

La ingeniera trabajó por 27 años en Inparques, hasta hace aproximadamente cinco años, que fue jubilada del cargo. Se encargaba del control de plagas dentro del parque y de evitar la proliferación de colmenas de abejas. Esto se lograba a través del humo.

Nosotros vivíamos pendientes de si había colmenas dentro del parque. Una vez descubrimos uno en el aviario y nosotros con una vara con un mechón que botaba humo en la punta las corrimos. La idea no es matar a las abejas. La idea es correrlas y se corren con algo tan sencillo como el humo, dijo en entrevista para Crónica.Uno.

Una fuente explicó que la ingeniera tenía fichas técnicas de cada animal. Sin embargo, esa información se perdió y los cuidadores no tuvieron más acceso a esos datos. De los cuidadores de experiencia solo quedan activos dos. La mayoría se ha ido principalmente por los bajos salarios, dijo.

Ellos (Inparques), solo envían a alguien esporádicamente desde el Zoológico de Caricuao, igual ocurre con los veterinarios, añadió.

Foto: Ivanna Laura
Qué hace falta

Aunque el ataque de un enjambre de abejas es algo que puede ocurrir de forma impredecible, también puede evitarse a través del control de la proliferación de colmenas.

La ingeniera jubilada, consultada por Crónica.Uno, explicó que para esto es importante el trabajo en equipo, contar con el personal y los implementos suficientes. Hay que estar atentos, porque aunque los accidentes pueden ocurrir, pero los accidentes en un zoológico son negligencia de los trabajadores.

La fuente anónima indicó que para llevar a cabo inspecciones dentro del parque hace falta la indumentaria adecuada. Esta indumentaria está compuesta principalmente por uniformes hechos con telas gruesas, gorros que cubren los oídos de los cuidadores, botas, guantes y lentes.

En la actualidad, los cuidadores que hay dentro del parque se pueden observar vestidos solo con pantalones de jean y una franela identificada con el logo de Inparques que, según la fuente consultada, no está elaborada de una tela adecuada.

Además de cuidadores, también hace falta mayor vigilancia y personal sensibilizado y especializado. ¿Por qué no había vigilantes para impedir que los niños lanzarán piedras al enjambre, ¿Por qué no había guías ambientales para dar información y hacer recorridos por el parque?, ¿Por qué previamente no corrieron a las abejas con humo?, se preguntó la ingeniera.

Para evitar la proliferación de colmenas de abejas dentro del parque también hace falta contar con camiones que tengan escaleras desplegables. Estos sirven para que los cuidadores puedan subir hasta la altura de los enjambres y desde allí esparcir humo para espantarlas.

Pero en la actualidad no hay garantía de que haya este tipo de camiones dentro del parque y que, además, estén en buenas condiciones.

Foto: Gleybert Asencio (archivo)

También es importante evitar las excesivas ventas de comida dentro del parque. Este espacio natural está conformado por 82 hectáreas y es un diseño urbanístico, obra del arquitecto brasileño Roberto Burle Marx.

Dentro del paisajismo del parque todo está ubicado según una lógica. Por ejemplo cada cafetín está ubicado en un área lejana a la zona donde está ubicada la fauna que habita dentro del parque.

Pero ahora parece que las autoridades de Inparques han permitido la instalación y amplificación de quioscos en diversas áreas del parque en donde venden todo tipo de alimento, incluyendo dulces. Esto atrae a las abejas y eleva el riesgo de proliferación de colmenas.

El enjambre que atacó a los monos capuchinos está ubicado, según la versión de la fuente anónima, en lo más alto del árbol que está ubicado en la mitad de la exhibición donde vivían los monos. Esto se pudo evitar, dijo la fuente entrevistada.

El mono sobreviviente

Al mono sobreviviente le sacaron aguijones de los ojos y las encías. Es algo muy triste y desesperante para los animales. Las abejas tampoco tienen culpa. Había niños heridos pero no tuvieron consecuencias mayores.

No hay información precisa de cuándo este grupo de monos capuchinos llegó al Parque del Este. Pero ellos llegaron a formar crías hasta completar la manada de 12.

En los perfiles oficiales de Instagram y Twitter del Inparques no hay información oficial sobre la muerte de los monos capuchinos. Tampoco en su página oficial. En el perfil de Instagram del Zoológico de Caricuao, tampoco hay información sobre el estado de salud del único que sobrevivió.

En el Parque del Este, hasta este jueves, la zona donde habitaban los monos sigue rodeada con cinta amarilla y con miembros de la Milicia Bolivariana custodiando. Desde un cafetín cercano a esta área, Lety Rivas dijo no haber visto nada de lo que ocurrió. “Solo vimos una ambulancia llegar. Allí se llevaron a una señora que pensamos, se había desmayado”, dijo.

La versión publicada por Camacho indica que también hubo personas heridas durante el ataque de las abejas, las cuales habrían salido de su colmena, presuntamente, luego de que unos infantes lanzaran piedras hacia el enjambre.

Foto: Cortesía
Otras noticias dentro del parque

El Parque del Este, cuyo nombre fue cambiado a Parque Generalísimo Francisco de Miranda durante la gestión presidencial de Hugo Chávez, ha sido noticia durante los últimos años. En mayo de 2022 fue denunciada la proliferación de ratas dentro del parque. En 2020 denunciaron la muerte de Calíope, la nutria que estuvo en el parque desde 2012.

La muerte de Calíope fue reportada por el Sunep-Inparques, que para el momento pidió a las autoridades mayor información sobre el hecho y sobre el estado de salud y de hábitat del resto de los animales que son responsabilidad de Inparques.

Dentro del Parque del Este, Crónica.Uno también intentó tener declaraciones oficiales. En la entrada del estacionamiento no hubo nadie capaz de dar información. De allí indicaron al equipo que podían dirigirse al terrario del Parque del Este a tener información. Sin embargo, el terrario es un espacio privado, ajeno a la directiva del parque, y en donde no tienen información al respecto.

La conducta agresiva de esta subespecie de abejas se debe al tamaño y a la distribución de los neuropéptidos -moléculas cerebrales- que intervienen durante el comportamiento agresivo, según denota un estudio publicado por la revista especializada Journal of Proteome Research, elaborado por la Universidad de Sao Paulo.

Este tipo de abejas son híbridos procedentes del cruzamiento entre algunas subespecies de abejas melíferas (Europa) y la abeja africana Apis mellifera scutellata.


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