Reconversión monetaria de 2018 liquidó Plan Miranda Huele a Cacao a dos meses de su creación

Tras la reforma del 20 de agosto el plan no era capaz de costear el salario mínimo de las 15 cuadrillas por más de cuatro meses. Para entonces el salario mínimo era de Bs. S. 1800 ($30). El proyecto requería de $27.000 para cubrir un mes de sueldo de unos 900 trabajadores, el presupuesto total era de $4.166.666.

Caracas. Los 600 mil millones de bolívares fuertes (Bs. S. 6.000.000) que aprobó el Banco de Desarrollo (Bandes) a la Corporación de Desarrollo Agrícola del Estado Miranda (Cordami), para ejecutar el Plan Miranda Huele a Cacao el 25 de julio de 2018, rápidamente fueron alcanzados por la reconversión monetaria que entró en vigencia casi un mes después.

El presupuesto inicial que equivalía a unos $4.166.666, calculados a la tasa oficial, perdió fuerza y 12 meses después un estudio elaborado por el Observatorio de Derechos de Propiedad de Cedice-Libertad asegura que el proyecto que buscaba aumentar la producción cacaotera de Barlovento está paralizado.

En julio del año pasado el presupuesto destinado al Plan Miranda Huele a Cacao, impulsado por el gobernador de ese estado, Héctor Rodríguez, cubría los compromisos de pago con las cuadrillas de limpieza que participarían en la recuperación de las tierras, sin embargo, luego del 20 de agosto, cuando el gobierno de Nicolás Maduro anunció varias medidas económicas que incluían aumento salarial de 5900 %, este no cubría ni un mes de trabajo de todas las cuadrillas.

Esto acabó con todo el presupuesto. No solo era el pago de las cuadrillas, sino también la ayuda técnica y las ayudas socioeconómicas, como las cajas Clap, explica el licenciado en Estudios Internacionales y asesor de exportaciones, Jesús Renzullo, quien participó en la investigación del observatorio.

Durante el lanzamiento Rodríguez indicó que buscaban “el levantamiento de la producción”, que darían acompañamiento técnico a través de la entrega de materiales y equipos, así como en la certificación del cacao. “Lo que les pido es que garanticen la calidad del producto, debido a que próximamente iré a China, Rusia y Turquía a promover nuestro cacao”, dijo. Sin embargo, el rubro no llegó a ninguno de estos países. Antes de que el Plan Miranda Huele a Cacao entrara en marcha, el 5 de junio de 2018 el gobierno de Miranda exportó 75 toneladas de cacao de Barlovento hacia Estonia con el Plan Cacao. No hay registro de ventas del Plan Miranda Huele a Cacao.

Tras la reforma del 20 de agosto de 2018 el proyecto no era capaz de costear el salario mínimo de las 15 cuadrillas por más de cuatro meses. Para entonces el salario mínimo era de Bs. S. 1800 ($30). El proyecto requería de $27.000 para cubrir un mes de sueldo de unos 900 trabajadores, el presupuesto era de $4.166.666.

Pasaron los meses y las autoridades dejaron de hablar del proyecto, que promovían como una forma de competir en mercados internacionales y de diversificar las exportaciones. El Plan Miranda Huele a Cacao se quedó sin su principal herramienta: los cacaoteros, quienes a pesar de haberse embarcado al principio, luego no firmaron el contrato al darse cuenta de que les generaría pérdidas.

Las 15 cuadrillas conformadas por un máximo de 60 personas, agrupaban a casi 1000 trabajadores para rehabilitar 90 hectáreas por día. El especialista Jesús Renzullo señala que, en un plazo de tres meses, era “muy difícil” alcanzar esa meta, debido a que cada persona tenía que rehabilitar 100 metros de plantación por día, “era pesado”, dice. Además, agrega que motivado a que Barlovento es una zona insegura por las bandas delictivas que controlan el territorio, no dejaban entrar personal capacitado externo que hubiese podido aliviar la responsabilidad de las cuadrillas.

Foto: @HectoRodriguez
Por qué no firmaron el contrato

Los cacaoteros no recibirían un pago en metal al mes. La oferta de Cordami constaba de tres servicios:

  1.  Acondicionamiento de tierras, colocación de cultivos intercalados, para que a largo plazo el cacaotal diera más frutos.
  2. Ayuda técnica con ingenieros agrónomos y otros especialistas para aumentar los cacaotales y reducir costos.
  3.  Ayuda socioeconómica, que incluía alimentos, como por ejemplo la caja Clap.

A cambio los agricultores debían entregar a las autoridades del estado Miranda 250 kilogramos de cacao por hectárea al año, cuando ese servicio de limpieza de las tierras que les ofrecían lo pueden encontrar con empresas privadas por 10 kilogramos al año. Esto no incluye ayuda técnica, ni socioeconómica, pero con el resto del cacao cubren esos servicios, explica Renzullo. Cordami le cobraba a los cacaoteros 25 veces más que el sector privado.

Con relación a las recientes publicaciones que ha hecho el gobernador de Miranda sobre la producción del cacao que llevan en la entidad, Renzullo señala que es probable que se hayan solicitado más recursos para otros proyectos, no obstante, reitera que no son actividades del Plan Miranda Huele a Cacao. El rubro icónico de la agricultura venezolana, al ser uno de los primeros que se cosechó y exportó en el país, hoy es uno de los más mermados. Tras más de 12 meses de su aprobación el Plan Miranda Huele a Cacao dejó de oler.


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