Represión evitó que los estudiantes marcharan al Ministerio de Interior por segunda vez

Informe Bachelet

Rafaela Requesens, presidenta de la FCU de la UCV, aseguró que a ella y a otros estudiantes los policías les robaron sus máscaras antigases y cascos. En los enfrentamientos hubo un joven detenido.

Caracas. El Movimiento Estudiantil (ME) por segunda vez intentó ir hacia la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y nuevamente piquetes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) le bloquearon el paso. Este martes a las 2:20 p. m., sin mediar alguna palabra, los efectivos lanzaron bombas lacrimógenas en plena Plaza Brión de Chacaíto a los manifestantes que comenzaron a tomar esa vía.

Desde las 11:00 a. m., varias personas atendieron la convocatoria del ME y fueron llegando la Plaza Francia de Altamira. Allí aunque llovió y escampó en varias ocasiones, después de la 1:00 p. m., la masa de marchistas se hizo más notoria y dirigentes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Metropolitana, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar tomaron la palabra antes de emprender rumbo hacia el oeste de Caracas por la avenida Francisco de Miranda.

Varios dirigentes estudiantiles al frente de la marcha que se concentró en la Plaza Altamira.

Vamos a ir a decirle a Reverol que ya basta. Que ya no queremos más venezolanos asesinados por salir a la calle a protestar. No va a haber nada ni nadie que nos saque de las calles, aseveró Rafaela Requesens, presidenta de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCV.

El despacho del ministro Néstor Reverol está ubicado en la avenida Urdaneta, pero los piquetes de la PNB se ubicaron en los alrededores de la avenida Libertador y Chacaíto. Las ballenas y tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) esperaban desde las 11:00 a. m. —incluso más temprano— cerca del estacionamiento del Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela.

Como se ha vuelto costumbre, las bombas que lanzan los PNB los encapuchados se las devuelven.

Con consignas y cánticos, los alumnos marchaban y los diputados a la Asamblea Nacional, Juan Requesens, José Manuel Olivares, Miguel Pizarro, Juan Andrés Mejía, entre otros, los acompañaban, al igual que los jóvenes encapuchados, con máscaras, escudos y cascos, que se encargan de enfrentar a la PNB. Mientras la marcha más se aproximaba a la estatua de José Martí, las personas se comenzaban a preparar para la represión.

Hoy estamos en el día 60 de resistencia. Hemos movido conciencia. Hemos logrado sumar a la Fiscal, a la exdefensora, magistrados y hasta Juan Barreto que se ha pronunciado en contra de la Constituyente. Hay chamos aquí marchando que han crecido viendo este modelo de gobierno. Ante la violencia de este lado nadie se cansa, dijo Pizarro, mientras caminaba por la Francisco de Miranda.

Desde que comenzaron las protestas el 1° de abril, han transcurrido 60 días, y según cifras del Ministerio Público, han muerto 59 venezolanos en varias ciudades del país. El último en caer fue César Pereira, el 28 de mayo en Lechería, estado Anzoátegui.

Cuando comenzaron los enfrentamientos esta tarde hubo personas que no aguantaron el efecto de los gases.

Justo frente a la estatua del prócer cubano, se detuvo la marcha. La confusión reinó por unos minutos. Se escuchaban personas que bajarían hasta Las Mercedes o que subirían hacia la avenida Libertador. Todos buscaban a los dirigentes. Nadie sabía hacia dónde se dirigía la masa de personas, que ya sabía que varios piquetes, varios funcionarios y centenares de bombas lacrimógenas y muchísimos más perdigones les esperaban.

El pasado 4 de mayo, el ME marcharía desde la UCV hasta el despacho de Reverol, sin embargo, el piquete de la PNB los esperó unos 70 metros afuera del campus. Con los camiones murciélagos, los funcionarios en motos dispararon bombas lacrimógenas, pese a que ese día hubo palabras de por medio. Pero este martes, casi un mes después, las palabras se convirtieron en improperios e insultos de parte de los chamos hacia los funcionarios, luego de que las primeras bombas comenzaran a caer a los pies de los manifestantes.

Un manifestantes entre los gases de una bomba lacrimógena en los alrededores de Chacaíto.

A los policías no les importó que hubiera civiles desprotegidos ante los efectos de los gases.

“Vamos pa’ lante que somos más. Vamos muchachos”, gritó un estudiante de la Universidad Metropolitana, miembro del grupo Unimet Lucha de esa casa de estudios, cuando vio que los policías, desde su perspectiva, eran menos que los estudiantes. Aunque intentaron irse hacia adelante, los funcionarios dispararon más. Reprimieron más.

En varias ocasiones los uniformados arremetían a bordo de sus motos y lanzando perdigones hacia los manifestantes. Rafaela Requesens y varios estudiantes que la acompañaban, fueron robados por efectivos de la PNB. Según dijo, los funcionarios los emboscaron frente al Centro Lido, los atacaron con lacrimógenas y les robaron las máscaras antigas y cascos.

En dirección horizontal y al cuerpo de los manifestantes disparan los PNB las bombas lacrimógenas.

Ella fue la líder de toda la movilización, sin embargo, los policías las robaron a ella y a otros que la acompañaban. Esta acción se asemejó a la que sufrió este lunes el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, en Las Mercedes, cuando un grupo de GNB los interceptó a él y a su equipo, y les quitaron sus pertenencias.

En los enfrentamientos hubo un joven detenido. Varios heridos y personas afectadas por gases. Incluso varios niños que transitaban en la zona con sus padres.

A las 6:00 p. m., el ME se pronunció luego de la jornada de este martes. Aseguraron que se mantendrán en las calles en la actividad programada para este miércoles en donde la oposición anunció que iría hasta la Cancillería, en la avenida Urdaneta. El jueves estarían participando “en protestas creativas y distintas en varios puntos de la ciudad”, según dijo Samuel Díaz, presidente de la FCU de la Universidad Metropolitana.

Díaz también informó que el viernes los estudiantes marcharán hasta la sede del canal Venezolana de Televisión, “para exigir que se diga la verdad de lo que ocurre en Venezuela”.

Dos policías a bordo de una moto con un escudo de un manifestante.
Personas que trabajan como buhoneros o que transitaban por el lugar se vieron afectados por el efecto de los gases.
Los encapuchados hasta usan palos de golf para devolver las bombas lacrimógenas que le lanzan los policías.

Fotos: Francisco Bruzco.


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