El gerente general de Monómeros dice que se ha reunido con representantes de Petro “pensando en el futuro de la empresa” y que la licencia de la OFAC impediría que Maduro retome el control. Normalmente, cuando la empresa reporta altos ingresos, se da un bono a los trabajadores en el mes de marzo, pero este año no ha sido pagado: “Quedó planificado para el segundo semestre”, dijo Rodríguez Laprea.

Caracas. El gerente general de Monómeros, Guillermo Rodríguez Laprea, confirmó que se ha reunido con representantes de Gustavo Petro, presidente electo de Colombia, para discutir “sobre lo que podría ser el eventual auxilio crediticio” de la banca estatal a la empresa.

En conversación con Crónica.Uno, el ingeniero industrial venezolano respondió a los señalamientos en su contra sobre el supuesto mal manejo de Monómeros Colombo Venezolanos S. A., la estatal venezolana con sede en Barranquilla, Colombia, dedicada a la producción de insumos químicos para la agricultura.

A juicio de Rodríguez Laprea, más allá de la política internacional anunciada por Petro, orientada a reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y no a Juan Guaidó, no afectará la situación de Monómeros porque en Colombia entienden que devolver Monómeros a Maduro sería “un salto al vacío”.

El ingeniero también respondió preguntas enviadas desde Barranquilla por trabajadores de la empresa, que está bajo control de la oposición representada por Juan Guaidó.

Una gestión convulsa

Guillermo Rodríguez Laprea fue designado gerente general de Monómeros en sustitución de Gustavo Sol, el 26 de enero de 2021 por acuerdo unánime de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional electa en 2015.

Con apenas tres meses en el cargo, el Sindicato de Trabajadores de Monómeros le acusó de firmar un contrato desventajoso con una empresa desconocida y sin trayectoria en el área agrícola (LionStreet). El escándalo fue tal que tuvo que rescindir el convenio.

Las alarmas de la Comisión de Contraloría de la AN2015 se encendieron en septiembre de 2021, cuando en medio de una ronda de interpelaciones, se determinó que justo antes de ser nombrado gerente general, Rodríguez Laprea había representado legalmente a otra compañía (Insumos del Pacífico) que se acercó a Monómeros y planteó un acuerdo comercial similar al firmado con LionStreet.

De ahí en adelante, Voluntad Popular y Primero Justicia iniciaron un pulso político que a grandes rasgos incluyó:

  • La designación de una comisión especial que viajó a Colombia y emitió un informe cuyo mandato, de noviembre de 2021, aún no se ha cumplido;
  • La creación de un Consejo Nacional de Protección de Activos, en junio de este año, que aún no se ha conformado;
  • Y la declaratoria de responsabilidad política contra Rodríguez Laprea por parte de la Comisión de Contraloría la semana pasada, por considerarlo responsable de un “intento de toma sutil” de la empresa, en oposición al “intento de toma sutil” que había denunciado la mencionada comisión especial.

En medio del debate sobre la gestión de Rodríguez Laprea, varios diputados de la Comisión de Contraloría lo han señalado reiteradamente de ser una ficha partidista de Acción Democrática, con respaldo de Primero Justicia. Ninguno de los dos partidos estuvo presente durante la aprobación del informe la semana pasada en la Comisión.

Cuando se le pregunta si se siente protegido de algún partido del G4 o si actúa en defensa de intereses partidistas, responde:

“Una de las cosas que pedí cuando se habló de una terna para venir para acá fue que la designación se diera por consenso de todas las fracciones políticas. La información que tuve en ese momento es que fue una votación de absolutamente todos los diputados. No vine como representante de un partido político, sino de la Asamblea Nacional de Venezuela. Esa fue mi condición de llegada y bajo ese elemento me he mantenido”.

Trabajadores de Monómeros se preguntan
Asamblea Nacional electa en 2015
Trabajadores de Monómeros enviaron preguntas para el gerente a través de este portal. Foto captura de pantalla entrevista para Crónica.Uno vía Zoom

La entrevista, que se realizó vía Zoom este 26 de julio en dos sesiones de 35 y 25 minutos, respectivamente, inició con dos preguntas que trabajadores de Monómeros hicieron llegar a Crónica.Uno, especialmente para esta conversación.

Viendo la situación tan traumática y escandalosa en la cual la empresa ha estado metida ¿no sería mejor dejar el cargo y que la AN o el presidente Guaidó designen a la persona adecuada y a la junta directiva?

—Desde que yo llegué a la gerencia, el 27 de enero de 2021, había gente interesada en debilitar a la empresa. Hoy el sindicato está empujando en la misma dirección con nosotros y hemos logrado defender a la empresa para que no se la robaran. En diciembre de 2021 logramos obtener los mejores resultados económicos y financieros de los últimos cinco años. El que esté pensando o diciendo que hoy hay una situación traumática, lo está viendo desde otro punto de vista o está siendo acompañado por otra gente. Aquí no se soluciona con apagar la luz y salir corriendo, no es mi posición. No está planteado en ningún caso que yo abandone Monómeros porque eso no es lo responsable. Todo lo que sea para bien de la empresa, lo acompañaré, pero esa no es la solución.

Normalmente, cuando la empresa daba un Ebitda (indicador de rendimiento) alto anual, para el mes de marzo se pagaba a los empleados un bono por cumplimiento ¿Por qué no lo dieron este año si supuestamente tuvimos uno de los mejores resultados en los últimos 10 años?

—Efectivamente, el año pasado dimos la bonificación y este año está planteado que se dé, pero se postergó en el tiempo. ¿Por qué? Nosotros dependemos de los créditos de proveedores porque no tenemos créditos bancarios a raíz de las sanciones. El mismo día que nos llegó aquella resolución escandalosa de Supersociedades en septiembre pasado, perdimos 108 millones de dólares en líneas de crédito. Después de esa situación tuvimos que recuperar espacios con los proveedores. Este año ampliamos el apoyo a la compra de materia prima, que ha subido a unos valores absurdos. La prioridad de la empresa es el funcionamiento. Los recursos para esa bonificación decidimos planificarlos para el segundo semestre del año. Así va a ocurrir y así lo sabe toda la gente dentro de la empresa porque el propio sindicato lo comentó, está informado y está de acuerdo.

Gobierno de Duque habría entorpecido financiamiento
comisión de contraloría de la asamblea nacional
El mandato de Iván Duque, firme aliado de Juan Guaidó, está por culminar el próximo 7 de agosto. Foto cortesía @jguaido

Luego de una pausa obligada por el nombramiento de la Comisión Especial que actuó hasta noviembre de 2021, en mayo de este año la Comisión de Contraloría retomó el expediente de Monómeros e hizo nuevas interpelaciones. Una de ellas al procurador especial del gobierno encargado, Enrique Sánchez Falcón.

En su comparecencia, el procurador dijo que el año pasado acudió a una reunión en el Palacio de Nariño junto a usted y dos presidentes de bancos colombianos y que en ese encuentro se acordó la visita de uno de los banqueros a Monómeros, para discutir un posible plan de financiamiento. Sánchez Falcón dijo que el ejecutivo fue a la cita, pero no fue recibido.

—Lamentablemente al procurador le dieron parte de la información solamente. En efecto, al día siguiente (de la reunión) el presidente del banco me pidió venir y le pedimos que se postergara la visita porque no íbamos a disponer de todas las personas aquí. Sepan que el presidente del banco vino después y sí tuvo una gran visita en toda la planta, nos acompañó, vio todo, le hicimos toda la exposición. Es decir, la reunión sí se dio.

¿Y acordaron alguna línea de financiamiento para Monómeros?

—No. Había la decisión de que no se nos diera esa línea de crédito.

¿Una decisión del banco? ¿Del gobierno de Duque?

—Sí, del banco…. Si era un banco del Estado, la instrucción era de por allí. Los únicos bancos con los que teníamos la esperanza de lograrlo eran con los bancos del Estado. Seguimos aspirando a que nos den acompañamiento. No solo los bancos del Estado sino otras instituciones.

La Comisión de Contraloría ha enfatizado que usted ha suscrito una serie de acuerdos de interés nacional sin que la AN2015 ni la presidencia encargada estuvieran enterados: LionStreet, la consultora de Otto Reich, DLA Piper. ¿Por qué no ha informado de esas decisiones?

—He mandado muchísima información de todo lo que se ha hecho, de resultados, de actividades. He informado todo lo que ha correspondido informar. Tengo las referencias y constancias de que he enviado abundante información a la Presidencia de la Asamblea, la Presidencia interina, la Comisión de Contraloría, la Comisión que vino para acá. Todo apegado absolutamente apegado al derecho colombiano y venezolano. ¿Saben cuántas respuestas he tenido? Ninguna. ¡Ninguna! No he hecho ningún acto reñido con la ley de Colombia ni con la legislación venezolana tampoco. Porque en ninguna parte se indica que para el desarrollo normal de la empresa tenga que pedir autorización para realizar esto o aquello. Esto es giro corriente.

El informe de la Comisión de Contraloría relata la lista de oficios y documentos que usted remitió pero aclara que pese a que le fue solicitado, no envió el contrato que firmó este año con la consultora de Otto Reich. ¿Por qué no remitió ese contrato?

—Hay elementos que son de absoluta confidencialidad en las empresas, las cuales estás obligado a cumplir. Romper con eso significa cometer un delito.

¿Aún si se trata de una investigación de la Asamblea Nacional que según la Constitución de Venezuela tiene carácter legal y probatorio?

—No, sí. Ahí, ahí hay elementos que se pueden transmitir, pero definitivamente tienen que responder a parámetros muy bien llevados. Es decir, no puede ser simplemente una respuesta que ‘aquí va’ sino que tiene que cumplir una cantidad de parámetros porque si no estaría cometiendo un delito. Aquí el tema de la confidencialidad es muy estricto.

En contacto con el equipo de Gustavo Petro
presidente electo de colombia
La comisión de empalme del gobierno electo de Petro con el saliente de Duque envió personal técnico a revisar instalaciones de Monómeros. Foto:Cortesía.

El pasado 5 de julio, la prensa colombiana informó que Monómeros entró en las conversaciones oficiales como parte de las reuniones preparativas para el cambio de gobierno en Colombia, previsto para el 7 de agosto.

En aquella oportunidad, la denominada Comisión de Empalme entre el nuevo gobierno de Gustavo Petro y el equipo del presidente actual, Iván Duque, habría hablado sobre obras y empresas de interés nacional, entre ellas Monómeros.

Pero las consideraciones posteriores a la reunión, emitidas por el coordinador del encuentro, el diputado liberal Luis Fernando Velasco, no fueron muy auspiciosas:

“Yo tengo una gran preocupación de que Monómeros siga en manos de Guaidó. Monómeros en manos de Guaidó fue un desastre, se desapareció. No podemos seguir conversando con fantasmas que no existen”, dijo Velasco en clara alusión a la Presidencia encargada de Guaidó.

¿El equipo del presidente Gustavo Petro o de la Comisión de Empalme entre el gobierno saliente y el nuevo gobierno han visitado Monómeros o se han reunido con usted?

—Sí. Hemos tenido reuniones de trabajo. Comisión de Empalme no es el término adecuado en nuestro caso, porque Monómeros no es un organismo público que va a hacer una entrega, pero le dieron esa denominación. Nos hemos reunido con los integrantes de la Comisión de Empalme, ellos trajeron un grupo de técnicos y hemos conversado sobre lo que podría ser el eventual auxilio crediticio desde la banca del Estado a Monómeros, que es lo mismo que le hemos estado pidiendo al gobierno del presidente Duque. Entonces hemos conversado en ese sentido, hacia la construcción del futuro de Monómeros, las fortalezas y el porvenir de Monómeros.

¿Esas visitas y reuniones se dieron este mismo mes? Porque la elección presidencial fue a mitad de junio…

—Sí, sí, se acaban de producir esas reuniones, y siempre en el ámbito corporativo e institucional de la empresa, sin ningún acuerdo ni elemento vinculante. Es decir, sin ninguna atadura ni ninguna consecuencia desde el punto de vista legal, de ninguna naturaleza, han sido conversaciones informativas y de intercambio de ideas.

Gustavo Petro ha dicho que restituirá relaciones con Nicolás Maduro, pero eso implicaría dejar de reconocer a Guaidó como presidente encargado de Venezuela. ¿Cómo queda Monómeros frente al gobierno colombiano y frente al gobierno encargado de Guaidó una vez que Petro asuma la Presidencia? ¿Usted se va a rebelar contra el gobierno encargado y la AN2015 para continuar al frente de la empresa?

—¡No! ¡Jamás, jamás, jamás! Recuerda que a mí y a los directores de la empresa nos designó la Asamblea Nacional venezolana legítima de 2015. Nosotros nos debemos a la AN2015, nuestra relación es con la AN2015. Nosotros nos hemos mantenido al margen de la situación política que se dé de fondo dentro de lo que sea la política internacional del futuro gobierno de Colombia, centrados en el esquema corporativo. Esta junta directiva y esta gerencia son reconocidas por el Estado colombiano, se han cumplido todos los parámetros correspondientes frente a lo que es la legislación comercial de Colombia. En la Cámara de Comercio están registrados nuestros nombramientos. Desde el punto de vista institucional nosotros mantenemos toda la legalidad que hay en Colombia.

Si Monómeros pasa de nuevo al control de Maduro, ¿usted y su equipo estarían dispuestos a seguir en una gerencia que responda a Maduro?

—La Licencia OFAC que nos permite funcionar como empresa limita absolutamente cualquier relación con las instituciones venezolanas bajo conducción de Nicolás Maduro. Es decir, no se puede dar ninguna relación de la empresa bajo ningún respecto porque se paralizaría de inmediato todo el acceso bancario, los seguros de la empresa, manejo comercial. Yo en este momento, más allá de lo que sea la política internacional de Colombia no lo estoy viendo, sería un salto al vacío y no lo estoy viendo.

¿Qué sería un salto al vacío?

—Si se entregara Monómeros a Pequiven de Maduro sería un salto al vacío porque la empresa se paralizaría de inmediato y de eso hay conciencia en el gobierno colombiano. O por lo menos con las personas que hemos conversado sobre este tema hay total conciencia en Colombia. No lo veo.

Usted ha dicho en entrevistas recientes que la renovación de la Licencia OFAC es resultado de los correctivos aplicados por gerencia, pero la AN2015 dice que se logró gracias a la creación de una Comisión de Protección de Activos. ¿La Licencia se renovó por los correctivos de su gerencia o por la promesa de correctivos que hace la AN2015?

—Probablemente ambas circunstancias tienen que ver. A lo mejor tendríamos la sumatoria de esfuerzos en este sentido. No diría que una cosa u otra determinó la aprobación porque no sería correcto. Pero te puedo asegurar que nosotros hicimos llegar a la OFAC, al Departamento del Tesoro y al Departamento de Estado absolutamente toda la información sobre lo que venía ocurriendo con la empresa, los resultados, gestión en materia de transparencia, toda la información. Y ante el requerimiento de cuáles eran los elementos que había allí, la gerencia solicitó que se hiciera una investigación más allá del trámite corporativo de la licencia. Fuimos más allá. Nos la otorgaron el 28 de junio. Tengan la certeza de que ellos tienen absolutamente toda la información sobre lo ocurrido en la empresa.

La empresa sigue sin acceder a financiamiento 
junta administradora ad hoc de pequiven
Pese al acompañamiento de Supersociedades, Monómeros no ha logrado crédito bancario, dijo su gerente general. Foto: Monómeros

Un año después de la medida de control aplicada por Supersociedades, Monómeros continúa sin posibilidad de acceder a créditos bancarios por parte de la banca pública y privada de Colombia. Además, sigue con limitaciones para la compra y venta de divisas, debido al impacto de las sanciones a Venezuela. A pesar de estos problemas, desde la gerencia de la compañía sostienen que hoy sus finanzas están mejor y que los programas de transparencia y las recomendaciones de Supersociedades están puestas en práctica. 

¿Qué operaciones les permite la licencia otorgada por la OFAC, con vigencia hasta el 30 de junio de 2023?

—Nos permite todo lo que implica el negocio: tener relaciones comerciales, bancarias y financieras de toda naturaleza con cualquier organización en EE. UU. o fuera de ese país. Sin licencia la empresa no puede tener relaciones comerciales con el exterior, pero incluso en Colombia los bancos nos exigían disponer de la licencia, también los proveedores nacionales por las sanciones al Estado venezolano que alcanzan a Pequiven. Si se generara alguna relación de Monómeros con Pequiven de Maduro, se suspendería la licencia y la empresa no podría funcionar porque no tendríamos ni bancos, ni forma de pagar a los proveedores porque estos no pueden recibir pagos de un ente sancionado. Lo que no permite la licencia es que enviemos dividendos a Petróleos de Venezuela S. A. (Pdvsa), Petroquímica de Venezuela S. A. (Pequiven), ni que tengamos relación con estas empresas, ni con ningún ente que esté sancionado.

Usted indica que Monómeros sigue sin acceder a créditos en la banca colombiana. El superintendente de Supersociedades, Billy Escobar, dijo recientemente que acompañaban a la empresa para que esta saliera adelante ¿ni con este acompañamiento han logrado obtener financiamiento?

—Todo lo que se generó de ruido mediático durante el segundo semestre del año anterior y el primer trimestre de 2022 hizo que los bancos y proveedores ampliaran su desconfianza, es decir, el hecho de que Supersociedades nos hubiera acompañado por una parte ha sido muy bueno –muy positivo– porque el resultado que está mostrando Supersociedades es que la empresa está mejor ahora que antes. Sin embargo, el acompañamiento per se de Supersociedades no significó la posibilidad de que nos dieran crédito en la banca colombiana, porque al fin de cuentas era una seña que debía dar el Gobierno colombiano, pero no se concretó a pesar de muchísimos esfuerzos que se hicieron, entonces no bastó la presencia de Supersociedades para esto.

¿En caso de que Supersociedades retire la medida de control esto dejaría a la empresa libre de supervisión o se mantiene una figura similar de alguna manera?

—Todas las empresas en Colombia están vigiladas por Supersociedades. La supervisión en grado de control que se nos aplicó lo que implica es que hay más seguimiento de cuáles son las operaciones que se hacen y nos piden más información de todo lo que se cumple todos los meses, pero el levantamiento de la medida no implica que la supervisión normal que tienen todas empresas cese, lo que sí es que esta visión de mayor exigencia y de visión permanente se suspendería, es decir, la empresa quedaría fuera de eso.

En agosto de 2021 Supersociedades indicó que sometía a la empresa a control por varias fallas detectadas, entre ellas, el incumplimiento en protocolos de transparencia para evitar blanqueo de capitales o renuncias de trabajadores por haber experimentado acoso.  ¿Qué correctivos ha aplicado la empresa para subsanar esas deficiencias?

—Se diseñó todo un programa relacionado con el Sistema de Autogestión del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (Sagrlaft), el cual verifica todas las operaciones que hace la empresa y otra dirigida a los programas de transparencia, estos programas ya habían comenzado cuando llegó Supersociedades, pero se profundizaron y además nos sumamos a una iniciativa de la Presidencia de Colombia con la secretaría de Transparencia. Es decir, absolutamente todo lo que había que corregir en ese sentido se corrigió. En este momento absolutamente todo está en práctica adecuado a lo que solicitó Supersociedades en ese momento.

¿Para agosto de 2021 la compañía enfrentaba demandas laborales que llegaban a 218, según un documento de Supersociedades. Por qué había un número tan alto de demandas y en cuánto está esa cifra en este momento?

—Cuando Supersociedades hizo la visita a Monómeros en 2019 y 2020, la compañía tenía más demandas laborales que las que tenía en la nueva visita. Son demandas que venían tradicionalmente en Monómeros porque siempre ha habido mucha gente que presta servicios tercerizados y pasado un tiempo intentan quedar como fijos en la empresa. Por cierto, todas esas demandas en un 95 % han sido ganadas en primera instancia por Monómeros, es decir, han podido ser desechadas, pero no son demandas nuevas son muy viejas. No había nada extraordinario en esas demandas cuando se fueron en 2020 habían más que cuando regresaron (Supersociedades) en 2021. No es un punto de atención significativo.

¿La compra de suministros y la compra y venta de divisas se veía afectada debido a las restricciones que provocan las sanciones hacia Venezuela? ¿Cómo está esta situación, qué han tenido que hacer para obtener las materias primas y pagarles a los proveedores?

—Tenemos restricciones. Hemos tenido que hacer muchas cosas desde 2019 y aplicar mecanismos diversos para poder acceder al uso de divisas, porque el tema es que Venezuela tuvo un conflicto con el Citibank y este suspendió todas las operaciones con Venezuela; inclusive, Citgo no tiene relaciones con Citibank estando en EE. UU. y en el caso de Monómeros, igual.

En Colombia el Citibank es el principal agente cambiario de la mayoría de los bancos y eso es lo que nos ha generado dificultades desde 2019, no es una situación per se de la empresa, sino con Venezuela. Incluso desde 2017-2018 en Monómeros han tenido que hacer muchas cosas para lograr pagarles a los proveedores con moneda extranjera.

Entre esas cosas que se hacen están las operaciones de factoring. Se hacen operaciones con pagos en pesos; es decir, hacemos operaciones generadas en Colombia, lo que no podemos es ir al banco nuestro: Bogotá o Agrario y decirle: véndeme estos dólares.


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