Juan Carlos Martín contó que hace lo impensable para conseguir las medicinas para controlar un desorden cerebral. Si las interrumpe se descompensa y pone en riesgo su estabilidad emocional y física
Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento
Caracas. Juan Carlos Martín tiene casi 20 años medicado para controlar un desorden cerebral. Pero como nunca antes su estabilidad emocional se ha visto trastocada por la escasez de medicinas para pacientes psiquiátricos.
Ahora en vez de procurar una mejor calidad de vida, cada vez que se levanta en las mañanas lo primero que hace es llamar a todas las farmacias que tiene en su directorio, para ver si llegó alguna medicina del cóctel que debe tomar. También habla con sus amigos y familiares y les pide que lo ayuden a buscar los fármacos. Casi todo su tiempo y esfuerzo lo dedica a “zanquear” las droguerías, por el temor a las consecuencias que puede tener el quedarse sin su tratamiento.
“Llamamos a todos lados, pues las medicinas que llegan se agotan rápido, la gente se las está llevando para poder cubrir los tratamientos. Uno se desespera mucho. Ser un paciente psiquiátrico es una condición que amerita cuidados, atención y tener los medicamentos a la mano. Son horribles los síntomas que uno siente cuanto se interrumpen”, dijo Juan Carlos, de 45 años.
Los medicamentos que toma le garantizan un equilibrio de los neurotransmisores cerebrales. Si falla en la programación, el primer y segundo día quizás no hay cambios en su conducta, pero al tercer día se notan los cambios en su conducta y humor.
“Por eso soy consciente y evito salir de mi casa, pues uno no controla lo que hace. El síndrome de abstinencia es muy recurrente, al igual que los pensamientos delirantes. Uno es escucha voces, sufre de insomnio, y lo que uno ve o siente no es real. Eso es peligroso tanto para uno mismo como para el resto de las personas alrededor”.
El doctor Robert Lespinasse, expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, admitió que la situación es muy riesgosa para los pacientes cuando no se toman los fármacos, y destacó que dentro de los casos de mortalidad asociados a la psiquiatría destaca el suicidio.
No hay estadísticas actualizadas, pero según la información publicada en el blog EsquizofrénicoSinFronteras, los individuos con esquizofrenia (una de las patologías más frecuente en los pacientes psiquiátricos) tienen 5% de riesgo de suicidarse a lo largo de sus vidas, un porcentaje significativamente más alto que el de la población en general.
Y aunque Juan Carlos no lo dice directamente, en sus palabras hay cierto temor por esos eventos imprevistos que puedan poner en riesgo su vida.
“Por eso no me quedo dormido y me la paso zanqueando por doquier las medicinas. Pero hay quienes no tienen cómo hacerlo, personas que están en situación de calle, que son un riesgo de salud potencial”, indicó este hombre que desde hace seis años fundó en San Antonio de Los Altos el grupo Gema, Gente Esquizofrénica en Máxima Armonía, el cual presta apoyo integral a pacientes psiquiátricos.
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Foto referencial: Cristian Hernández
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