Según la ministra de Educación Yelitze Santaella el cambio de nombre de las instituciones educativas no es algo nuevo, inició desde hace aproximadamente dos años.

Caracas.Esa es una política que no es nueva. Se han venido cambiando los nombres de las instituciones por obra y gracias del espíritu santo, sostiene Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital (Sinvema DC), con respecto al cambio de nombre planteado por la ministra de Educación Yelitze Santaella.

Machado insistió en que más que cambio de nombres, las instituciones educativas necesitan ser atendidas en cuanto a infraestructura y mobiliario porque están en mal estado.

Ahí es donde el Ministerio de Educación debería estar en estos momentos, tomando cartas en el asunto y acomodando la mayor cantidad de escuelas.

El martes, 9 de abril, la ministra Santaella anunció el cambio de nombre de 6415 planteles educativos.

El cambio obedece al Plan de Modificación de Epónimo desde la Descolonización, cuyo propósito es “reivindicar” la lucha de los pueblos originarios por la independencia del país.

Así como lo mencionó Santaella durante su discurso, desde una institución educativa ubicada en El Valle, el cambio de nombre de las instituciones educativas no es algo nuevo, porque este proceso, ahora masificado, inició hace aproximadamente dos años.

No es nuevo

El presidente de Sinvema DC puso como ejemplo el cambio de nombre de la Unidad Educativa Nacional 25 de Julio, ubicada en la parroquia San Juan, que desde marzo de 2022 se llama Robert Serra.

La unidad educativa llevaba su nombre en conmemoración a la fecha de fundación de la ciudad capital Santiago de León de Caracas, por Diego de Losada.

Han cambiado el nombre de instituciones que tienen fechas importantes en la historia de Venezuela, así como personas que han dejado aportes en el ámbito educativo, manifestó el docente quien aclaró que el sindicato de maestros que preside está en desacuerdo con estos cambios.

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Desde su remodelación, entre octubre y noviembre de 2023 con el objetivo de recibir atletas escolares en la disciplina de levantamiento de pesas, el nombre del Liceo Aplicación en Montalbán, fundado en 1936, fue modificado a Complejo Educativo Benilde Ascanio.

En contra

Carlos Trapani, el coordinador de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) aseguró que un cambio de nombre no es la prioridad para muchos estudiantes y docentes.

Desde una lógica de derechos de la niñez, limitarse al cambio de nombre es insuficiente, si no se acompaña con un cambio de política educativa, dijo a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter).

Acotó que los nombres de las escuelas no impactan en la calidad educativa, ya que esto implica recurso humano, programas de alimentación, protección, formación y salarios dignos al docente, promoción de espacios de participación, presupuesto prioritario entre otras condiciones.

En esa misma red social, la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres) rechazó la decisión de la ministra Santaella:

Pretender modificar nuestra historia, desde el Descubrimiento hasta la República, es una fehaciente demostración de la imposición de un solo tipo de pensamiento. Esto no solo contraviene la CRBV (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), sino el derecho a la libertad de pensamiento y conciencia.

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