“Somos sobrevivientes de esta vida” dicen pescadores falconianos que tuvieron siete días a la deriva

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Conforme pasaban los días, la brisa los llevaba mar adentro y profundo. La Chellita, que estaba a la deriva, tránsito frente a Aruba. La fuerza del viento los hizo pasar de largo por Punta Espada y Castillete en aguas colombianas. Fueron rescatados por seis pescadores y dos embarcaciones colombianas de Manaure, municipio del Departamento de La Goajira. De allí, los llevaron a Maicao, frontera con el Zulia. Luego llegaron a Santa Cruz de Mara para arribar a Coro y pasada las 9:00 pm del jueves entraron a El Supi, su pueblo natal.

Coro. La vuelta a casa de los cinco pescadores falconianos desaparecidos desde el 20 de octubre en alta mar fue una verdadera travesía. 463 kilómetros recorrieron desde Maicao – Colombia- frontera con los municipios Paz y Mara del estado Zulia. Desde esos pueblos pesqueros dieron la fe de vida a sus familiares en Falcón.

Duró más de 27 horas, el viaje a casa de Juan Ramírez, capitán de la embarcación La Chellita y de los otros cuatro pescadores: Gershwin Gutiérrez, Eduardo Zavala Reyes, Oswaldo Gutiérrez Gutiérrez y Francisco Romero Luque.

Primero debieron recorrer la troncal 6 para llegar al municipio Mara, Zulia, donde pernoctaron. En autobús llegaron al terminal de Maracaibo para luego recorrer por la troncal 3 para finalmente poder ser abrazados por sus familiares.

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A las 9:30 pm, de este jueves 28 de octubre llegaron a el Supi, su pueblo natal, los pescadores falconianos que duraron 7 días de la derviva. Foto: Cortesía.

A las 6.30 pm, de este jueves 28 de octubre, llegaron a Coro donde los esperaban para llevarlos a El Supi a encontrarse con sus parientes. Aquí su historia.

De pescadores a perdidos en el mar
Con rostros cansados del largo viaje y estrés por permanecer 7 días en alta mar, Juan, Eduardo, Francisco, Oswen y Gershwin arribaron a suelo falconianos. No paraban de reír y contarse entre sí lo que habían vivido. Todos acordaron que Chico, como cariñosamente llaman a Juan Ramírez, diera las declaraciones.

“El percance lo tuvimos la misma noche que llegamos”, dijo Juan con mirada triste. Eso fue el miércoles 20 de octubre. El destino era pescar en El Calavera de Puerto Escondido luego de haber partido desde El Supi, estado Falcón.

Mientras echaban los palangres decidieron apagar las máquinas (el motor) para cambiar una correa. Al momento de tener que dar la vuelta para revisar las redes, el motor no enciende porque las baterías se descargaron.

El fuerte oleaje en Puerto Escondido, los comenzó a llevar mar adentro debido a que el ancla se perdió por falta de mecates para asegurarla. Allí comenzó la travesía. Ya era la mañana del jueves 21 de octubre.

Ramírez afirmó haber pasado frente a la isla de Aruba. “Hacíamos señales con banderas y humo, pero nadie nos prestaba atención”. Y cada vez iban mucho más lejos y profundo.

La Chellita llevaba de suministro solo un paquete de harina pan y 200 litros de agua. Por supuesto, carnada para la pesca. Se trataba de serpientes muertas.

En siete días nos alimentamos con un paquete de harina pan y con la carne podrida de las serpientes que teníamos para la pesca”, relató Ramírez.

El agua les rindió hasta el momento del rescate. Aún quedaban almacenados 12 litros.

Con los días llegó el desánimo
La tripulación de la lancha a motor La Chellita está acostumbrada a los desafíos. “Esta es nuestra profesión de eso vivimos”, se decían unos a otros mientras iban recordando lo acontecido. Nada parecido a otras épocas cuando la vida les era más sencilla. Zarpaban rumbo a las Islas Neerlandesas para comercializar sus frutas.

“Nada faltaba en casa y pasábamos más tiempo en familia. Nos cambiaron demasiado la vida”, dijo Ramírez mientras recordaba los momentos de oro de sus travesías acuáticas rumbo a las islas ABC antes del cierre de frontera.

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Foto: Cortesía.

Estábamos perdiendo la esperanza. Pasaban los días y nada”, prosiguió su relato.

El capitán no recuerda haber escuchado lancha, avión o helicóptero que los estuviera buscando. “Al menos no nos dimos cuenta”, mencionó.

La incertidumbre iba ganando espacios y los tripulantes se sentían cada vez más solos y abandonados a su suerte. “Nos sentíamos perdidos, pero un día les dije mientras tengamos la embarcación en buen estado tenemos esperanzas “.

Y llegó la ayuda…
A las 11.30 de la mañana del miércoles 27 de octubre llegó la ayuda esperada por los tripulantes de La Chellita.

Seis pescadores colombianos y dos embarcaciones tras las señales permanentes de Ramírez y su tripulación deciden acercarse con precaución. “Ellos se acercaron con mucha cautela, porque en esa zona se mueven piratas y al ver nuestra humildad, nos dijeron: Vamos a la faena y al regreso pasamos por ustedes”.

Así cumplieron lo prometido. El arribo se hizo en las costas de Manaure municipio colombiano del Departamento de La Goajira, reconocido principalmente por encontrarse las salinas marítimas más importantes de ese país.

Los pobladores fueron hospitalarios no solo dieron comida, sino que colectaron ropa y zapatos para vestirlos y la cantidad de 100.000 pesos colombianos con los cuales pagaron un carro expreso hasta Maicao.

De pescadores a mochileros
Ya en la población limítrofe de Maicao estaban de su cuenta para seguir el viaje. “Toco pedir cola”, mencionó Ramírez. “Pasamos un rato en eso. Pasó un señor que venía para Venezuela y decidió darnos la cola hasta Santa Cruz de Mara”.

Llegaron cuando ya era de noche. “Así que el señor nos ofreció alojo y comida en su casa. Allí pasamos la noche del día del rescate”. Ramírez hizo algunas llamadas hasta que logró comunicarse con un compadre que les facilitó 100 dólares para que llegarán a Falcón.

Así a primera hora del jueves 28 de octubre emprendieron el viaje de retorno a casa, ya en Venezuela la travesía era más llevadera.

Del terminal de Maracaibo salieron después de las 12 del mediodía. Aún quedan horas de camino. Unas 4 horas y media más o menos sin contar las paradas por alcabalas.

Venían indocumentados. Solo se identificaban como “los pescadores perdidos de El Supi”.
A las 6.30 bajaron del autobús en el terminal de Coro. Allí Adolfo Rangel, un vecino, los esperaba con una pequeña comitiva que los escoltaría a casa.

A las 9:30 pm, por fin todo el pueblo de El Supi vio llegar a sus sobrevivientes. Había fiesta en el ambiente y rostros llenos de lágrimas, pero eran de alegría y agradecimiento.

Cuando se le pidió a Ramírez que reflexionara ante los acontecido solo dijo: “Somos sobrevivientes de esta vida”.

En números los desaparecidos
En las costas venezolanas, según reportes de @MaydayCONFAVID han desaparecido 114 personas entre los años 2019 y 2020.

11% de las personas desaparecidas en las costas venezolanas son pescadores. Entre los estados Falcón y Nueva Esparta se contabilizan al menos 13 personas. Todos de sexo masculino. Ocho de los cuales corresponden a Falcón.

Falcón y los piratas que amanezcan las costas
Falcón es un corredor lacustre importante del occidente de Venezuela junto con el estado Zulia.
De acuerdo con el secretario general de ONSA, vicecomodoro Luis Guillermo Inciarte, “en el caso de las aguas del estado Falcón, predominan los actos de corrupción y de tráficos de varios tipos de mercancías, tanto legales como ilegales. Cuando se trata de drogas, añadió, el traslado de los alijos se lleva a cabo mediante acuerdos entre grupos de Venezuela y de las islas del Caribe Neerlandés”.

La piratería en alta mar es una realidad. Hace tan solo unas semanas, pescadores falconianos fueron robados durante la faena.

Esto ocurrió en Miramar, municipio Buchivacoa cuando ocho hombres sometieron a los pescadores y los dejaron varados en el mar al llevarse los motores de las embarcaciones.

Ya se han registrado dos acciones hamponiles con embarcaciones y cayucos a los cuales los dejan sin motores.

“Quieto es quieto”, dijo una de las pescadoras al manifestar que los piratas están fuertemente armados y con capuchas.

Estado venezolano: busca, pero no encuentra
Una vez que se conoció la noticia de que la tripulación de La Chellita estaba sana y salva, familiares de desaparecidos, agrupados en MaydayCONFAVID, contactaron al equipo de Crónica.Uno para manifestar su descontento y cuestionar las labores de salvamento y rescate por parte del Estado venezolano.

Se preguntan: ¿Cómo es que a estos pescadores los estaban buscando por aire, tierra y mar no hayan podido ubicarlos?

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Habitantes del municipio Manaure, Colombia, auxiliaron a los pescadores falconianos.. Foto: Cortesía.

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