En los barrios pobres de Venezuela se conoció hace días una petición del chavismo: los opositores a Nicolás Maduro deben renunciar a las bolsas Clap. La medida causó sorpresa, pero también molestia entre los vecinos.
Caracas. Sonó la puerta y María entendió que la amenaza era real. Al abrir se encontró con dos de las líderes del consejo comunal de su comunidad, en la Candelaria, quienes pusieron en sus manos dos hojas.
Un tenía firmas y números de cédulas de identidad, transcritos a mano, y otra un texto que decía que “por medio de la presente” se dejaba constancia de su renuncia al beneficio de los paquetes de alimentos a bajo costo, que se entregan en bolsas, a través de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
María no se complicó y renunció al Clap, tras recordar las palabras de otra de las líderes políticas del chavismo, en una reunión posterior a las elecciones del 28 de julio pasado, durante la que cuestionó a quienes votaron en contra de Nicolás Maduro y les dijo: “Tengan dignidad y renuncien al Clap”.
Con testimonios como el de María, Crónica.Uno pudo corroborar que la “depuración” de las listas de quienes reciben bolsas de alimentos otorgadas por los Clap en las zonas populares de Caracas es una realidad.
¿Reestructuración o venganza?
En algunas comunidades de Caracas la “depuración” de la lista de quienes reciben este beneficio del Estado es justificada con una “reestructuración organizacional” y la necesidad de revisar “minuciosamente entre los habitantes quiénes en realidad pueden requerir” la bolsa de alimentos, como se lee en un mensaje compartido en un grupo comunitario de un edificio de Palo Verde, en el este de Caracas.
“Entiendo que la simpatía de nuestro Gobierno bolivariano no es tal vez de todos vosotros y vosotras, sin embargo, comprendiendo y, más aún, respetando sus ideologías políticas, primero, les solicito no interactuar conmigo tales preferencias y, segundo, sincerar sus emociones y ser coherentes”, dice parte de un mensaje enviado a todos los miembros del Clap de este conjunto residencial en Palo Verde.
Las amenazas y el amedrentamiento son parte de la dinámica dentro de los grupos de WhatpApp tras las presidenciales, cuyos resultados que dan ganador a Nicolás Maduro han sido tildados de ‘fraudulentos’ por opositores y parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza.
Ana (*), vecina de Petare, relató a Crónica.Uno que en su barrio los cuestionamientos, “indirectas” y ataques contra quienes votaron por una opción contraria a la del chavismo no se han hecho esperar.
“Las reuniones presenciales han sido con la presencia de delincuentes que respaldan a los jefes de calle que le dicen a uno: ‘si eres escuálida, ten dignidad y renuncia al Clap’, o ‘si tienen vergüenza y votaron en contra tienen que renunciar a la bolsa’”, detalló.
Aclaró que en la comunidad circula también una carta hecha a mano en la que quienes firman renuncian al “suplemento” alimenticio que reciben desde 2016, cuando Maduro creó este programa gubernamental como respuesta a la escasez de alimentos en Venezuela.
Identificados
Una jefa de calle, también de Petare, informó a Crónica.Uno que, antes de las elecciones, recibieron órdenes de hacer un censo en las casas de sus barrios en las que debían identificar cada hogar bajo los términos: “voto duro”, “voto blando” y “voto débil”.
“Desde 2018, las casas de los barrios están marcadas con un plan de abordaje territorial que se hizo y que dice quién es quién en cada hogar, así sacan su cuenta de quién es opositor para llegarle a la casa y pedirle que firme esas planillas renunciando a la bolsa”, explicó.
Además del amedrentamiento directo de algunos miembros de consejos comunales, quienes viven en zonas populares también siguen asediados por cuerpos policiales que se mantienen en algunas zonas sin identificación y preguntan por los opositores del barrio.
En zonas como José Félix Ribas, una de las barriadas más grandes de Caracas, los vecinos reportan apagones todas las noches y la presencia de “drones nocturnos” que, aseguran, entran a las escaleras y callejones de la comunidad.
“Nosotros no hemos dejado de ser acosados”, dijo. “Seguimos viviendo en el terror por votar por quien nos dio la gana”, aseveró esta fuente.
Apartheid político
Los vecinos de un barrio de Guatire, a 40 kilómetros de Caracas, no pudieron evitar su sorpresa cuando la llamada jefa de calle les pidió renunciar al Clap como consecuencia de sus protestas el 29 y 30 de julio pasado, cuando miles de personas rechazaron los resultados oficiales de las elecciones presidenciales.
Esa mujer vino acá a proponer un apartheid político. Nos dijo que el Clap es un beneficio que te da Maduro, pero es un beneficio del Estado, el Clap no es solo para los chavistas, eso no sale del bolsillo de Maduro”, dijo a Crónica Uno un residente bajo condición de anonimato.
Al igual que en otras regiones del país, a estos vecinos les pidieron “renunciar” al Clap a través de una carta. Pero nadie la firmó, pese a la “enorme molestia” que causó entre todos, de acuerdo con la fuente.
“Fue nuestra forma de protestar. Quiten el Clap si quieren, pero nosotros no renunciaremos a la bolsa porque ellos quieren venganza”, dijo.
*Los nombres se modificaron por seguridad, a petición de las fuentes.
Lea también:
Exilio forzado: las últimas horas de Edmundo González en Caracas
Participa en la conversación