El conjunto litoralense entró a la última semana de la LVBP sin posibilidades de salir del foso de la clasificación. En las cinco temporadas más recientes, los escualos registran dos sótanos y un penúltimo lugar, con apenas una clasificación a los playoffs. Los varguenses suman 35 campañas sin un título en la pelota criolla.

Caracas. Año a año, Tiburones de La Guaira ya no solo prolonga la sequía de títulos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, que va por 35 temporadas (1985-1986), sino que últimamente también le cuesta competir y evitar la parte baja de la clasificación en la pelota criolla.

Los litoralenses llegaron a la última semana de la campaña sin opciones de avanzar a los playoffs y también sin posibilidades de salir del sótano de la 2021-2022, que ya entra en su etapa culminante. El nado en las profundidades se va haciendo una constante en el bando guairista, que en las últimas cinco campañas cerró dos veces la tabla (2017-2018 y 2021-2022) y concluyó penúltimo una vez (2018-2019), con apenas una clasificación a la postemporada en la 2019-2020 y un sexto puesto general en la 2020-2021, disputada bajo el formato de dos divisiones.

Jugar en enero o finales de diciembre ya no es lo habitual en la novena varguense, que desde la llegada de los nuevos dueños en la 2004-2005 registra nueve clasificaciones en 18 zafras, con apenas tres campañas en los tres primeros puestos (tercer lugar en la 2009-2010 y primero en la 2011-2012 y la 2019-2020). El récord general de La Guaira bajo la administración de Francisco Arocha y Antonio Herrera es de 497-569, sin incluir los dos últimos choques contra Bravos de Margarita.

Las causas de la debacle

Hay varios denominadores comunes en los últimos descalabros de Tiburones en la LVBP. Entre ellos se cuentan los repetidos despidos de manager a mitad de temporada, la ausencia de figuras por desavenencias con la gerencia, baja calidad de la importación, renovación a medias y las endémicas fallas del pitcheo. Todo parece resumirse en una mala planificación y este año no fue la excepción.

“A mi juicio la planificación no fue adecuada. Basar una planificación en un grupo de prospectos no fue lo correcto”, analizó el comentarista del circuito litoralense Germán Cartaya una vez concretada la eliminación del equipo en la 2021-2022.

El grandeliga José “Cafecito” Martínez, por su parte, admitió que la relación entre los peloteros y la directiva no es la mejor, y eso incide en la incorporación de piezas claves que pueden marcar la diferencia.

“Hay muchos desacuerdos entre los jugadores y la gerencia en muchas cosas. Situaciones de contrato y otros aspectos. Desde que llegué aquí hemos tenido temporadas buenas, pero es frustrante llegar todos los días y no poder ganar juegos a diario”, lamentó el jardinero en declaraciones a Espacio LVBP.

Al margen de los análisis, los fríos números del actual campeonato marcan que el equipo de los Tiburones entró a la semana final de calendario como último en carreras anotadas (228), penúltimo en average colectivo (272) y últimos en efectividad con 6.07, una situación repetida que condena a cualquier escuadra a la parte baja de la tabla.


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