En esta parroquia crecen los vertederos ilegales. Los desechos se acumulan en las entradas de casas y comercios, ocupan un canal de circulación. Los vecinos dicen que entre una semana y 15 días es el tiempo que tardan en pasar los camiones recolectores.

Caracas. En la parroquia La Vega, al suroeste de Caracas, los desechos sólidos forman parte de la decoración prenavideña. No hay calle, acera, espacio verde, alcantarilla o rincón que no esté invadido por la inmundicia.

Desperdicios domésticos, mecánicos, escombros de todo tipo abundan en los vertederos ilegales que crecen como las cotufas, en un santiamén. En los sectores Los Cangilones, la calle Zulia y en la parte alta es donde más se aprecia esta problemática ambiental.

Cerca de seis grandes botaderos se observan en el trayecto que va desde el parque Juan Cuchara hasta la calle real de Los Paraparos de La Vega, un poco más de dos kilómetros por la calle La Estrella.

Ocupan el canal de circulación en sentido parte alta de La Vega. Ya ni se ven las paradas, y las camionetas del transporte público dejan a los pasajeros en medio de la vía.

Con las lluvias recientes se hizo un chiquero debido a que los vecinos ya no están dejando la basura en depósitos o bolsas. Llegan al botadero y vacían todo. Dejan al aire libre el papel higiénico sucio, toallas sanitarias, pañales, restos de comida, animales muertos, y todo eso corre libremente por la vía principal, se acumula en las entradas de las casas y de los comercios.

En ese tramo específicamente los camiones recolectores pasan una vez a la semana. Pero lo que refiere Luis Gómez es que los desechos llevan acumulados más de 15 días: “El aire ya se siente apestoso, la calle tiene pegoste y a eso se suman las aguas negras que salen a flote cada vez que llega el agua por tuberías”.

invadidos por la inmundicia
Foto: Luis Morillo

Algunos vecinos les pagan con comida a las personas en situación de calle para que recojan parte del basurero, pero igual lo que hacen es arrimarla en el mismo sitio, mas no le buscan la disposición final.

“De eso se encargan las cuadrillas de SupraCaracas, pero ese trabajo no se hace con frecuencia. Los obreros cuando vienen dicen que no hay camiones para subir hasta la zona”, refirió Gómez.

Ana Paz, vecina de Los Mangos, también dijo que la cantidad de desperdicios acumulados supera la semana. Los contenedores están desbordados, aunado al hecho de que los residentes sacan los desechos domésticos a toda hora del día y los tiran como les da la gana, por eso se sienten invadidos por la inmundicia.

Las moscas y los roedores no faltan en este panorama. “Ahora esperamos que, como el gobierno está en campaña, se den un recorrido por esta zona, hagan limpieza profunda y mejoren los servicios públicos. Porque sin agua y llenos de basura no hay higiene. Aquí hay muchos niños y personas de la tercera edad afectados por la insalubridad y por los virus, no solo la COVID-19, también hay dengue, cuadros diarreicos, mucha gripe”, señaló Gabriela Pérez.

El más reciente informe del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos reveló que el servicio de aseo urbano tiene mejor valoración por parte de los usuarios, a diferencia de otros como el agua o la luz. En Caracas tiene una valoración positiva de 72,3 %, aun cuando el mismo OVSP señaló que 28 % de los vecinos indicó que la recolección se hace una vez por semana. Una frecuencia mínima que en sectores altos, como La Vega, El Valle y Antímano, puede llegar a correrse hasta 15 días.

Caracas dispone de una sola planta de transferencia para los desechos sólidos, ubicada en Las Mayas, de ahí sale para el único relleno sanitario que está en La Bonanza, Charallave.

La dificultad actual es la poca disponibilidad de unidades recolectoras. Según voceros de SupraCaracas, hay 30 camiones para las 22 parroquias, y esa oferta no cubre la demanda. En julio pasado la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías, dijo que recogerían 240 toneladas diarias, pero muchas se les están quedando regadas en las calles de La Vega, zona que tiene todos los rincones invadidos por la inmundicia.


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