Señalaron que la decisión no fue consultada con los trabajadores, tampoco con la comunidad, y no se hizo una inspección previa en las instalaciones, donde desde hace muchos años no funciona la morgue, no hay ascensores, no hay luz, hay fallas eléctricas continuamente, no hay insumos y la escasez de personal es acentuada.

Caracas. Trabajares de la salud, representantes de la comunidad y pacientes del hospital José Ignacio Baldó, mejor conocido como El Algodonal, salieron a las puertas del nosocomio a protestar, en rechazo a la media hecha pública por el Ministerio de Salud de habilitar este centro como receptor de pacientes con casos sospechosos de coronavirus.

Señalaron que la decisión no fue consultada con los trabajadores, tampoco con la comunidad, y no se hizo una inspección previa en las instalaciones, donde desde hace muchos años no funciona la morgue, no hay ascensores, no hay luz, hay fallas eléctricas continuamente, no hay insumos y la escasez de personal es acentuada.

La preocupación que expresaron radica en el hecho de que, en estos momentos, no tienen ni cloro para limpiar los espacios.

La doctora Ana Viera Rangel, presiente de Sociedad de Médicos y neumonólogo de planta, señaló que la semana pasada se reunieron con la dirección. En ese momento les avisaron que probablemente El Algodonal será centro piloto para recibir a los pacientes sospechosos de coronavirus.

“Desde hace 20 años la infraestructura viene de mal en peor. No se han rehabilitado los espacios, hay áreas inhabilitadas como Medicina 1. El director nos dijo que si no hay insumos vendrán. Es una manera muy improvisada de hacer las cosas. Este fin de semana vinieron y ya avisaron que sí será centro piloto. Aquí no hay agua, solo lunes martes y miércoles; no hay radiología, el laboratorio funciona con lo más básico, no hay servicio de medicina interna.

“En la segunda reunión, se le expuso al director, incluso con un acta, que tenemos esas deficiencias, pero hizo caso omiso. Aquí no podemos recibir a esos pacientes. Es una irresponsabilidad de parte del ministerio. Antes debieron hacer un inventario del hospital”, dijo.

Destacó que solo hay tres neumopediatras residentes y cuatro neumonólogos adjuntos, de 10 que debería haber. “¿Cómo vamos a atender a esos pacientes, si 30 % del personal de enfermería se fue por bajos salarios y por la falta de insumos. No hay epidemiólogo, cuando el protocolo para atender esos presuntos casos es que tenemos que tener a ese personal para que puedan levantar las muestras y enviarlas al Instituto Nacional de Higiene, INH. El viernes uno de nuestros residentes tuvo un presunto caso y nos costó que viniera el personal de salud pública. Nos dieron un número de INH y para que atendiera fue otro cuento. Cuando llegaron era tarde, pero afortunadamente dio fue positivo para influenza. Eso fue con un paciente, imagínense si hay más”, añadió.

Los kits para el coronavirus los maneja el INH, no los tiene el hospital como tal. Este es un centro nacional de referencia para casos de tuberculosis, pacientes que son resistentes, con ese virus empeorarían sus condiciones, pues deben estar aislados.

Marieta Rea, cirujano general, añadió el hecho de que la mayoría del personal es mayor de 60 años, muchos de ellos con enfermedades y mal alimentados. Comentó que no hay material descartable, no hay ambulancia y el Banco de Sangre tiene fallas por el déficit de personal y de reactivos para el análisis de las muestras: “En terapia intensiva hay un solo respirador, no hay cloro para la desinfección de los espacios ni de las camas, no hay teléfonos internos”.

También la comunidad se sumó a las críticas. Yolanda Delgado, vocera, dijo que más de 400 familias cercanas al hospital se verían afectadas si se atienden casos de coronavirus: “Muchos son de la tercera edad y niños, y ya nosotros sabemos los problemas de los servicios públicos, como el caso del agua. Nos preocupa esto, porque ya estamos muy desasistidos en materia de salud”, advirtió.

Igual preocupación mostró Yiletza Colmenares, madre de un niño con fibrosis quística, quien desde hace 23 días está hospitalizada en el área pediátrica. Ella contó que su hijo desde hace un mes no toma los medicamentos de gastro, y por tanto tiene un cuadro diarréico. El Seguro Social debe dar los medicamentos y no se consiguen. Tampoco tiene dinero y, por tanto, están en el hospital asustados por si llega el virus.

“Mantengo a mi hijo con tapabocas y le lavo las manos a cada rato, pero aquí no hay agua todos los días. La verdad, es una preocupación grande, porque él tiene un pulmón obstruido”, lamentó.

Las alarmas se prendieron en este puesto asistencial y para este miércoles 11 de marzo saldrán de nuevo a protestar. En la lista de los nosocomios están también el de Coche (cerrado desde noviembre de 2018), el Clínico Universitario, el Pérez de León y el periférico de Lídice. Todos con las mismas carencias.


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