Regulaciones y falta de información reinan en el paso vehicular de la frontera

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Pólizas costosas, falta de información, restricción por pico y placa, entre otros, son los aspectos que complican el paso de carros venezolanos a Colombia. Durante la apertura solo permitieron el paso a particulares. Sin embargo, no se incluyó a motos ni al transporte público.

San Cristóbal. La tan anhelada apertura total de la frontera todavía es un sueño. A pesar de los bombos y platillos de cada actividad que se hace en los puentes binacionales, la realidad es que cuando terminan los actos protocolares, las cosas no son como se prometían. 

Los conductores de transporte público, no solo de Venezuela, sino de Colombia, quedaron con los “crespos hechos”, pues una de las promesas de cara a la inauguración del Puente Internacional Anastasio Girardot (Tienditas), era que el paso del transporte público iba a permitirse tanto desde Venezuela como de Colombia, lo que representaría una mejora en las condiciones de los transportistas, pues tras el cierre, no se podían hacer viajes directos desde San Cristóbal a Cúcuta y viceversa. Tal paso no se dio. 

Desde 2015, estaba prohibido el paso de vehículos particulares por los puentes internacionales Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar y La Unión, por lo que, tras ocho años, la noticia sobre la reanudación de la circulación vehicular, tenía a los trabajadores felices y optimistas por el cambio que se avecinaba. 

Desde tempranas horas del pasado domingo, 1° de enero, transportistas venezolanos y colombianos se apostaron en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander de Ureña, debido a que en días previos a la inauguración del Atanasio Girardot (Tienditas), les habían indicado que tendrían campo libre para hacer viajes inter-fronterizos. 

Si bien, en su momento les indicaron que el paso se abriría pasado el mediodía del 1° de enero, luego de la inauguración del puente, pasaron las horas y esto no ocurrió. 

Trabajadores de la línea Trans-Oriental, que presta sus servicios entre La Parada y Cúcuta, fueron notificados por la dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia, que ya no se les iba a permitir el paso a Venezuela, mientras que, del otro lado de la frontera, las autoridades notificaban a los transportistas venezolanos que, por ahora, no tendrían permitido el paso, pues debían esperar el lineamiento de las autoridades. 

Recaudos 

Otro de los aspectos que complica el tránsito de vehículos venezolanos a Colombia es el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito colombiano, mejor conocido como SOAT. Si bien es comparable con el Seguro de Responsabilidad Civil Vehicular venezolano (RCV), los precios de la póliza colombiana golpean el bolsillo del venezolano, pues los costos de su adquisición son elevados. 

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Los carros colombianos ya se muestran en las calles de San Cristóbal. Foto: Cortesía

En Venezuela, una póliza RCV de un vehículo tipo sedán puede costar alrededor de cinco dólares. El SOAT de ese mismo vehículo en Colombia se cotiza en 546.200 pesos colombianos, lo que equivale a 124 dólares. 

Si el automóvil no tiene el SOAT, el comparendo o multa que se impone incrementa los gastos. La sanción implica que hasta que se pague el comparendo, incluida la multa que asciende a alrededor del millón de pesos, el vehículo queda retenido. Además, es trasladado a un estacionamiento, lo que deriva en más costos para el dueño del automóvil.

En Cúcuta rige un sistema de pico y placa con el que buscan mermar la congestión vehicular. A esta norma se deben apegar los vehículos venezolanos, además estos deben estar en buenas condiciones mecánicas y de seguridad. A carros con fallas en el tubo de escape, con cauchos lisos y demás fallas, no se les permite circular en el vecino país. 

Tanto carros venezolanos como colombianos, tienen permiso de estar en territorio extranjero por 20 días. Para ello deberán sellar pasaportes en los puntos de Migración instalados en los pasos binacionales. 

Carlos Socha, alcalde de Villa del Rosario, aseguró que exigir el SOAT, atentaría con las intenciones de alcanzar una reactivación del comercio binacional.

Evidentemente quienes se beneficiarán del paso inter-fronterizo son los carros colombianos. Incluso durante este martes se vieron algunos vehículos con placas de Colombia en el centro de San Cristóbal, así como en Barrio Obrero. 

Motos tampoco

En el Puente Internacional Atanasio Girardot, antiguo Tienditas, motorizados colombianos manifestaron su molestia, a ellos tampoco se les permitió el paso hacia Venezuela.

Algunos, que venían desde municipios lejanos del norte de Santander como El Zulia, manifestaron que uniformados venezolanos no los dejaron pasar, por el hecho de tener placas colombianas. 

Sin embargo, a los que llevaban placas venezolanas les indicaron que, de entrar a Venezuela, no les permitirían el regreso a Colombia. Debido a esto, muchos se abstuvieron de cruzar por el puente. 

Lineamientos

Autoridades venezolanas y colombianas se mantienen en reunión permanente a fin de elaborar un manual conjunto que unifique criterios en cuanto a la movilización de vehículos entre ambos países. 

Un elemento a tener en cuenta es que los puentes mantendrán su horario de apertura y cierre. Es decir, el paso no estará abierto las 24 horas. En el caso de Venezuela, será de 6:00 a. m. a 9:00 p. m., mientras que, para Colombia, se le debe restar una hora.


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