Trasladan a la Dgcim de Boleíta a trabajador de Corpoelec detenido en Puerto Ordaz

DGCIM

La familia de Otoniel Ramos no había podido verlo desde que fue detenido por la Dirección General de Contrainteligencia Militar el jueves en su casa. Finalmente pudo hacerlo brevemente el lunes en la tarde, antes de su traslado.

Ciudad Guayana. Otoniel Ramos pudo abrazar a su hija, que cumplió 14 años este 22 de abril, solo unos minutos. Lo hizo en el aeropuerto de Puerto Ordaz, en la tarde, antes de que lo llevaran al avión.

Su nombre dejó de ser anónimo el jueves, cuando funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgicim) lo detuvieron en su casa en la urbanización Los Mangos, de Puerto Ordaz.

Ramos es trabajador de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y desde la semana pasada está debajo de la lupa de las sospechas del régimen madurista, que lo señala de ser uno de los causantes de los apagones en Venezuela.

Otoniel Ramos. Foto: Cortesía

Este lunes despegó en un avión que lo llevó a Charallave. “De allí lo van a llevar a la sede de la Dgcim en Boleíta (Caracas)”, explicó su esposa, Adelina Piña, quien también pudo verlo antes de que despegara. Era, de hecho, la primera vez que lo veía desde que lo detuvieron.

Me dijo que estaba bien y que él confiaba en Dios porque sabe que no hizo nada. No hay relación posible entre él y lo que está ocurriendo con los apagones. También me dijo que me quedara tranquila y que cuidara a nuestros hijos”, dijo Piña.

La pareja tiene, además de la hija de 14 años, dos hijos: uno de 17 y otro de 15.

Protesta contra la injusticia

De la casa de los Ramos Piña, funcionarios de la Dgcim se llevaron tabletas y otros equipos electrónicos. “Llegaron con una orden de allanamiento. Mis hijos estaban solos y cuando llegué, todos estaban aquí. A los 15 minutos llegó mi esposo y fue cuando le dijeron que se tenía que ir con ellos”.

Desde el jueves, el trabajador de Corpoelec estuvo preso en la sede de la Dgcim del Campo C, de Ferrominera del Orinoco. “No lo violentaron pero tampoco tuve contacto con él. Solamente con el oficial que me recibía la comida y la ropa que le llevé”.

Aseguró que su esposo no milita en movimientos sindicales ni políticos: “Sabíamos lo que sucedía con algunos compañeros de trabajo pero no pensamos que podría pasarle a él”.

La Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG) exigió la liberación de Otoniel Ramos. Un grupo de sus compañeros convocó una protesta en frente de la sede de Corpoelec de Alta Vista, en Puerto Ordaz, para reclamar justicia para él, quien parece ser ahora uno de los chivos expiatorios del descalabro eléctrico generado por años de desinversión y de corrupción.


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