Este laboratorio con fines académicos se convirtió en otra fuente de ingresos para la UCAB, debido a que su modelo de negocio le permite ser autosustentable, autogestionable y crecer de forma autónoma.

Caracas. Llaveros, juguetes, prótesis médicas, piezas de computadoras o cualquier objeto puede ser materializado gracias a las impresoras tridimensionales. Esa tecnología para los venezolanos era distante e inaccesible y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) decidió darle un giro a eso: crear el Centro Nacional de Impresión 3D, el primero en su tipo entre las casas de estudio superior venezolanas.

Este centro está adscrito a la Facultad de Ingeniería y está dirigido a los estudiantes de Ingeniería Industrial. Además, tiene fines comerciales y está abierto para aquellos que sientan curiosidad y quieran aprender sobre el manejo de esta tecnología.

El profesor Joao De Gouveia, director de la Escuela de Ingeniería Industrial y uno de los pioneros de esta iniciativa, explicó a Crónica.Uno que la pandemia de la COVID-19 no impidió que la UCAB y la empresa aliada EN3D Venezuela lograran plasmar la innovación tecnológica y académica en el país.

El trabajo inició a mediados de 2020. Parte de ese proceso implicó el diseño del espacio que ocuparía el Centro Nacional de Impresión 3D. No queríamos que fuera un salón gris, mucho menos inaccesible para los estudiantes, explicó el profesor. De allí derivó las paredes blancas, para que resultara la mesa curvilínea que está en el centro del salón y sus sillas amarillas, verdes, naranjas y los mesones de madera que bordean las paredes donde están ubicadas las impresoras 3D.

Foto: Luis Morillo

De Gouveia explicó que la distribución debe generar cercanía e interés para aprender dicha tecnología. Asimismo, sostuvo que el sitio cuenta con nueve impresoras: siete utilizan material poliácido láctico (PLA), mientras que dos máquinas trabajan con acrilonitrilo butadieno estireno (ABS) y tereftalato de polietileno (PET), estas últimas son de mayor calidad y permiten fabricar objetos de mayor precisión tridimensional a escala.

Foto: Luis Morillo
No existen límites

Lo que propició la creación del Centro Nacional de Impresión 3D fue el resultado que generó la Certificación TECH Prototipismo e Impresión 3D del Centro Internacional de Actualización Profesional (CIAP) de la UCAB. Gouveia relató que el primer curso fue impartido en septiembre de 2021 y contó con la participación de 11 personas.

Comenzaron la certificación sin tener un previo conocimiento y luego de culminar las ocho sesiones, ya estaban capacitados para desarrollar procesos de conceptualización y diseñar como el dominio de los parámetros de impresión 3D, comentó  De Gouveia.

Resaltó el valor que posee el campo de la impresión 3D y que no tiene género, ni disciplina y por eso cautiva, porque puede estar al alcance de cualquier oficio u profesión que la requiera.

Foto: Luis Morillo

Del mismo modo, acotó que tampoco existen límites para aquellos que deciden incursionar en aprender sobre dicha tecnología.

También aplica a la hora de solicitar este recurso para fines comerciales. La empresa de telecomunicaciones SimpleTV contaba con un problema: tuvieron que retirar 4000 decodificadores ya que estos presentaban defectos en las botoneras.

Nuestro aliado 3N3D Venezuela fue quien nos presentó el caso de SimpleTV, entonces de manera conjunta iniciamos el estudio para elaborar el diseño y la impresión de las botoneras. Actualmente se han impreso 200 botoneras y están bajo la fase de prueba y posteriormente se continuará con la producción de las 3800 restantes, dijo el docente universitario.

Posteriormente, SimpleTV se encargaría de la instalación de esas piezas a través de un proceso de remanufacturación.

Centro Nacional de Impresión 3D de la UCAB incentiva la evolución académica y comercial de Venezuela
Foto: Luis Morillo

Otro pedido que tienen es la elaboración de un implante bucal, que contó con la asesoría de una odontóloga que buscaba mayor calidad de vida a un paciente. Esto permitió que un laboratorio con fines académicos se convirtiera en otra fuente de ingresos para la UCAB, debido a que su modelo de negocio le permite ser autosustentable, autogestionable y crecer de forma autónoma.

Los profesionales Joao De Gouveia y Andreina Da Silva, licenciada en Administración y encargada de la supervisión y revisión de las impresoras, son quienes hacen que funcione el Centro Nacional de Impresión 3D.

Foto: Luis Morillo
La experiencia académica

Parte de los objetivos de este proyecto fue promover la actualización de la malla curricular de la carrera de Ingeniería Industrial, con el fin de poder llevar a cabo actividades y evaluaciones prácticas con respecto al proceso de manufacturación de productos.

El docente explicó que eso va a permitir afianzar el perfil de un ingeniero industrial egresado de la UCAB: un profesional emprendedor, comprometido con su entorno y con una visión integral que le permitirá ser competente para diseñar, gestionar y mejorar los procesos de producción y servicios.

Centro Nacional de Impresión 3D de la UCAB incentiva la evolución académica y comercial de Venezuela
Foto: Luis Morillo

Por eso, el rediseño del laboratorio —que ahora es el Centro Nacional de Impresión 3D— debía influir en el proceso cognitivo de los estudiantes universitarios. Desde 2021 los alumnos de la UCAB realizan sus evaluaciones prácticas.

El profesor explicó que los alumnos en cada clase transitarán por la sorpresa de conocer algo nuevo, la curiosidad de querer aprender a utilizar las máquinas, interés de atender las instrucciones y la motivación de crear con esmero los objetos que les asignarán a lo largo del semestre para lograr lo más importante: aprender a través de la práctica.

Comentó que parte de los planes es inaugurar un laboratorio similar en UCAB Guayana para la Escuela de Ingeniería Industrial, dirigido por la profesora Luisa Vera y contará con tres impresoras.

Centro Nacional de Impresión 3D de la UCAB incentiva la evolución académica y comercial de Venezuela
Foto: Luis Morillo

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