Protagonizada por Tom Hanks, es una historia sobre los nuevos comienzos después de la pérdida, luego de esos momentos en los que se piensa que es imposible continuar.

Caracas. Otto Anderson (Tom Hanks) es un malhumorado. Es uno de los habitantes de un pequeño y tranquilo vecindario estadounidense, en el que le gusta tener todo bajo control.

Todas las mañanas revisa que la basura esté en orden, que los vecinos hayan dispuesto los desechos de acuerdo con la separación por su origen, chequea que los carros vayan en el carril correcto, y así transcurre su mente, en la atención para que todo funcione óptimamente.

No solo es una manera de mantenerse ocupado, sino también es lo único que puede mantener bajo control. Sus pensamientos y emociones quedaron deshechos después de la muerte de su esposa.

Un vecino gruñón es la más reciente película en cartelera protagonizada por Tom Hanks, uno de los actores más populares y queridos en la audiencia.

Un vecino gruñón
Luego de su tragedia, el protagonista se aparta del mundo que lo rodea

Esta vez interpreta a un hombre que no es detestable, pues desde el comienzo se nota que carga un dolor, pero sí es una persona con unas respuestas que pueden herir a los demás, especialmente a aquellos dispuestos a quererlos.

Dirigido por Marc Forster, el largometraje se basa en la novela Un hombre llamado Ove, del autor sueco Fredrik Backman, que a su vez inspiró en 2015 una película des mismo nombre del cineasta Hannes Holm, obra nominada al Oscar como Mejor Película en Habla No Inglesa, como se llamaba entonces la categoría.

Esta nueva adaptación es sobria, de una sencillez evidente. Busca su potencia en la actuación de Hanks y en la soledad de una urbanización que parece destinada a desaparecer.

Un vecino gruñón
La película en su sencillez busca transmitir un contudente mensaje

Al desempeño del protagonista se suma el personaje de Marisol (Mariana Treviño), una inmigrante casada con un estadounidense que insiste en entablar una amistad con Otto, quien ve la agenda de su vida alterada con la nueva vecina, decidida a lograr su cometido en Un vecino gruñón.

Otto poco a poco se da cuenta de que la soledad en la que se ha recubierto es muy endeble, porque al final solo necesitaba la contundencia del rescate de quien afianza su impresión por el otro, a quien halla deambulando en su existencia, en una vida que por momentos también considera indeseable.

Un vecino gruñón
Paulatinamente el mundo va cambiando para Otto en su vecindario

Un vecino gruñón es de esas películas que busca remover los sentimientos del espectador, especialmente de aquellos que sin tapujos pueden llorar frente a la pantalla, aquellos que encuentran en la existencia un cuadro inacabado en el que las vueltas de la vida son tan inesperadas como contundentes, y que los vínculos se forjan en los momentos más imprevistos.

Otto halla un mundo dentro de su mundo en el que es necesario, pero parte de un engranaje que lo extrañaba. El cineasta es directo en su cinematografía, sin mayores artilugios cuenta una historia en la cotidianidad de unas personas que ven cómo la vida se manifiesta una vez más, para la felicidad y para el dolor.

Si bien el personaje principal puede ser hiriente por momentos, su intención también podría verse como mero sentido común en un mundo que puede ser peligroso, y para el cual la preparación en los asuntos más cotidianos es el principio para enfrentar las adversidades venideras. Empezar por limpiar el cuarto para luego salir al ruedo.

Un vecino gruñón, estrenada recientemente en cartelera, es una opción fresca y llevadera para comenzar el año, una historia sobre nuevos comienzos después de la derrota, o después de todo aquello perdido, pero que da cuenta muy bien de cómo se puede sumar todo aquello cosechado, más lo nuevo que suma, para emprender la caminata por el sendero de la vida. Continuar con los nuevos nacimientos.

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