Unidos por la Dignidad irrumpe en el escenario político para “dar voz y representar a los olvidados”

Unidos por la Dignidad

Los dirigentes de Unidos por la Dignidad aseguraron que por ahora “no es un partido” y que “no es solo LGBTIQ”, sino que es una plataforma amplia que busca dar voz a sectores históricamente ignorados por las organizaciones políticas.

Caracas. Este martes el movimiento Unidos por la Dignidad acudió al Consejo Nacional Electoral (CNE) para solicitar formalmente la denominación provisional de la agrupación, el primero de muchos pasos para que este grupo se constituya como partido político.

Se trata, según sus promotores, de un “supramovimiento” que va más allá de la dicotomía de chavismo y oposición en el panorama político venezolano. Explicaron durante una rueda de prensa que su verdadero objetivo es el de dar voz a los sectores que históricamente han sido ignorados o utilizados por los partidos políticos tradicionales.

No somos únicamente un movimiento LGBTIQ, somos la representación de todos los sectores sociales, somos un movimiento de movimientos, una plataforma nacional para recoger todas y cada una de las demandas que tienen todos los sectores. Para eso hoy nace Unidos por la Dignidad, ese es el centro de nuestro ser”, explicó Richelle Briceño, abogada y defensora de derechos humanos, quien fue una de las tres personas que ingresó al CNE en representación del grupo.

Nosotros, que venimos de la discriminación, hacemos la promesa que nosotras y nosotros no vamos a dejar a nadie atrás. Este movimiento tendrá los movimientos más diversos: mujeres, afrodescendientes, obreros, trabajadoras sexuales, estudiantes. Somos la garantía de que nadie será dejado atrás, añadió.

Junto con Briceño estuvieron Koddy Campos y la exdiputada Tamara Adrián, un trío de personas que si bien no coinciden en sus posiciones ideológicas y políticas, sí lo hacen en cuanto a la necesidad de defender los derechos de las comunidades y sectores “olvidados”.

Durante muchos años me han dicho que no puedo hablar con este señor (Koddy Campos) o esta señora (Richelle Briceño) porque pertenecemos a partidos políticos distintos o porque tenemos ideologías distintas. Nos reunimos y llegamos a una conclusión muy sencilla: es mucho más lo que nos une que lo que nos divide. En los últimos 70 años se ha pretendido imponer de unos, para unos y con unos, un proyecto político que deja al resto por fuera. Hemos pagado la consecuencia dos veces. Eso se acabó, expresó Tamara Adrián.

Explicó que Unidos por la Dignidad “no es un partido político”, sino que es “un movimiento de movimientos”, algo que dijo era inédito en Venezuela, pero que ha visto versiones similares en países como Francia.

“No es un movimiento LGBTIQ, es de todas y todos, en primer lugar porque las personas LGBTIQ somos profesores, adultos mayores, estudiantes, trabajadores, empresarios, personas con discapacidad, por ende empezamos a crear esos puentes con todos esos movimientos”, expresó.

Tras solicitar formalmente su denominación provisional ante el CNE, ahora los dirigentes de Unidos por la Dignidad se enfocarán en el crecimiento del movimiento en el ámbito nacional, algo que esperan lograr paulatinamente.


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