Los habitantes de esta comunidad dijeron que están cansados de hacer maromas para esquivar los charcos y las lagunas que se hacen en las entradas de sus casas.
Alejandra Pineda / @Alejandra11294
Caracas. Los vecinos de Propatria denunciaron que el agua que no les llega a sus casas se desperdicia en las calles, debido a que los tubos que están al ras de las aceras se rompen e Hidrocapital no los repara a tiempo.
Señalaron que quizás por la presión y por la falta de mantenimiento se fracturan las llaves principales, que ocasiona permanentes botes, generando charcos y lagunas que obstaculizan el libre tránsito tanto de personas como de carros.
Unas de las fugas más grandes se encuentra precisamente en la calle 1, justo al frente del colegio Sergio Medina, cerca de la antigua PTJ; allí se formó un charco gigante.
También hay escapes en las calles 2, 4 y frente a la plaza Lisandro Alvarado. Los vecinos comentaron que los han reparado en varias ocasiones, porque la comunidad hace presión a Hidrocapital y, de vez en cuando, les prestan atención.
“Uno va caminando y se moja todo, y cuando andas con los niños tienes que encaramártelos para cruzar las calles. Estamos cansados de tener que hacer maromas para poder salir y entrar de nuestras casas. Nos la pasamos saltando las lagunas y los charcos para mojarnos lo menos posible”, declaró Rafael Cartas habitante de la parroquia, quien también mostró preocupación por las mujeres embarazadas y las personas de tercera edad, pues muchas no tienen posibilidades de maniobrar y pueden caerse.
Pero sin duda lo que más preocupa a las personas es que los botes son de aguas blancas. Cartas explicó que Propatria ha sido una de las zonas que siempre tiene racionamiento y calificó de insólito que aún Hidrocapital -como organismo encargado- se mantenga ajeno al problema. “Las calles se están dañando y esto dificulta el libre tránsito”.
Debido a estas filtraciones la presión del agua cada vez es menor en algunas zonas, afectando a muchas familias que se ven en la obligación de parearse mucho más temprano y aprovechan el chorrito para bañarse, fregar los platos y hasta cocinar.
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