El impacto en la salud y el ambiente que tiene la quema indiscriminada de desechos de productos como la sardina, preocupa a la comunidad del sector Caigüire, que ha buscado el respaldo de las autoridades para su control sin mayor acción.
Cumaná. Los habitantes del sector Caigüire, una de las zonas populares más icónicas y representativas de la parroquia Valentín Valiente en Cumaná, denunciaron los olores nauseabundos que durante más de dos semanas fueron emanados por la quema de desperdicios de pescado, en la Unidad de Producción Socialista (UPS) La Gaviota.
“Siempre han quemado sardina, tengo más de 50 años viviendo en esta casa y antes era la camaronera o la empresa Caip, hasta el humo de la quema de basura del hospital de Cumaná nos llegaban aquí por la brisa, pero esta vez fue horrible la pudrición y todavía se siente en el aire”, dijo Antonia Alcalá, residente de la zona.
Alcalá reconoce que la ropa que lavó la semana pasada tuvo que dejarla en remojo y volverla a enjuagar porque el mal olor se quedó impregnado.
Impacto ambiental
Extraoficialmente, se conoció que los desechos eran trasladados en cavas desde los frigoríficos de la ciudad, donde se dañaron tras permanecer mucho tiempo almacenados.
La gravedad del problema no quedó en el mal olor sino en el impacto ambiental que tiene el lanzamiento de desechos al eje costero de la zona y los vecinos observaron con preocupación, el desplazamiento de gusanos, roedores y alimañas por la comunidad.
Agradecen que la representación de la empresa haya lanzado “ripio” (desecho de asfalto) para cubrir el terreno, aunque los desechos no representan un tipo de abono para la tierra. Sin embargo, las labores de La Gaviota también tienen consecuencias en el drenaje de la comunidad.
Marianella De La Cruz, habitante de la comunidad, asegura que el sistema de drenajes colapsa con las lluvias y el agua que se queda estancada en La Gaviota, ha llegado hasta su casa.
Mi esposo tuvo que instalar dos “sumideros” para solventar, pero todo el sector se inunda cada vez que llueve y ellos (la representación de la empresa), han tenido que meter bombas para drenar”, dijo.
Sin escape
Al momento de visitar la comunidad, el equipo de Crónica.Uno constató que las aguas residuales corrían por el canal y los vecinos explicaron que se trataba del drenaje de dos viviendas que colapsaron.
No solo se trata del olor a pescado podrido sino de las cloacas que cada cierto tiempo se tapan, vienen y arreglan pero vuelve a colapsar”, añade José Cova.
Marcos Marín, ambientalista y presidente de la Fundación Conciencia Ecosocial, al ser consultado sobre la regulación oficial que pudiera aplicarse, no se atrevió a especular sobre el caso de la sardina podrida, pero la recomendación como representante de la organización es que el órgano rector, en este caso encabezado por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo en la entidad, tome parte en la averiguación y control del caso.
Precedentes
En 2022 la comunidad organizada buscó apoyo en el Consejo Legislativo del estado Sucre (CLES), frente a las afecciones respiratorias provocadas a la salud de niños, niñas, jóvenes y adultos, por la quema de desperdicios de sardina, utilizada para la producción de harina de pescado en La Gaviota, utilizada para el consumo animal.
Carlos López, legislador, quien para ese entonces era vicepresidente de la Comisión de Ambiente del CLES, explicó que la denuncia llegó a la institución en varias oportunidades pero no contaba el respaldo de un oficio o comunicación contentivo del llamado formal a los organismos locales, estatales y nacionales competentes, como es el procedimiento establecido.
Precisamente, para aquel momento fue posible consultar al director del Ministerio de Ecosocialismo en Sucre, Daniel Franco, quien aseguró que la quema de sardina en Cumaná y la actividad de los silos en Carúpano respectivamente, fue controlada y paralizada.
En esta oportunidad también fue posible establecer comunicación con el nuevo director del referido despacho, Luis Gómez, quien aseguró que fue designado un equipo de fiscalización para indagar sobre la situación planteada por la comunidad de Caigüire y zonas circunvecinas, e implementar la normativa específica para este tipo de situaciones.
Falta de mantenimiento
Fernando Blanco, biólogo e investigador de la Universidad de Oriente (UDO), explicó que el problema planteado tiene vieja data, pero anteriormente las plantas procesadoras tenían mantenimiento periódico
Las empresas procesadoras de pescado siempre emanan un olor, pero no había sido tan nauseabundo y se podría deber a que los filtros de las chimeneas son de asbesto y tienen que cambiarse periódicamente. Otro factor importante es conocer qué se está quemando”, cuestionó.
En ese sentido, precisó que para la producción de harina de pescado se queman restos de la limpieza de las especies (escamas, cuero, cabeza, contenido estomacal o vísceras), y para que el producto final sea de buena calidad, deben procesarse una vez que ocurra la extracción del rubro para que este fresco y no se eche a perder.
Productividad
El año pasado los diputados Erik Mago y Félix Barrios, miembros de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, inspeccionaron las instalaciones de La Gaviota, para constatar su operatividad luego de la inversión aprobada de 580.000 dólares para la ejecución durante tres años, en alianza entre el Estado venezolano y la empresa privada.
El presupuesto fue aprobado para la recuperación de maquinarias, adquisición de equipos de cocción, etiquetadoras e incluso, la reparación de la embarcación Margarita 18.
Mago informó que la empresa produce 2000 cajas diarias de productos derivados de sardina, aunque reconoció el descenso de la producción debido a la baja talla de la especie.
Para 2019 la gerencia de la empresa contemplaba elevar la producción para pasar de 40 a 200 toneladas de sardina semanales.
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