La encuesta Encovi Venezuela 2015 detalló el panorama de la alimentación en el país durante ese año y obtuvo un dato nuevo: 34,4 % de los ciudadanos está pasando a la pobreza reciente.

Caracas. Debido a la inflación y la actual crisis económica que atraviesa el país, 34,4% de los venezolanos ahora son parte de la pobreza reciente. Se denomina así a las personas que han visto cómo con sus ingresos son cada vez menos capaces de adquirir los bienes que antes con el mismo esfuerzo podían tener.

Esa situación se está viendo a partir del 2014, cuando un porcentaje considerable de la población comenzó a ser pobre y no por no tener bienes, sino a causa de la reducción del poder adquisitivo de sus ingresos reales.

Además el no tener capacidad adquisitiva está favoreciendo la mortalidad materna-infantil, la obesidad, la desnutrición y el padecimiento de enfermedades crónicas como las cardiovasculares.

A esas conclusiones llegó la Encuesta sobre Condiciones de Vida en su entrega del año 2015 (Encovi), realizada en ciudades como Caracas, San Cristóbal, Maracay, Barquisimeto, Maracaibo, también en otras más pequeñas como Carúpano (Sucre), Mérida, Santa Ana de Coro (Falcón) y finalmente en pequeños caseríos como El Pao (Bolívar), Ureña (Táchira), La Guacamaya (Aragua), entre otros.

La Fundación Bengoa, junto a la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Simón Bolívar (USB), el Observatorio Venezolano de la Salud, entre otras organizaciones, realizaron 1.488 encuestas solamente de alcance nacional y el rango de edad de las personas consultadas osciló entre 20 y 65 años.

Entre los bienes que antes podían comprar y ahora no, por los altos precios y por la escasez, están los alimentos. En estos momentos, según el estudio, la compra se concentra en calorías más económicas lo que perjudica la calidad de la nutrición. Harina de maíz, arroz, pastas y grasas representan 40% de los productos que los venezolanos incluyen en su dieta diaria.

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Marianella Herrera, profesora del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV (Cendes), explicó que una persona debe consumir a diario entre 25 y 30 alimentos en las tres comidas, sumando también las meriendas. Sin embargo, aseguró que el estudio arrojó resultados donde algunos solo consumen cuatro alimentos en una semana.

“No todos los venezolanos comen tres veces al día, que es el deber ser, y los que lo hacen, basan su dieta en carbohidratos, masas y grasas, y menos proteínas”, argumentó Herrera.

El estudio muestra cifras que con respecto al año 2014 han empeorado. En ese año el 11,3% de los venezolanos comía dos o menos veces al día, mientras que en el 2015 aumentó a 12,1%, según las encuestas realizadas en esos dos períodos.

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Lo mismo sucedió con las personas que respondieron si era suficiente su ingreso monetario para alimentarse. En 2014 19,5% dijo que sí, pero el año pasado bajó a 13%; mientras que los que dijeron que no subió de 80,1% a 87%.

Según las personas que respondieron la encuesta, estos son los 10 alimentos que más compran semanalmente: Harinas de maíz, arroz y otros, pan y pastas, grasas, pollo, carne, hortalizas y legumbres, azúcares, leche y derivados y pescado. Fuera de su lista quedan los nutritivos como el huevo, queso y las frutas.

No se alimentan, pero tampoco se ejercitan

El mal hábito alimenticio del venezolano no es nuevo y ello conlleva a un mal desempeño en las áreas a la que se dedique, sea trabajar, estudiar o alguna actividad física. 8% de los consultados respondió que relacionan enfermedades como la Gastritis, Intoxicación, Parásitos, Bacterias, Hepatitis, entre otras.

Entre los años 2014 y 2015 el sedentarismo incrementó de 47% a 53%, mientras que la actividad moderada disminuyó de 44% a 39%.

“Cuando preguntábamos si realizaban alguna actividad física se referían a caminar, y el promedio que invierten en caminar en el día es de dos horas y ocho minutos, mientras que para ver televisión o sentarse frente a un computador pueden pasar hasta tres horas y cuatro minutos, pero para dormir consumen hasta siete horas y 42 minutos”, explicó la profesora del Cendes.

También detalló que las mujeres y los niños son los más afectados por la situación alimentaria. Agregó que “la capacidad de informar a la población es crucial”, ya que cada día se consigue menos variedad de productos y “solo estamos comiendo lo que se consigue”.

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Foto: Cheché Díaz


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