Venezuela se queda sin docentes y sin estudiantes

Venezuela se queda sin docentes y sin estudiantes

La diáspora de educadores puede superar 40 %. En el primer trimestre de 2018 apenas ingresaron en el ámbito nacional 187 estudiantes a la UPEL en todas las carreras de docencia, mientras que unos 3000 profesores se desincorporaron en el 2017. La deserción estudiantil en planteles públicos donde ya no ofrecen el PAE, alcanza 50 %, según el Colegio de Profesores del estado Aragua.

Maracay. La diáspora de docentes en estados del occidente del país, como Lara, Falcón, Portuguesa, Barinas y Zulia, supera 40 %, mientras que en el centro del país y la región capital, la migración de educadores ronda 25 % de acuerdo con las estimaciones de la Federación Unitaria del Magisterio de Venezuela (Fetramagisterio).

La crisis social y económica de Venezuela, cuya hiperinflación diluye cualquier intento gubernamental de ajustar sueldos y salarios de los docentes, es la razón principal por la que el país se está quedando sin educadores con años de experiencia y sin estudiantes en formación que se conviertan en la generación educativa de relevo.

La Alianza del Lápiz que dirige Antonio Ecarri, señala que 30 % de los maestros activos y jubilados del país, se han marchado en busca de un mejor futuro, mientras que el ingreso de estudiantes a carreras docentes apenas alcanzó 20 % en el primer trimestre de 2018.

Hay especialidades docentes como Física, Química y Matemática, en las que solo ingresaron 2 o 3 estudiantes en instituciones universitarias como los pedagógicos. En el 2018 solo ingresaron a nivel nacional 187 estudiantes a la UPEL en todas las carreras de docencia, refiere Nelson González, presidente de Fetramagisterio.

En el 2017, apenas un 16,8 % de los estudiantes asignados por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) se inscribió en la universidad pedagógica, de donde egresa 72 %, mientras que unos 3000 profesores se desincorporaron de la institución. La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) firmó en el año 2017 unas 10.000 solicitudes de certificaciones de notas de egresados que decidieron irse del país.

Eso significa que estamos formando profesionales en la Universidad, para que vayan a aportar al desarrollo y progreso de otras naciones, dijo en su momento el rector de la UPEL, Raúl López Sayago.

Y en efecto, la Confederación de Educadores de América (CEA) ha mostrado su inquietud por el alto índice de educadores venezolanos que están migrando a países de la región, fundamentalmente a Colombia, Chile, Bolivia y Ecuador. Este último es uno de los que mayor oferta de docentes venezolanos registra, según el presidente de Fetramagisterio y vicepresidente de la CEA, profesor  Nelson González.

Y es que de acuerdo con la Agencia de Noticias Andes de Ecuador, entre los beneficios ofrecidos para los profesores venezolanos, están los pasajes aéreos ida y vuelta hasta por 3000 dólares; una mensualidad de vivienda por 500 dólares; un salario para el docente investigador o experto por el período de su estadía que oscilará entre 4000 y 6000 dólares, según su experiencia y conocimientos.

Para el 2017, Ecuador ofrecía 500 puestos de trabajo para profesores universitarios y 5000 empleos para docentes de primaria y secundaria, según lo dio a conocer la subsecretaria ecuatoriana de Desarrollo Profesional y Educativo, Miriam Aguirre, quien a su vez afirmó que “el Gobierno de Ecuador busca formar a investigadores y profesores para cubrir el déficit de docentes que experimenta su país”.

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Colombia y Ecuador —explica González— inician su año escolar en enero. A principios de año, en Fetramagisterio comenzamos a darnos cuenta del elevado porcentaje de deserción de educadores. La mayoría de ellos ya habían decidido marcharse con sus familias a estos países y así garantizarles a sus hijos la continuidad escolar.

El país educativo debe declararse en emergencia, en alerta. Venezuela se está quedando sin el relevo generacional en materia docente, advierte Antonio Ecarri.

Pero la deserción no es solo de profesores y maestros. Son muchos los estudiantes que han abandonado el sistema educativo y ambas deserciones no son exclusivas en las instituciones privadas. Los planteles educativos públicos y oficiales registran cifras alarmantes de carencia de docentes y ausencia de estudiantes, al punto que hay secciones con apenas 18 o 20 estudiantes, en el mejor de los casos y otras que han tenido que cerrarse por no contar con la matrícula requerida, en el mejor de los casos, mientras que otras han sido cerradas. La deserción en las escuelas que ya no ofrecen el Programa de Alimentación Escolar (PAE) alcanza 50 %, según el Colegio de Profesores del estado Aragua.

En los colegios privados, muchos son los padres que se han visto obligados a retirar a sus hijos, bien porque decidieron irse del país o porque el presupuesto familiar no alcanza para cubrir las elevadas matriculas. Los planteles privados, imposibilitados de realizar ajustes en sus matrículas, tampoco pueden cubrir las exigencias y compromisos salariales y de mantenimiento de sus plantas físicas.

Una espiral hiperinflacionaria hace imposible que una familia pueda cubrir los gastos de educación y alimentación de sus hijos. De allí que muchos padres han optado por invertir sus pocos ingresos en comprar comida, que en la educación de sus hijos, dice el presidente de Fetramagisterio.

En las escuelas públicas, la realidad es más dramática. Plantas físicas educativas desmanteladas y saqueadas, sin equipos ni insumos, hacen que la deserción escolar en zonas populares sea más alarmante. Además de la diáspora, que a decir del presidente de Fetramagisterio también es elevada, esto obedece a que los padres no tienen cómo enviar a sus hijos a la escuela.

Sin efectivo, sin transporte y sin comida, es difícil que los estudiantes puedan acudir a las aulas de clases.

Lo certifica la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la población Venezolana (Encovi): Cuatro de cada 10 niños y adolescentes entre 3 y 17 años (38 %) dejan de asistir a clases por distintas causas, incluyendo problemas de transporte, apagones o falta de alimentación.

Sindicatos educativos afiliados a Fetramagisterio reportan diariamente entre 5 a 6 casos de estudiantes que se desmayan en las escuelas del estado Zulia, por ejemplo. Muchos van a clases sin nada en el estómago.

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Foto: Gregoria Díaz


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