“Viajé por todo occidente y terminé comprando los medicamentos en Colombia”

Salud

Francisco Valencia, trasplantado de un riñón desde hace 14 años, no consigue en ninguna farmacia el tratamiento diario que debe tomar de por vida

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas.Desde noviembre de 2014 Francisco Valencia, trasplantado de un riñón, busca como palito e’ romero los remedios Meticorten y Lozartán Potásico. Recorrió todos los pueblos que hay desde Caracas a Los Andes y no halló nada. Preguntó a los amigos y familiares sin resultado. Y quienes agrupan la Fundación Amigos Trasplantados de Venezuela (FATV) también sufren el mismo calvario.

En el país existen cerca de cuatro mil personas trasplantadas de riñón, según la FATV. Francisco Valencia y su esposa Eyleen Amaya, son dos de los beneficiados. Él recibió una donación hace 14 años y ella 15 años.

Por esa misma fecha se conocieron en la fundación donde Francisco es directivo, y aunque ambos superaron los obstáculos que los aferraban a una máquina de hemodiálisis tres veces cada semana, ahora luchan para evitar el rechazo del  órgano y están sujetos a medicamentos diarios y de por vida, que dicho sea de paso no se consiguen por ningún lado.

“Es necesario comer muy sano y evitar el estrés. Uno más o menos maneja esas recomendaciones, pero desde hace unos meses no es posible cumplir con un buen régimen alimenticio, por lo costoso que resulta y por la escasez”.

Fue a través de un contacto en Colombia que compró siete cajas de Meticorten. Cada una le costó 7 dólares, es decir mil 554 bolívares por unidad. “Esto hace que uno se sienta mal, buscando por aquí y por allá. Al final la salud desmejora y uno no puede dejar de tomar las medicinas. Además me falta el Lozartán Potásico”.

Del Meticorten tiene garantizado los siguientes 210 días del año. “Pudiera estar tranquilo. Y no es así, hay que seguir buscando, pues a la fecha no tenemos respuestas de las autoridades. Lo que sabemos es que no hay suficientes dólares para cubrir el déficit. Hay personas de bajos recursos que no pueden ir por todo el país visitando cada farmacia y el ministerio de Salud no hace nada al respecto”.

Ahora la preocupación de Francisco, quien también es presidente de la Coalición de Organizaciones de Derechos por la Salud y la Vida (Codevida), es que esas cajitas pasen la frontera sin ser vistas. “No es cuento que las decomisan. Uno aquí necesitándola y la Guardia Nacional las retiene. Mi amigo encontrará la forma de camuflarlas entre la ropa y bolsas para que me lleguen a tiempo”.

Cuenta que el Meticorten le costaba Bs. 38 y hasta hace dos o tres lo vendían sin rollos en las farmacias. Además es un fármaco que estaba garantizado por el ministerio de Salud a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).

“Ya hablamos con la ministra de Salud Nancy Pérez y alertamos sobre el desabastecimiento. En Venezuela se importa 60% de los medicamentos y gran parte de reactivos para fabricarlos. Sin embargo al sector farmacéutico no le entregan los dólares, situación que genera escasez”.


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