Caracas. Una empresa mixta cuya creación fue anunciada por el gobierno de Nicolás Maduro nació con la meta de fabricar masivamente un insumo que escasea en Venezuela y es motivo de reclamos en las comunidades populares y rurales del país: bombonas de gas doméstico. La noticia de su constitución se dio hace cuatro años y desde entonces el desempeño de la compañía público-privada se convirtió en una incógnita. Mientras, entre 2017 y 2021 ocurrieron más de 5.000 protestas por fallas del suministro de gas, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
El nombre de la empresa nunca fue divulgado, pero sí se aclaró que sería el resultado de una alianza entre dos actores. El primero: Pdvsa Gas, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la mayor corporación existente en el país y de la que dependen las finanzas públicas. El segundo: Gaveras y Envases Plásticos de Venezuela (Gavenplast), compañía privada asentada en Maracaibo, estado Zulia, que disparó sus negocios durante los gobiernos de Hugo Chávez y de Maduro.
Gracias a su crecimiento, Gavenplast logró posicionarse como proveedor en el sector gasífero no solo en Venezuela, sino también en países beneficiarios de Petrocaribe, convenio internacional que apalancó la política exterior del difunto gobernante venezolano y de su sucesor en el Caribe y Centroamérica, gracias a millonarias ventas de petróleo realizados con créditos con intereses mínimos, largos plazos de amortización y facilidades de pago incluso con bienes.
Fotografías de Francisco de Pinto, presidente de Gavenplast, con bolígrafo en mano, circularon en redes sociales cuando firmó el acuerdo para la creación de la empresa de cilindro de gas. La compañía, según dijo, generaría “la mayor felicidad posible” a “la clase más necesitada y urgida de este recurso”. Su empresa aportaría la tecnología para manufacturar cilindros de plástico, más ligeros que los tradicionales de hierro.