En la parroquia El Valle, perteneciente al circuito electoral 4, el PSUV sacó 39.828 votos, mientras la MUD alcanzó 43.406, muchos de ellos incluso de personas que aún pertenecen a las filas del oficialismo.
Caracas. “Yo no me siento una traidora por haber votado por la oposición. Traidor es Maduro que se metió con la comida del pueblo. Por eso luego de 17 años siguiendo el proceso, el domingo me paré y fui a votar en su contra. No me mojé el brazo con la tinta porque no se podía, pero me llené el dedo con la esperanza de ver un cambio”.
Así se expresó Rosa María Fría, habitante del sector San Andrés, en la parroquia El Valle, a quien encontramos sentada en la plaza Bolívar, con una bolsa y dos litros de aceite. “Mira lo que compré. Ahora mañana salgo a buscar la mantequilla y el otro día la harina, eso no es justo. Maduro se burló de nosotros los viejitos. A mí no me engañaban con ese cuento de que la oposición nos iba a quitar las pensiones, qué más no van a quitar, si no hay comida”.
La señora contó que tiene una hija bipolar y que esta situación —refiriéndose a la escasez de alimentos y medicinas— la tiene deprimida. De hecho se tapó la cara y soltó un par de lágrimas.
No es fácil, no sabes lo que es vivir así y ver a mi hija enferma. A uno se le acaba todo. Por eso me dije que no podía seguir en esto. Yo era una de las que repartía propaganda casa por casa, allá donde vivo. Pero reflexioné y dije que no podía seguir de masoquista, es como cuando uno enamora a un hombre, lo hace con la comida, ¿verdad? Bueno Maduro no se ganó el amor del pueblo. Chávez no hubiese dejado que esto llegara hasta aquí. Ni con todo lo que él regaló ganó, esto ya no se aguanta más“, señaló.
La cosa cambió
En El Valle el candidato del oficialismo era Jesús Faría, pero perdió (39.828 votos) frente a José Guerra de la MUD (43.406). Antes del 6D la gente de este sector decía que era “territorio chavista”. Pero los problemas falta de agua, inseguridad y la escasez de alimentos que se acentuó en las últimas semanas no se tapó con las promesas de la campaña.
Ya no más. Así llenen los anaqueles, así vengan con las bolsas de comidas, con un bono para los abuelitos, no caigo. Ya Maduro me decepcionó, y así pasó con mucha gente. Ahora solo le pido que se modere, que si habla de paz la practique y que lo que Chávez hizo con las manos no lo siga destruyendo con los pies“, expresó.
Para Fría esto que pasa en el país no es culpa de ninguna guerra económica. “Es consecuencia de la falta de producción y de tener varios tipos de dólares. Por eso mi consejo a Maduro es que calladito se ve mejor, y que en vez de estar buscando conflictos se ponga los pantalones, porque la cosa no está fácil y ya el pueblo está reflexionando”.
Como ella Emilio Durán, residente de esta parroquia donde según el INE viven 153.496 personas, también dijo que “ya no hay vuelta atrás. Es verdad que esta nueva asamblea no tiene el poder para resolver los problemas económicos, pero tiene que trabajar para devolverle la confianza al pueblo que se cansó de las colas. Lo que pasó el domingo es la consecuencia de las malas políticas y creo que no hay retorno, así empiecen a ofrecer cosas”.
En la plaza Bolívar de El Valle los que hacían más vida eran los grupos adeptos al oficialismo. Gorras y franelas rojas eran visibles a toda hora del día. “Y desde el lunes esto está tranquilo, fue como cuando se murió Chávez. Un silencio total, ya no andan con su bulla”, dijo Fría.
También Arturo Figuera refirió así bajito “aquí hay mucha gente chavista, pero ahora como que la cosa cambio”. Y tan es así que ellos estaban allí en grupo de tres y hasta seis hablando sin ningún problema. Incluso los pocos que pasaron con franelas del PSUV lo hicieron con pasos apurados y sin detenerse en la plaza.
“Aquí le dicen a uno que por qué votó por la MUD. Yo en realidad no sabía quién era el candidato. Pero lo hice por justicia a mí, a mi familia y a la tercera edad. Maduro debe saber que mucha gente se acuesta sin comer. Con hambre uno no duerme y ese no es el proyecto que tenía Chávez”, sentenció María Rosa Fría.
Foto: Cristian Hernández
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