La delgadez de los animales, las fallas de infraestructura y el deterioro sostenido también habitan en el parque. Según Minea, en 2017 mantuvieron a 1900 ejemplares entre el zoológico de Caricuao y el Parque Generalísimo Francisco de Miranda.

Caracas. Los colores marrón y beis se imponen. El crujir de las hojas secas al caminar sobre ellas interrumpen el silencio que también está encerrado en las 36 hectáreas desarrolladas del Parque Zoológico de Caricuao. A las 10:00 a. m. los animales de las planicies duermen. Unos 6 monos intentan ponerle diversión al ambiente y quitarle el mute al parque. Con sonidos guturales y el juego entre ellos, despiertan a las aves que reposan en los árboles. Solo ellos danzan y se recrean, del otro lado el sueño es profundo.

Los dos búfalos, en la planicie africana, están de patas cruzadas en un rincón. No se mueven. Pese a que los zamuros los rodean, ellos continúan inmóviles. Al frente ni Zafiro (hipopótamo) ni Ruperta (elefanta) aparecen. Ella entra y sale cuando quiere. Debe estar en su habitación, dijeron los funcionarios del parque al ser consultados el 6 de junio tras una visita de Crónica.Uno. Sobre Zafiro argumentaron lo mismo. Quizá date una vuelta y vuelve para ver si sale, agregaron. Ese día ninguno de los dos ejemplares salió a exhibición.

Así lucía el espacio donde Ruperta solía estar. Ese día nunca salió a la exhibición.

Este martes se prohibió el acceso al zoológico. Los vigilantes no daban razón alguna del cierre de las puertas: Estamos esperando la orden para abrir. Las personas se quedaron sentadas en los muros, desconocían la muerte de Ruperta.

Ay, ahora el niño no la va a conocer. Él quería ver al elefante, dijo Rosa Mata al enterarse del fallecimiento de la elefanta. Luego de unos minutos, Mata tomó sus cosas y se fue.

Después del mediodía, el Instituto Nacional de Parques (Inparques) compartió en Twitter un comunicado oficial sobre lo ocurrido. Ruperta fallece a los 48 años de edad, siendo la esperanza de vida en promedio de un elefante africano que vive en cautiverio entre 17 y 30 años. El personal técnico, zoocuidador y médico veterinario de Inparques realizó todos los esfuerzos posibles para garantizar la calidad de vida de este ejemplar durante el tiempo en que permaneció en el parque de recreación, se lee en el documento.

Expresaron que durante un año el animal estuvo sometido a una estricta vigilancia médica y a una serie de estudios periódicos.

Al día siguiente de la visita de Crónica.Uno del 6 de junio, Inparques informó que la elefanta había sufrido una nueva caída —en marzo y en agosto de 2017 también ocurrió un incidente similar— según el documento, la situación fue atendida oportunamente por el personal veterinario. Para entonces, el animal se encontraba estable y en observación.

Los veterinarios determinaron que esta nueva caída es consecuencia de un primer incidente que ocasionó una fractura en el cartílago de su oreja izquierda, lo cual ha derivado en problemas de su oído medio y le produce dificultades de equilibrio, se lee. Seis días después, Ruperta falleció.

La memoria y cuenta de 2017 del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas (Minea) asegura que se garantizó durante ese año 150 kilos de comida diaria (acelgas, auyama, cambur, pasto y zanahorias) a Ruperta, una elefanta africana que llegó en 1974 al parque. Además, se activó un Comité de Bienestar Animal del Sistema Nacional de Zoológicos y Acuarios: Con la finalidad de elaborar y efectuar el seguimiento correcto al tratamiento y la dieta especial de la elefanta africana.

La secretaria del sindicato de trabajadores de Inparques, Marlene Sifontes, manifestó que se deben esperar los estudios y las necropsias de ley que determinen por qué murió Ruperta:

Lo que sí podemos afirmar es que para nosotros el tiempo en que Ruperta duró sin comer en los años 2015 y 2016, donde le daban pura auyama, donde hubo días, semanas, que no comió, ocasionó un problema que para nosotros ella no pudo solventar por completo. Fueron años cruciales en su vida.

Sostiene que las caídas, el tiempo que pasó sobre su propio peso al estar tirada en el piso mientras localizaban una grúa, también tuvo una incidencia. Esto también marcó a Inparques, porque hubo mucho descuido entre 2015 y 2016, no había alimentos.

Pese a que no se pudo ver a Ruperta, lo que sí estuvo patente fue la sequía que rodeaba a los animales: el nivel del agua de la laguna donde se exhibe Zafiro se encontraba en el mínimo. Las de Ruperta estaban completamente vacías. La falta de agua en el parque se repite en diversos espacios. Un funcionario aseveró que han tenido problemas con el suministro y la presión con que en ocasiones llega el agua, lo que incide en el llenado de los pozos.

Una fuente oficial dijo que mantener las bombas operativas resulta costoso por tratarse de una marca italiana. El parque cuenta con 5 bombas hidroneumáticas, de las cuales 3 están en funcionamiento. Y sostuvo que desde 1997 el deterioro de la estructura de los parques —son 65 de recreación en todo el país— ha sido sostenido. Vinimos a poner pañitos de agua tibia.

La falta de agua afecta el llenado de las lagunas.

La delgadez de los animales en la granja de contacto deja ver los costillares de los báquiros, quienes ese día comían las hojas de las mazorcas. Las cabras también lucen desatendidos, masticaban mata. La casilla que vendía comida para alimentar a estos ejemplares estaba cerrada. Desde el año pasado se presentó a las autoridades un proyecto para la reparación de las estructuras y rejas de exhibición de la fauna.

La memoria y cuenta de 2017 de Minea menciona que se mantuvieron 1900 animales que integran las colecciones de fauna existentes en los Parques de Recreación Generalísimo Francisco de Miranda y Zoológico de Caricuao. Sin embargo, la fuente declaró que ha mermado la cantidad de animales en los zoológicos: Las especies que han muerto no han sido repuestas.

Es una obra millonaria. Se hizo la propuesta, pero no hay dinero para hacer los cambios, expresó la fuente oficial. Y agregó: La dieta ha mejorado un poco a raíz de lo que sucedió en años anteriores, se ha repuesto 80 % en cuanto a la alimentación. La memoria de Minea de 2017 señala que se elaboraron cinco manuales con la finalidad de brindar las herramientas básicas para el mejoramiento del bienestar de la fauna en cautiverio del país: Construcción de Mariposarios, Cría de Acures, Manejo de Desechos Biológicos, Nutrición y Zoocuidadores.

En la zona de los felinos (leones, cunaguaros, pumas, jaguares) no hay rugidos ni ánimos de mantenerse al acecho. Solo se levantan cuando ven que se acerca uno de sus cuidadores.

Los baños también se encuentran inactivos. El de damas permanece cerrado, mientras que el de caballeros no tiene parte del techo.

El Zoológico de Caricuao languidece en medio del olvido. Son las ruinas de una hacienda cafetalera que a finales de los años 60 quiso convertirse en el zoológico más grande de Caracas.

Fotos: Luis Morillo.


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