Los ataques de las serpientes se han incrementado con las lluvias de los últimos meses en la Gran Caracas, de acuerdo con estimaciones de los funcionarios de los Bomberos Marinos en La Guaira. Mientras tanto, el suero antiofídico escasea en ambulatorios y hospitales del Litoral Central ante la inacción de las autoridades regionales de salud.

La Guaira. Un total de 250 personas ha sufrido mordeduras de serpientes durante este año en distintas comunidades del Litoral Central, de acuerdo con estadísticas de los Bomberos Marinos, adscritos al Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea). No se informó con respecto a cifras concernientes al año pasado.

Ninguno de los afectados ha fallecido, pero funcionarios de la mencionada dependencia en el puerto de La Guaira alertaron sobre la escasez del suero antiofídico para atender estos casos en la región.

El pasado fin de semana se reportó que una niña de 10 años de edad fue mordida por una serpiente venenosa en el interior de su vivienda, ubicada en la localidad de Chichiriviche, al extremo oeste de la entidad federal.

Su madre la acompañó hasta el ambulatorio de Catia La Mar, pero no había suero antiofídico, por lo que debió ser trasladada por paramédicos de Protección Civil al hospital Periférico de Pariata, en Maiquetía, en el que recibió el respectivo antídoto.

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Funcionarios de Inea alertadoron sobre la escasez de antídotos. Foto: Referencial.

Lluvias las “alborotan”
Los bomberos consultados señalaron a Crónica.Uno que las últimas lluvias en la Gran Caracas han influido en la aparición de decenas de víboras, sobre todo en zonas montañosas y elevadas, las cuales constituyen 70% de la geografía local.

Se mostraron preocupados por la merma actual del suero en La Guaira, debido a que la mayoría de los componentes que se necesita para su elaboración hay que traerlos desde el extranjero.

En Venezuela, hay tres plantas para la producción del antídoto: en la Facultad de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y otras dos en la Universidad del Zulia (LUZ) y la Universidad de Los Andes (ULA), respectivamente.

Uno no sabe qué estará pasando con el suero antiofídico en esas universidades reconocidas. Las autoridades de salud deberían preocuparse más en este asunto. En La Guaira no hay mucho, pero en los Bomberos Marinos me dicen que todavía tienen para ayudar a quien lo necesite”, aseguró Norberto López, sargento jubilado de esa institución.

La escasez de suero antiofídico no es un problema solo de Venezuela sino mundial. Su elaboración es muy costosa y la industria farmacéutica no lo produce en gran escala.

En mayo de este año, hubo una alerta en las comunidades indígenas en la Sierra de Perijá, estado Zulia, donde según las cifras de la Misión los Ángeles del Tukuko 20.000 indígenas entre yukpas, barí y guajiros corren el riesgo de ser mordidos por serpientes.

A quien sufra un ataque de serpiente, se le recomienda guardar la calma, mantener en alto el sitio del cuerpo afectado, no realizar incisiones para extraer el veneno; no tomar medicamentos sin prescripción médica y  aplicar el suero antiofídico, preferiblemente, en las primeras seis horas desde la mordedura.


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