Una escena apocalíptica era lo que se veía en la zona de montaña. Las lluvias causaron la crecida de una quebrada y en poco tiempo esta entró a las casas y acabó con lo que encontró a su paso.
San Cristóbal. La quebrada El Rayo volvió a hacer de las suyas. Su crecida a causa de las lluvias hizo que esta se saliera de cauce nuevamente, lo que generó un deslave que afectó al grupo de viviendas aledañas.
Hace poco más de dos décadas sucedió algo similar en las calles 4, 3, 2 y 1 de Las Vegas de Táriba. Un embaulamiento que pasa por debajo de las casas colapsa cada tanto por falta de mantenimiento. La alcantarilla expulsa agua hacia la superficie y arrasa con todo a su paso.
Esto fue lo que ocurrió el pasado sábado. Desde el mediodía las nubes negras comenzaron a pintar la zona de montaña, y cerca de la una de tarde el aguacero enturbió el paisaje montañoso de la zona.
Los vecinos calificaron de “indescriptible” las lluvias que mantuvieron en ascuas a toda la vecindad por hora y media. Videos y fotografías daban cuenta de lo que estaba sucediendo, como la obstaculización del acceso a Las Vegas de Táriba durante dos horas. En su momento se habló de la quebrada La Chivata, pero era El Rayo la responsable del desastre.
El agua arrastró sedimentos hasta las viviendas y las inundó hasta más de un metro de altura. Pocos enseres lograron salvarse de la estampida de lodo, piedras y agua a las casas.
Este domingo los afectados, aún con caras trasnochadas, seguían revisando y limpiando los bienes que lograron rescatar. Cestas de ropa, colchones, camas, gaveteros, muebles, electrodomésticos, entre otros bienes materiales reposaban bajo el sol, a la espera de que se secaran y ver si se podían recuperar. Otros ya los daban por irrecuperables.
En la entrada de su casa estaba la señora Marilú Rincón, quien comentó que ya llevaban cuatro camiones volteo cargados de lodo y desechos de una sola calle. “Hasta ahorita es que podemos limpiar”. Explicó que la quebrada siempre se sale, pero no con este nivel de devastación.
Deslave arrasante
Wilson Parra, uno de los más perjudicados, explicó que al momento de iniciar el aguacero se refugió en su vivienda. Dada la tormenta cerró todo y al poco tiempo, cuando abrió la puerta, entró el agua a su casa.
“Perdimos colchones, camas, la nevera me la tiró al piso el agua”, lamentó Parra.
Aseguró con voz quebrada que necesitan camas para dormir, pues el agua acabó con las pocas con las que contaban. Comentó que, si bien el agua ha entrado a su casa en otras ocasiones, es la primera vez que les ocurre con esta magnitud.
Corresponsabilidad ciudadana
El reporte de Protección Civil Táchira cuenta 35 viviendas anegadas, de las cuales 18 sufrieron afectaciones de consideración. Más de 60 personas padecieron daños materiales en sus casas, según las declaraciones de Jorge Higuera, director de este cuerpo de rescate.
Advirtió que está situación se debe a que muchas personas arrojan desechos en los afluentes y, con las lluvias, se registran este tipo de deslaves con tales consecuencias.
Otros lugares afectados por las lluvias fueron el barrio El Lobo, Palmira y Gallardín.
Aguacero de alertas
Las lluvias volvieron a arreciar la noche de este domingo y afectaron viviendas en el sector de El Vegón de Táriba. Las zonas de frontera San Antonio y Cúcuta también sufrieron consecuencias.
Las autoridades advierten que seguirán las lluvias y aprovecharon para exhortar a la colectividad para que no arrojen desechos a las quebradas.
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